En febrero del 2022 se inaugura la carrera de medicina de la Universidad de Río Negro en Bariloche. Al Margen entrevistó a Germán Guaresti, director de la carrera, quien nos cuenta sobre un proyecto que desafía no solo el mapa curricular y las situaciones de enseñanza y aprendizaje, sino también las relaciones entre el sistema de salud y la comunidad.
“Cómo nacemos, nos enfermamos, nos sanamos y morimos es diferente en cada lugar del mundo“, dice el director de la nueva escuela de medicina. Esta carrera propone un abordaje de la salud, la enfermedad y los cuidados que atiendan las necesidades de nuestra comunidad. El plan de estudio fue diseñado a partir de una pedagogía innovadora, con recursos de alta tecnología y con la convicción de articular con los saberes de los pueblos originarios.
Esta nueva currícula plasma el cambio de rumbo en las ciencias médicas. Antes, en el enfoque biomédico se priorizaba el aspecto físico del cuerpo, ahora, la mirada es más amplia, se detiene en el cuerpo físico, emocional, espiritual, social y político. El perfil del egresado delinea un futuro profesional con una visión general de la medicina, conocedor de las problemáticas propias del territorio y con especial foco en la Asistencia Primaria a la salud (APS). El médico se supone un guía que acompaña y empodera a la comunidad en todo su proceso vital.
El lunes pasado el director de la carrera se acercó a la comunidad Millalonco-Ranquehue para comenzar a pensar los modos de trabajar juntos. Durante toda la mañana conversó con Laura Ranquehue -integrante de la Ruca Lawen- y el machi Cristóbal Tremigual -de forma remota- desde Chile, y antes se había encontrado con la machi Betiana Colhuan Nahuel de la Lof Lafken Winkul Mapu, para proyectar el diálogo entre el conocimiento académico y los saberes ancestrales de los pueblos originarios.
La Organización Mundial de la Salud define la salud como “el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades“. Sabemos que la enfermedad no solo está relacionada con cuestiones biológicas sino que también está condicionada por determinantes sociales. “En este nuevo paradigma –dice el director-, la salud se piensa como la capacidad de lucha. Lucha por la vida, por el empoderamiento sobre los procesos de salud, enfermedad, asistencia y cuidado, y esa lucha es junto a otros”.
La carrera dura 6 años, requiere de un curso y un examen de ingreso. Son solo 48 vacantes con un cupo protegido del 20 por ciento para estudiantes de la Línea Sur y de los pueblos originarios. Está estructurada en base a 3 áreas de conocimiento: el cuerpo individual -estructura y función-, el cuerpo en relación a los procesos de salud, enfermedad, asistencia y cuidados, y el cuerpo social. La formación está centrada en la teoría del aprendizaje basado en problemas. No hay clases magistrales sino clases asincrónicas a través de un campus bimodal e instancias prácticas donde se presentan situaciones complejas que tienen que ver con la realidad de la comunidad que los estudiantes deben resolver junto a tutorías en el terreno.
Las asignaturas -a diferencia de las materias tradicionales- despliegan un abordaje transversal a las diferentes disciplinas. “Por ejemplo –explica Germán Guaresti-, en la asignatura Vínculos se conjugan las distintas dimensiones de la piel: el origen (embriología), lo microscópico (histología), las enfermedades y las guías de tratamientos, la entrevista para afecciones de la piel, así como también se estudia cómo la comunidad vive los procesos de la piel, los tratamientos que históricamente se vienen utilizando y si existe una medicina de los pueblos originarios que trate estas afecciones. Además, se analiza la piel como un órgano de relación, las relaciones humanas, las relaciones institucionales, las relaciones entre el sistema de salud y la comunidad”.
El plan de estudios cuenta con una materia obligatoria sobre salud sexual y reproductiva con la posibilidad de profundizar esta perspectiva en la materia Géneros y Derechos Humanos. Entre las asignaturas opcionales se ofrece: Plantas para la Salud, Cannabis Medicinal, Antropología Médica y Pedagogía para Profesionales, entre otras.
La pandemia puso en evidencia la necesidad de contar con más personal y más recursos para la salud. “Es una carrera para que el que se reciba –dice Gemán Guaresti– se quede en nuestra región”. Un estudio de factibilidad realizado por la Universidad de Río Negro registró que son muy pocos los estudiantes que viajan a estudiar a otra provincia y que regresan a su ciudad de origen. “El sistema de salud necesita un cambio -agrega el director-. Ojalá seamos parte del engranaje que promueva ese cambio”.
Por Verónica Battaglia
Foto portada: Jero Zamora
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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