Aunque el conflicto pareció diluirse- y en la quietud solucionarse- la lucha llevada adelante en el Hospital Zonal Bariloche por mejores condiciones de trabajo y sueldos dignos no llegó a su fin.
Los acuerdos de aumento, que mejoraron en parte la situación, no solo siguen sin ser suficientes, sino que el costo que todavía pagan enfermeros y enfermeras por ejercer su derecho a huelga -que tuvo su punto más álgido con la huelga por tiempo indefinido en marzo- es el de decenas de trabajadores y trabajadoras imputados bajo el cargo de presunto abandono de funciones y cubrimiento de guardia en el Hospital Área Programa Bariloche.
Por estos días, mientras recorren pasillos y juntan pruebas para demostrar que siempre cumplieron con su deber, extraña la falta de visibilidad sobre una situación que consideran injusta. Pero hablar es complicado, ya que la precariedad laboral deja a muchos en la cuerda floja, a riesgo de perder sus fuentes de trabajo.
Una de las enfermeras que carga con este inicio de sumario explica que hay muchas irregularidades, como los sumarios a trabajadores que por esos días tenían certificado laboral o que les tocaba un turno diferente al que les es reclamado.
“Es muy raro todo, nos acusan de cosas distintas, como viendo por cuál vamos a caer. No venimos a trabajar tranquilos, nos sentimos perseguidos”, dice una de las personas que sufre persecución a raíz de la lucha. Y por si es necesario vuelve a recalcar: “Nunca hubo abandono de persona, porque todos los servicios, en el marco del paro, estuvieron con guardias mínimas. Garantizamos la guardia mínima”, señala.
Hoy son 32 los enfermeros en investigación de sumarios, algunos con más de 15 años de experiencia. Algunas causas ya se cayeron por la irregularidad misma de la acusación. Las consecuencias no son menores, desde la posibilidad de perder el trabajo a una mancha en el legajo que entorpece la carrera impidiendo accesos a otros puestos. “El principal temor para los de planta transitoria es el despido y aún, los que están en planta permanente están amenazados con un castigo que puede ser una suspensión”.
Frente a esta grave situación los trabajadores y trabajadoras se encuentran en periodo de recolección de pruebas, ya que desde la Junta de Disciplina demandan que cada uno haga su descargo y demuestre que siempre estuvieron predispuestos dentro del hospital.
“Está lucha fue para pedir dignidad al estado provincial. Somos muchos profesionales que constantemente nos seguimos formando para obtener nuestro título de grado, post grado y en ese momento pedimos que aumentaran el sueldo porque ganábamos $350 mil pesos, en marzo de este año cuando la canasta básica patagónica era de 960mil”, continúa la profesional de enfermería y relata que muchos se volvieron a sus provincias, otros pidieron créditos, muchos no tenían dinero para pagar el alquiler o para comprar comida.
“Tristemente nos han castigado por reclamar lo justo, nos han callado mediante el miedo a perder nuestros puestos de trabajo, le hicieron creer a la comunidad que habíamos abandonado nuestras funciones utilizando todos los medios de comunicación que tienen a disposición, pero no mencionan que los hospitales se caen a pedazos sin recurso humano y material”, completa y recuerda que el sistema de salud del Hospital atiende a la población sin obra social, sin prepaga, a aquellos que no pueden acceder a una cobertura privada. “es a ellos a los que el gobernador está dejando sin recursos, son ellos los que abandonan sus funciones como empleados públicos al no brindar salud a la población y restringen el acceso que es un derecho fundamental”.
Cortar por el hilo más fino
La demanda para que se desactiven los sumarios administrativos contra el personal de Enfermería de Bariloche a raíz de la huelga fueron llevados a la mesa de Salud en Viedma, donde, junto a la secretaria general de la seccional Bariloche, Patricia Reinahuel, asistió en representación del sector Débora Fleitas, enfermera y secretaria del convenio colectivo laboral del sindicato que todas las semanas se reúne con el abogado de ATE que está dando asesoramiento legal y acompañando esta situación.
“Consideramos que son acusaciones injustas y tergiversaciones de la información que se manejó ese día”, dice. “Siempre se avisó de todos nuestros movimientos, a pesar de lo cual acusan de abandono de persona, ese argumento se tiene que caer: los servicios estaban cubiertos”, señala y recuerda que se hizo llegar una nota al Ministerio de Trabajo con 48 horas de anticipación a la medida, además de que los servicios estaban cubiertos por los jefes de los servicios y por enfermeros de diferentes sectores: todos los trabajadores se encontraban en las instalaciones del hospital, disponibles para el servicio y conformando la asamblea permanente. “Ante una emergencia, un imprevisto que siempre ocurre, estábamos atentos, nos mantuvimos dentro de la institución. Incluso, hubo un accidente automovilístico y fue abordado correctamente por el servicio de la guardia”.
Por esta razón, desde hace tres meses están viajando a Viedma, aunque todavía no hay una clara respuesta a la situación, como señalaba otra de las trabajadoras, la mayor preocupación son los contratados, que es el eslabón más débil por las condiciones laborales. Pero, además, es importante señalar que todos estaban “en el marco de una medida que se tomó desde el sindicato, haciendo uso de nuestro derecho a huelga con medidas preventivas y con previo aviso”.
La situación salarial tampoco tuvo una salida que los haya dejado conformes. “El dinero no alcanza, los aumentos no son acorde la inflación que vivimos. Paralelo a eso estamos atravesando la problemática habitacional que tenemos actualmente. Muchas compañeras están pensando irse, porque el dinero es insuficiente y también están las subas de los impuestos desde que liberaron todos los subsidios y en una ciudad fría se nos complica muchísimo”. Está además la auditoría realizada recientemente en el hospital a partir de la cual se informó que había un porcentaje de personal que “estaría sobrando”.
“Dicen que sobran, pero hay poco personal de salud para la población que tenemos actualmente en la ciudad. Además, tenemos compañeros que se están por jubilar, otros que se trasladan. Actualmente tenemos problemas de atención, no podemos cubrir todo. Los trabajadores y trabajadoras están abatidos, angustiados. No está bueno la situación por las que nos están haciendo pasar”, completa Fleitas.
Por Violeta Moraga
Fotos: Pablo Candamil
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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