Los Títeres Andariegos llegan a Bariloche y otras ciudades de la región para dar lugar a este tradicional encuentro de la cultura. Al Margen dialogó con el autor de Hilos, Guantes e Ilusiones, libro que narra y recorre los antecedentes históricos de un arte de todos los tiempos.
“Cuando empecé a hacer la investigación no pensaban escribir un libro”, dice Flavio González. Es el autor del libro Hilos, Guantes e Ilusiones, que recorre en sus páginas la historia del teatro de títeres en la Argentina, rastreando sus primeros antecedentes hasta los años ’70. El mismo, se presentará en el marco del Festival de Títeres Andariegos el próximo viernes 17 de mayo a las 18 horas en el Puerto San Carlos.
Y cuando dice empecé, Flavio -titiritero y docente, trabajador de la cultura. Nacido en Azul, provincia de Buenos Aires, ciudad donde se realizó el primer encuentro de titiriteros del país- viaja por lo menos 40 décadas atrás para tomar la punta de ovillo que culmina en esta publicación macerada con años de entrevistas, recopilación de historias y charlas a lo largo del territorio. Un meticuloso trabajo que hoy constituye un acervo trascendente en el registro del arte titiritero, del que quizás no imaginó que un día sería parte.
“Vivía en Azul, provincia de Buenos Aires, había visto algunos espectáculos de títeres que me habían gustado y quería aprender, pero no había nadie que me pudiera enseñar. Entonces lo que hice fue ir a las bibliotecas a buscar libros de títeres y leer de construcción, cómo interpretar. Cuando consideré que estaba más o menos bien empecé a hacer funciones, a los 20 años”, recuerda Flavio, quien ahora vive en Cipolletti. También trae a la memoria el primer festival del que participó y no tiene prurito en reconocer la crítica despiadada. “Me destrozaron. Entonces se acercó uno de los titiriteros, me dio algunos consejos y me habló de César López Ocón, oriundo de Azul. Yo no lo conocía y fue así que cuando vuelvo a mi ciudad empiezo a investigar: fui a la hemeroteca del diario y empecé a buscar noticias sobre títeres. Ahí descubrí que en Azul hubo casi 20 grupos de títeres antes que yo”.
Fue alrededor de 1986 cuando Flavio empezó entonces a investigar la historia de aquellos que lo habían precedido a lo largo del siglo XX, en un círculo local que luego fue expandiéndose. “Los titiriteros andamos por todo el mundo, entonces esa historia se empieza a ramificar y de repente me encuentro escribiendo la historia de los títeres, pero nunca pensando en publicar un libro”.
Los cuadernos de anotaciones se iban multiplicando, como las grabaciones en casete que llegan a unos 200 registros que incluyen testimonios valiosísimos. “Los mismos colegas me decían: escribí un libro con todas esas historias, porque aparecían relatos que son historias que nadie conoce y ahí es donde me hace el clic: si no las cuento desaparecen”.
La llegada de la pandemia sintetizó el proceso. “Tenía una habitación llena de cosas, no solo de casetes sino de papeles escritos en lapicera. Así que toda la pandemia estuve escribiendo, hasta que salió”. Este tiempo le permitió además el uso de herramientas virtuales para conectar con gente con la que quizás jamás se hubiera podido acercar de otra forma, como fue, cuenta, Felipe Piña.
El historiador, que catalogó el libro como imprescindible, es quien finalmente hizo el prólogo de esta obra editada por Mónica Berman, quien justamente destaca: “Flavio tomó la decisión de llevar a cabo algo imposible. Es la conclusión que saco luego de la lectura de la totalidad del libro. Y, sin embargo, cumple con creces ese desafío que parece irrealizable”.
El arte titiritero
Junto con la presentación del libro, Flavio González estará presentando en el marco del Festival la obra de títeres Una historia de amor en Pehuajó: ¿Qué pasó con el tortugo Manuelito cuando Manuelita se fue a París? (ver programación).
– ¿Qué destacas en particular del arte titiritero?
-Para mí es el arte que tiene más sensibilidad para llegar a la gente, no específicamente a los niños – uno piensa en títeres y piensa en niños- pero en la Edad Media se hacía para adultos, era muy político. Me gusta trabajar en los barrios, llegas a lugares que no llegas de otra forma. Ahora por ejemplo tengo una gira por México, donde fui otro año también, y organizamos, contratados por el Estado, funciones en comunidades indígenas, donde no se pude llegar más que en avionetas o vadeando ríos. Dar funciones para chicos que nunca habían visto un títere es maravilloso. Me ha pasado también en Venezuela, de ir a lugares marginados a los que no entra nadie: la policía de la Municipalidad me dejaba 10 cuadras porque eran barrios peligrosos, y yo iba a hacer títeres y salía muy lindo. Llegás a lugares donde no llegarías de otra forma.
Todo ese recorrido, y los antecedentes de los que toma registro Flavio, se hacen presentes de alguna manera en esta nueva edición del Festival de Títeres Andariegos que hasta el 19 de mayo ofrece un sinnúmero de obras, talleres y actividades con sedes en las ciudades de Bariloche, Dina Huapi, Villa La Angostura y Fiske Menuco (Gral. Roca).
Como cuentan desde la organización, este año la consigna es La diversidad nos complementa y enriquece. “Nos parece importante poder reflexionar sobre este mundo diverso, tanto en la naturaleza como en las ideas, en las emociones, formas y colores. Creemos que la diversidad hace a la armonía y hoy es algo muy necesario”, manifestaron desde La Andariega Producciones, organizadora del festival.
Con 8 obras invitadas de elencos provenientes de la ciudad de Neuquén, Meliquina (NQN), Río Cuarto (Cba), Tandil (Bs As), Rosario (Santa Fe) y Mendoza (MDZ), habrá opciones para todos los gustos y edades, desde las infancias, adolescencias y teatro titiritero para personas adultas. También habrá espacio para los talleres, uno para educadores de todos los niveles y el otro para aprender la técnica del Pop Up para todas las edades.
Para más información, ingresar a la web https://www.titeresandariegos.ar/ o seguir las redes sociales IG @teatrotiteresandariegos o FKB /TiteresAndariegosBariloche.
Por Violeta Moraga
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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