Un informe revela que sólo 13 de cada 100 estudiantes de Argentina empezaron primer grado en 2011 y terminaron secundaria en 2022 con conocimientos satisfactorios en lengua y matemática. En Río Negro el promedio se eleva a 18 alumnos, sólo superado por CABA. La opinión del ministro de Educación de la Provincia, Pablo Núñez, y el Profesor en Ciencias de la Educación, Luciano Richini.
Solamente 18 de cada 100 estudiantes rionegrinos que empezaron el primer grado en 2011 terminó la secundaria en el tiempo esperado -o sea en 2022- con conocimientos satisfactorios de lengua y matemática. El número bajo supera de todos modos el promedio nacional de 13 estudiantes, y sólo es superado por la Ciudad de Buenos Aires con 29 estudiantes.
El panorama preocupa a las organizaciones civiles nucleadas en el Observatorio de Argentinos por la Educación, autoras del informe “Índice de Resultados Escolares: ¿Cuántos estudiantes llegan al final de la secundaria en tiempo y forma?”, que entrecruza datos del Relevamiento Anual del Ministerio de Educación de la Nación y las pruebas Aprender 2022 de secundaria.
Estas cifras, en parte basadas en datos posteriores a la pandemia, expresan un retroceso general. Río Negro, puntualmente, mejoró su promedio en relación a la camada 2005-2016 (+ 1 estudiante) y empeoró con respecto a la 2009-2020 (- 1 estudiante).
Desglose
Al analizar la finalización de la escolaridad sin considerar los conocimientos aprendidos, se observa que 61 de cada 100 chicos de Argentina pudieron hacerla a término. Este número promedio, mayor al de camadas anteriores, es liderado por Tierra del Fuego (83%) y Río Negro (76%). En el otro extremo se ubican Corrientes (38%), Misiones (45%) y Santiago del Estero (45%).
“El informe permite inferir que el sistema educativo rionegrino ha mejorado sus indicadores sustancialmente al incluir y contener mayor cantidad de estudiantes en las sucesivas cohortes, pasando del 39% al 76% en la última cohorte de estudio”, explicó a Al Margen Pablo Núñez, ministro de Educación de la provincia.
“Es una muy buena noticia pero requiere profundizar esfuerzos en la implementación de políticas públicas para llegar a ese 24% que hoy requiere mayor tiempo para la finalización de los estudios en el tiempo teórico”, agregó y destacó, entre otras causas, las posibles condiciones socioeconómicas de entorno familiar.
Núñez explicó que los índices de finalización de estudios de Rio Negro mejoraron en las cohortes que contemplan la implementación de la nueva escuela secundaria rionegrina. “Al incremento de retención que experimentó nuestra nueva escuela secundaria (que fuera uno de sus objetivos originales, no el único) al incorporar la mirada de finalización de estudios en el tiempo teórico transcurrido, se incorpora el componente de titulación del nivel y el aumento en este sentido indica que vamos por un buen camino”, precisó.
Para Lucas Richini, Profesor en Ciencias de la Educación, la preocupación principal no debería pasar por el tiempo esperado en que los estudiantes finalizan la escolarización sino en las condiciones que impulsan ese posible retraso.
“No estoy de acuerdo con esos dispositivos estandarizados de evaluación. Por lo general, los resultados de esas evaluaciones ponen el problema en los estudiantes que no aprenden, lengua o matemática, pero poco se habla de la enseñanza. Es complejo de analizar porque las causas son múltiples”, agrega.
“Quizás sea necesario fortalecer la articulación entre las escuelas secundarias y los distintos niveles educativos, primaria y universidad, problematizar las propuestas de enseñanza para correr del centro de la responsabilidad a les estudiantes y sus vidas. Como expresa el sociólogo de la educación Emilio Tenti Fanfani, ´la escuela sola no puede, pero sin la escuela no se puede“.
El Observatorio de Argentinos por la Educación enfatizó su preocupación en el descenso de estudiantes con requerimientos mínimos de matemática y lengua que finalizaron en doce años su escolaridad. El informe indica la existencia de una marcada relación entre los resultados por jurisdicción y nivel socioeconómico (NSE) de los estudiantes. Aunque la correlación no es perfecta, se observa que la jurisdicción con el NSE promedio más bajo (Santiago del Estero) también registra el Índice de Resultados Escolares más bajo, mientras que la jurisdicción con el NSE promedio más alto (CABA) presenta el Índice de Resultados Escolares más elevado.
“Tenemos una buena noticia ante nosotros: se va ampliando la cantidad de estudiantes que avanzan en su escolaridad y llegan hasta el último año de secundaria”, dice Irene Kit, de la Asociación Civil Educación para Todos. “Y un dato para preocuparnos: aún sin haber repetido o abandonado, son cada vez menos los estudiantes que dan evidencia de saberes matemáticos consolidados. Tenemos un logro para conservar, y un déficit para revertir: tanto lengua como matemática caen, pero es mucho peor en matemática. Las pruebas PISA 2022 tuvieron como eje especial la enseñanza y aprendizaje de matemática: es clave que estemos dispuestos a entender mejor qué pasa”.
Sólo 1 de cada 10 jóvenes de 18 años están preparados para enfrentar los estudios superiores, dice Magdalena Benvenuto, directora ejecutiva de la ONG Educar y Crecer. “Esta tragedia no puede explicarse exclusivamente como un fracaso de la escuela secundaria o por factores coyunturales como la pobreza, porque la tendencia negativa del desempeño de los estudiantes del secundario en Argentina ya arrastra 20 años. Es entonces necesario analizar al sistema educativo de raíz”.
Al respecto, Pablo Núñez señaló que los resultados Aprender muestran una “necesaria reflexión sobre la manera en que abordamos la enseñanza de Lengua y Matemática en nuestras escuelas”. No obstante, el ministro aclaró que la Provincia transita una reconversión alentada por la formación docente inicial y continua, la extensión de una hora de clases y los talleres de sábados.
Por Pablo Bassi
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen