Este miércoles la CTA convoca a las 9 una nueva marcha a Lago Escondido que sale desde Onelli y Moreno hasta el Centro Cívico y desde ahí hasta El Foyel, para recorrer el último tramo por el camino de Tacuifí.
El fallo de agosto del Superior Tribunal de Justicia (STJ) que revocó los fallos de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Bariloche y del ex juez civil de primera instancia Carlos Cuéllar que ordenaban garantizar el acceso a Lago Escondido por el camino de Tacuifí, no desalentaron a un grupo de militantes a emprender, otra vez, el intento de llegar a las playas donde construyó su mansión el empresario inglés Joseph Lewis.
La cita es a las 9 en Onelli y Moreno hasta el Centro Cívico y desde ahí hasta El Foyel, para recorrer el último tramo por el camino de Tacuifí. De la conferencia de prensa en General Roca participaron además de la CTA y sus sindicatos, entre ellos ATE, el gremio de docentes UnTER y las organizaciones que integran la UTEP (Somos Barrios de Pie, MTE, CCC, Frente Popular Darío Santillán).
El último fallo del STJ sobre el tema –al momento, el definitivo- sólo permite llegar libremente a Lago Escondido por el camino de montaña que nace desde la estancia de Wharton en Mallín Ahogado (Río Negro). Sin embargo, una columna de 30 militantes de varias organizaciones pudo comprobar días atrás que desde Lago Soberanía hasta Lago Escondido no hay traza por falta de mantenimiento y señalización. Habían salido el lunes 5 de febrero y regresaron el 11. Durmieron bajo lluvia y temperaturas bajo cero.
Por eso, este miércoles, la CTA volverá a pedir el libre acceso por el camino de Tacuifí, cercado con un portón construido en 2021 por vecinos de la zona que respaldan a la empresa de Lewis, Hidden Lake.
Insistirán a pesar del cambio de época, en que el presidente Milei decretó la derogación de la Ley de Tierras de 2011 que impedía la concentración particular y extranjera de hectáreas y el gobierno cajoneó la acción judicial contra la empresa Hidden Lake SA que buscaba declarar nula la compra de tierras alrededor de Lago Escondido en 1996 por tratarse de una zona de frontera.
Insistirán a pesar de que las fuerzas federales a las órdenes de Patricia Bullrich quieran despejar a como dé la Ruta Nacional 40 por donde van a movilizarse, o que las fuerzas provinciales a las órdenes de un Ejecutivo alineado en la Justicia con Hidden Lake poco impida las agresiones como las que recibieron el año pasado nueve militantes en la última marcha a Lago Escondido, algunos de ellos con contusiones en la clavícula, moretones en la zona occipital izquierda del cuero cabelludo y costillas, propiciadas por cinco pobladores imputados en septiembre: Hugo Araneda, Graciela Hernández, Andrés Sains Antonín, Nicolás Puchi y Enzo Puchi.
Por Pablo Bassi
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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