Recientemente se promulgó la Ley de Cuidados Paliativos en nuestro país. La misma, tiene como objetivo garantizar prestaciones integrales en sus distintas modalidades -en el ámbito público, privado y de la seguridad social- a las personas “que sufren enfermedades amenazantes o limitantes para su vida y brindar acompañamiento a su entorno familiar”.
“Como comunidad paliativa y comunidad en general recibimos este avance con gran alegría, ya que son muchos años de gestión, de equipos técnicos, de voluntades, de proyectos que parecía que salían y no salían. Lo vivimos como un logro”, dice Alejandro Nespral, médico pediatra y coordinador del servicio de Cuidados Paliativos del Hospital Zonal, consultado sobre esta instancia y lo que significa en concreto para la comunidad en general.
En este sentido, señala que posiblemente donde más se van a sentir las diferencias es en los lugares donde no hay cuidados paliativos. “Es uno de los ejes centrales de la ley: independientemente de dónde transites tu salud, de forma privada o pública, con qué obra social, tienen que estar garantizados los cuidados paliativos si los necesitas”.
Sin embargo, no es lo único que propone. Junto con desarrollar una estrategia de atención interdisciplinaria “centrada en la persona, que atienda a las necesidades físicas, psíquicas, sociales y espirituales de los pacientes que padecen enfermedades amenazantes y/o limitantes para la vida” y promover el “acceso a las terapias disponibles para la atención paliativa, tanto farmacológicas como no farmacológicas, que estén basadas en evidencia científica”, la Ley 27878 de Cuidados Paliativos promueve la formación profesional de grado y posgrado, la educación continua y la investigación en este tipo de cuidados, algo que Nespral destaca.
“Todavía sigue siendo muy infrecuente que, en las facultades, no solamente de medicina, sino de enfermería, de servicio social, de kinesiología, haya cuidados paliativos. Y cuando empezás a buscar las raíces de por qué los cuidados paliativos no llegan a todas las personas, te das cuenta que en parte sucede que una gran cantidad de profesionales no conocen, no saben qué es, o tienen una idea equivocada sobre los cuidados paliativos”, dice.
En este sentido, todo el movimiento que comienza a generarse, y que viene de años de un insistente trabajo que paso a paso se fue abriendo camino, logra poco a poco abrir los surcos para garantizar el derecho a ser acompañados y asistidos de manera integral frente a distintos tipos de dolencias y enfermedades graves.
Por otro lado, la ley, junto con apuntar a la atención y promover la formación y la investigación, también favorece espacios de encuentro entre el sistema de salud y las organizaciones sociales y empuja la conformación de equipos de trabajo interdisciplinario y multidisciplinario para el área de cuidados paliativos en todos los subsectores de salud.
Hacer visible
Es difícil defender lo que se desconoce, Argentina es uno de los países que mejor se ubican en torno a garantizar los cuidados paliativos y, sin embargo, no llega a cubrir al 12 por ciento de la población que los requiere. Es por eso que visibilizar el área de cuidados paliativos es una tarea importante y en este sentido la Ley puede colaborar con profundizar el crecimiento y conocimiento de un espacio clave.
Para esto, la difusión es central en distintas áreas, tanto de la comunicación, como de la salud y la educación. “Si está muy desarrollado el tema en salud se empieza desarrollar en la sociedad o viceversa, porque salud es un espejo de lo que pasa en la sociedad. Por eso es importante promover la difusión. También es una forma de garantizar derechos, poque si hay una ley vigente, por más que se reglamente, si vos no sabes qué son los paliativos y no te los ofrece el médico, no los podés reclamar. Formar en la facultad de medicina también es difusión, porque hoy no forma parte del programa”, analiza Alejandro.
En este sentido, la tarea que se viene realizando desde el área de Cuidados Paliativos que funciona en el Hospital Ramón Carrillo de Bariloche abre perspectivas importantes, no solo para esta ciudad sino para la región toda. “El equipo está trabajando a pleno, conformado por profesionales de cuatro áreas: servicio social, enfermería, psicología y médico. Atendemos a niños y adultos, con una sensación creciente de que cada vez van llegando más pacientes. Intuyo que se van bajando las barreras y se va naturalizando que este es un equipo más del hospital, me parece que estamos muy integrados al sistema. El primero de julio cumplimos 9 años, y si bien todavía es poco, ya no estamos en esa primera época, donde no nos conocían, incluso, dentro del hospital”, completa Alejandro Nespral.
Así, gracias a este trabajo interdisciplinario y comprometido, cada día más personas pueden acceder a un derecho humano, como es el alivio al sufrimiento general de las personas en contexto de enfermedades graves.
Por Violeta Moraga
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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