El Ministerio de Capital Humano pretende que las universidades funcionen con el mismo presupuesto que en 2023 -aprobado en octubre 2022-. Con una inflación del 220% interanual las casas de estudios no estarán en condiciones de mantener sus puertas abiertas este año.
Los trabajadores y trabajadoras de la educación sufren una caída de sus salarios reales y el conflicto paritario todavía no se resuelve. Los estudiantes ponen en duda la continuidad de sus estudios ante el aumento de los costos de los alquileres y del transporte. Este es un escenario dispuesto para el vaciamiento de las universidades regionales con el objetivo de restringir el conocimiento a una parte importante de la población y centralizarlo en las grandes urbes.
El pasado jueves la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) declaró la emergencia económica financiera hasta el 31 de diciembre de 2024. El Consejo Superior de Programación y Gestión Estratégica, por unanimidad, delegó a la máxima autoridad la facultad de reglamentar los procedimientos y adecuaciones presupuestarias para afrontar los gastos básicos de funcionamiento en esta coyuntura económica. “Ésta es la crisis más importante que vive la universidad después de la democracia. Esta medida de emergencia nos permite mantener abiertas las aulas”, dijo Anselmo Torres, rector de la UNRN, en conferencia de prensa este miércoles 6 de marzo.
El presupuesto 2023 para la Universidad Nacional del Comahue (UNCO) se determinó en 37 mil millones de pesos. La Secretaría de Hacienda de UNCO calculó la cantidad de 94 mil millones de pesos para el ciclo 2024. La diferencia es insalvable. “Cuando nos dicen que nos asignan el mismo presupuesto del 2023 no nos están dando la posibilidad de funcionar todo el año. Ante la creciente inflación no se van a poder pagar los sueldos, ni los servicios, tampoco se van a poder sostener las becas de estudio que nuestra rectora había definido como prioritarias” dijo Marcelo Alonso, decano del CRUB.
Universidades patagónicas en problemas
El artículo 58 del proyecto de la ley ómnibus, que el gobierno insiste en volver a tratar, dispone que los futuros presupuestos universitarios se calculen por la cantidad de estudiantes ingresantes y la cantidad de egresados. Este punto prioriza las carreras con una matrícula alta. La Patagonia presenta un amplio territorio con baja densidad poblacional. Con este criterio varias carreras corren peligro y se pone en cuestión la viabilidad de las universidades de la región.
En primer lugar, las dimensiones en Patagonia hacen más difícil la gestión. Las distancias entre las sedes de la UNRN equivalen a las distancias que hay entre Buenos Aires, Córdoba y Mendoza, sin las posibilidades de comunicación que poseen estos conglomerados urbanos. El Comahue cuenta con sedes en dos provincias distintas (Río Negro y Neuquén). En segundo lugar, la densidad poblacional es baja. La matrícula -que este año descendió con respecto a años anteriores- no puede compararse con la cantidad de estudiantes de la UBA, por ejemplo.
Existen 98 mil estudiantes en la Patagonia. Este número es semejante a toda la población de la ciudad de Roca, que debería trasladarse a otras ciudades para estudiar en caso de no contar con universidades en este territorio. “Nos preocupa el proceso de centralización presupuestaria que se va a dar en el sistema universitario”, dijo Anselmo Torres.
¿Qué significa el congelamiento del presupuesto en la vida universitaria?
El presupuesto universitario se compone de los sueldos docentes y no docentes y de los gastos para el funcionamiento como los servicios, obras de infraestructura y becas de estudio. Si bien existe una vocación por mantener abiertas las aulas, muchas de las actividades como las salidas de campo y la asistencia a congresos serán restringidas en perjuicio del nivel académico.
“En la universidad no solo se dan clases -explica el decano del CRUB-, también se produce conocimiento a través de la investigación que se comparte con la comunidad en los espacios de extensión. Cuenta con un programa de becas para ampliar el acceso al nivel superior. Además mantiene residencias estudiantiles y comedores comunitarios en donde docentes, no docentes y estudiantes van a comer a un precio razonable. La falta de recursos necesarios influye directamente en la calidad educativa, porque si uno no puede desarrollar las salidas de campo de los estudiantes, esto afecta la fortaleza de los títulos que se otorgan”.
La UNRN es una institución joven, gran parte de sus aulas son alquiladas, en un contexto de desregulación de alquileres y con un presupuesto congelado que no permite avanzar con las obras previstas para futuras aulas, además de que muchos de los insumos académicos son importados, el panorama se complica. En Bariloche, la carrera de Medicina abre una nueva cohorte e incorpora docentes para su tercer año, pero todavía no cuenta con los recursos acordados por contratos específicos con la Secretaría de Políticas Universitarias.
¿Gasto o inversión?
La universidad pública no es gratuita, la pagamos todos los argentinos y argentinas con nuestros impuestos y elegimos estudiar en ellas -antes que en instituciones privadas- por su alto nivel académico. El gobierno libertario considera la educación superior como un gasto. En este sentido dispuso que el Ministerio de Educación pasara al rango de Secretaría y la Secretaría de Políticas Universitarias a Subsecretaría, congeló el presupuesto y suspendió la apertura de cinco universidades aprobadas por ley el año pasado.
El licenciado Alejandro Álvarez, subsecretario de políticas universitarias, en su artículo Romper la inercia corporativa universitaria describe la universidad pública como una institución colonizada por los sindicatos y las organizaciones sociales: “… ninguno de nosotros desconoce el poder de las corporaciones que se han especializado en apacentar a sus clientelas del amplio y poco vigilado presupuesto educativo, amparado por un manto sagrado desde la “carpa blanca” y las “marchas universitarias” contra el recorte presupuestario del gobierno de la Alianza”.
El gobierno libertario está poniendo en marcha un plan de desfinanciamiento del estado que opera con el mismo método en los distintos sectores públicos: despojar a la institución de sus recursos y dejarla a la deriva.
Los docentes no son la casta
Los docentes tienen una historia de lucha por una educación pública de calidad. La carpa blanca fue una forma de resistir a las políticas neoliberales del gobierno de Menem. Durante 1003 días maestros y profesores de todo el país se alternaron en un ayuno de protesta y clases abiertas frente al Congreso de la Nación. Esta medida contó con gran apoyo de la sociedad y tuvo una importante repercusión mediática. En nuestra región, en 1995 se tomó la Universidad Nacional del Comahue y en el 2001 se desplegó una gran movilización universitaria junto al movimiento piquetero en el puente carretero -entre Neuquén y Cipolletti- donde sesionó el Consejo Superior en rechazo a la quita del 13% del salario y al recorte en el presupuesto.
Estos acontecimientos consiguieron dos objetivos clave: la Ley de Financiamiento Educativo y la Nueva Ley Nacional de Educación. Hasta ahora ningún gobierno cuestionó estas leyes que están vigentes y están siendo incumplidas por el gobierno de Milei.
“Entendemos que hay un plan que ya está en marcha que tiene que ver con ahogar presupuestariamente a las universidades para ponernos a discutir una universidad para pocos, un posible arancelamiento para poder subsistir, el ingreso de las empresas a las universidades o el apoyo de los gobiernos provinciales es decir, buscar otras vías de financiamiento que no sean el financiamiento nacional que por ley debiera darnos el gobierno nacional” -dijo Micaela Gomiz, secretaria general de ADUNC (Asociación de Docentes de la Universidad Nacional del Comahue).
Ante este contexto restrictivo y excluyente el Frente Sindical de las Universidades Nacionales convocó a un paro de 24 horas sin asistencia a los lugares de trabajo para el 14 de marzo con actividades de visibilización en todo el país. El gobierno nacional solo ofreció un 6% de aumento más un 10% – pactado con el gobierno anterior-. En diciembre, los docentes percibieron un 6% de aumento, en enero, no hubo aumento y en febrero, un 16%. Tanto las federaciones docentes como las no docente rechazaron esa oferta. “Es imposible garantizar una continuidad académica sin que se recomponga el salario de la docencia universitaria”, dijo la secretaria general de ADUNC.
Foro de rectores de la Patagonia
Los rectores y rectoras de nuestra región conformaron un foro para articular estrategias en conjunto. Las autoridades se reunieron con el gobernador de Río Negro y de Neuquén, con legisladores nacionales y provinciales de los distintos partidos para elevar solicitudes al gobierno nacional de actualización del presupuesto. Mientras tanto tejen redes con las provincias y municipios en busca de otras vías de financiamiento.
La UNCO consiguió que el municipio de Neuquén le condone a la universidad el pago de tasas municipales. Se está tratando de ampliar este beneficio a otras unidades académicas.
El Instituto Balseiro pone el foco en resguardar las condiciones de trabajo de los docentes e investigadores: “Nuestra prioridad en este momento es cuidar a las personas, si nosotros no tenemos los profesionales que desarrollan actividades no vamos a tener instituciones. Por mejor infraestructura con la que podamos contar, si no tenemos a las personas que hacen producir esa infraestructura, no tenemos nada. En ese sentido el salario es central, incluido el aumento acorde a la pérdida del poder adquisitivo”, dijo Mariano Cantero, director del Instituto.
La UNRN proyecta colaboraciones con la provincia y con sectores privados, además de explorar la posibilidad de atraer recursos internacionales. “Vamos a poner todo el esfuerzo en sostener las funciones esenciales de la universidad: crear conocimiento, formar profesionales y hacer extensión y transferencia tecnológica… Pero no podemos dar certeza plena de que vamos a poder hacerlo”, dijo Anselmo Torres.
Las casas de estudios son parte de la trama social y cultural de nuestra región. Las universidades son estratégicas no solo para ampliar el acceso a la educación superior sino también para redefinir las problemáticas de conocimiento desde el sur del territorio.
Por Verónica Battaglia
Foto portada: Mateo Silva Rey
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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