El proyecto de Ley “Plantas para la Salud” ya comenzó su recorrido y da cuenta de la potencia del trabajo en red y las múltiples posibilidades que se abren para la comunidad y la revalorización del acervo cultural de los pueblos.
El cuidado de la salud a través del uso de plantas medicinales sigue abriéndose paso como una vertiente que se ramifica. El proyecto de Ley “Plantas para la Salud”, presentado por las legisladoras del Frente de Todos María Eugenia Martini y María Inés Grandoso, empuja también este camino y ya genera intercambios en busca de hacer crecer y mejorar la propuesta de manera articulada con los diversos actores que intervienen.
El programa cuenta con el asesoramiento de la reconocida médica naturista Sara Itkin, quien viene andando un largo camino en el estudio del uso medicinal de las plantas, con cuatro libros dedicados al tema y numerosos artículos que le han valido reconocimiento a nivel nacional.
El conversatorio, que se dio días atrás en la sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), dio cuenta de la potencia del trabajo en red y avizora un interesante recorrido.
“Podemos juntar en este diálogo intercultural los saberes académicos -las plantas en su mayoría están estudiadas, se saben qué principios activos tienen, como actúan- y también el acervo cultural: las plantas forman parte de este acervo cultural de los pueblos. De alguna manera, hay que trabajar mucho con este aspecto, desde lo que es la etnobotánica, la antropología, y fundamentalmente el sentido común: el respeto al saber, a esa persona que viene y nos habla de una planta que tiene un uso ancestral. Desde ahí vamos a gestionar la posibilidad de ir sumando otros saberes y enriquecer el programa”, dice Sara Itkin.
Justamente, una pieza fundamental del proyecto es la conformación de un grupo asesor que llevará adelante el programa de investigación, asesoramiento y promoción de políticas públicas sobre plantas medicinales, particularmente en atención primaria de salud.
“Cuando surge la idea de crear este proyecto, un programa de plantas para la salud, nos basamos también en experiencias registradas en otras provincias, y lo que sucede en otros países vecinos, como Chile, que ya tiene un libro hace muchos años desde el ministerio de Salud sobre medicamentos tradicionales (en base a las plantas y cómo se usan). Acá en Argentina nos parecía interesante un trabajo que se hizo en Misiones en el 2007 y que se llamó Cultivando Salud”, repasa Sara y recuerda que desde el Ministerio de Salud se tomaron plantas nativas, y no nativas pero muy usadas por la población, y se hicieron cuatro fito medicamentos a través del laboratorio provincial para ser distribuidas en el ámbito de la salud pública. El resultado fue muy bueno.
“En base a eso tomamos la posibilidad de este proyecto. Creo que este programa tiene que tender a fomentar el diálogo intercultural, donde se pueda aportar el conocimiento académico, científico, desde las plantas y desde la misma comunidad”, continúa Sara.
Y este intercambio al que se refiere no son palabras en el aire. Justamente, en el conversatorio organizado por la misma Universidad con objetivo de conocer los alcances del proyecto de ley, intercambiar conocimientos sobre el uso medicinal de plantas de la zona y debatir sobre la producción vegetal, preparados farmacéuticos y regulaciones necesarias, el encuentro fue múltiple.
Junto a la legisladora María Eugenia Martini, la Dra. Sara Itkin, el vicerrector de la Sede Andina, Diego Aguiar, la directora de la Escuela de Producción Agropecuaria que depende la Tecnicatura en Viveros , Martha Riat, y el director de la carrera de Medicina, Germán Guaresti, estuvieron acompañando la jornada y participando activamente del intercambio un nutrido grupo de personas que lo largo de todos estos años vienen trabajando con las plantas, generando talleres, haciendo preparados, incluso, acercándose desde otros puntos del territorio para hacer su aporte y contar sus experiencias, plantear sus dudas, aportar saberes y hacer crecer el diálogo para seguir abriendo caminos.
La universidad al servicio de la comunidad
“Cuando supimos del proyecto enseguida el vicerrector propuso hacer algo desde la universidad para apoyarlo, por muchas razones: primero como posicionamiento político, porque esto es calidad de vida para la comunidad. Es validar conocimientos, trayectorias, salir de ese modelo médico hegemónico de yo sé lo que tengo que hacer y no escucho otra cosa”, dice Germán Guaresti y recuerda, justamente, el espíritu con el que nace la carrera de medicina que cumple su primer año de vida. “Nuestra carrera tiene esa perspectiva comunitaria de la atención primaria de la salud desde el primer momento. Específicamente en tercer año tenemos una asignatura que es plantas para la salud”, cuenta y detalla que terminando el primer año el 97% de los estudiantes siguen en la carrera, un número sumamente importante ya que el abandono se da generalmente en los primeros años.
“Pretendemos la formación de un médico o médica que realmente pueda integrarse a la comunidad donde va a trabajar. La formación en contexto es importante porque no es lo mismo la necesidad de la zona andina que del altiplano en el norte, el territorio es muy heterogéneo y cada comunidad tiene sus características”, completa y en este sentido lo vincula con la propuesta del programa de plantas para la salud.
Como señalará más tarde el vicerrector de la Sede Andina, Diego Aguiar, lo cierto es que la Universidad tiene varias de las patas de conocimiento fundamentales que integran este proyecto a través de la posible articulación con la escuela de producción agropecuaria, la carrera de Viveros, la de producción vegetal orgánica que se brinda en Bolsón y la licenciatura en Agroecología, única en el país, sumándose la carrera de medicina que abrió este año pensando justamente en la realidad social de la región.
“Ponemos a disposición no solamente el ámbito para el debate, sino que quedamos a disposición para el proyecto con los investigadores e investigadoras, docente de todas estas disciplinas. Las universidades son un campo importante como generadoras de conocimiento, pero tampoco creemos que el monopolio del conocimiento esté en estos lugares, sino que nos podemos nutrir de saberes que circulan por múltiples instituciones y personas”, señala.
“Me parece maravilloso que la carrera de medicina contemple esto: fomentar el diálogo, el respeto a saberes diversos, a la historia de la gente y de las plantas”, continúa Sara y Martínez completa: “Lo interesante del programa, lo que nos interesa, es que quede instituido dentro del Ministerio de Salud, sea la gestión que sea. Nos resulta interesante un punto de partida a introducir este tema, volver a los saberes ancestrales y fundamentalmente poder, en los centros de atención de toda de la provincia, llevar esto a cabo, algo que hoy muchas veces se hace a pulmón”.
“Nos entusiasma mucho esta propuesta, aparece una gran oportunidad de avanzar también desde el cultivo. Cuando pasamos a una escala de nivel de propuesta del sistema de salud tenemos que pensar volúmenes distintos y ahí aparecen oportunidades de trabajo interesantes”, señala por su parte Martha Riat y queda en el aire la idea del trabajo cuidado y la revalorización de las nativas sobre las distintas escalas que se van proponiendo.
En ese sentido, destacan la importancia de la formación de todos los equipos de salud. “Así, ese dialogo se afila, se engrandecen los equipos. Hoy vemos una necesidad de capacitación en muchos lugares, una necesidad de aprender de las plantas. Este programa pasa a ser una gran red”, continúa Sara.
Cabe destacar que, justamente, el programa Plantas para la salud tiene entre sus objetivos capacitar e incorporar en la atención primaria de la salud conocimientos y prácticas sobre plantas medicinales, sin perjuicio de lo establecido en la normativa nacional sobre Medicamentos Fitoterápicos. Asimismo, proponer un plan anual para la capacitación, investigación e intercambio de conocimientos en el ámbito de la fitoterapia; Recibir consultas y promover actividades de difusión relacionadas al Programa en todo el territorio de la Provincia; Conocer, analizar y fortalecer la cadena productiva de plantas medicinales y afines en el ámbito de la Provincia y Promover las investigaciones en especies vegetales medicinales y conocimientos tradicionales de sus usos. Vale la pena señalar que el programa promueve acuerdos con la Productora Farmacéutica Rionegrina Sociedad del Estado, a fin de impulsar medidas que promocionen la investigación, elaboración y el uso de los preparados fitosanitarios.
“Ahora viene la etapa nutritiva: cuando uno inicia el recorrido de un proyecto, en el trascurso de la discusión, del análisis, de ir sumándole insumos en función de la práctica de los que están en los centros de salud, le da mayor nutrición al proyecto para que sea de fácil aplicación, para que se pueda llevar adelante. Tenemos una farmacia del Estado provincial, eso también es importante, tenemos universidades, tenemos todo un aparto de ciencia y técnica que nos puede ayudar a llevar adelante este proyecto”, concluye Martínez.
Por Violeta Moraga
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen