El INDEC dio a conocer los nuevos índices de pobreza e indigencia en la Argentina que se mantienen en porcentajes muy altos. Facundo Malvicino, economista integrante del OCEPP y de la Universidad Nacional de Río Negro, explica el escenario que combina crecimiento económico, pérdida de poder adquisitivo e informalidad laboral.
El número de personas pobres en la Argentina decreció muy levemente, según los datos recogidos por el INDEC para el primer semestre de este año publicados ayer. Pasó del 37,3% al 36,5% de los habitantes. La indigencia, en cambio, pasó del 8,2% al 8,8%. Las familias que a junio de este año no percibieron por mes al menos $104.216 son pobres. Y las que no percibieron al menos $46.525 son indigentes.
Es llamativo otro dato dado a conocer también esta semana por el INDEC. La actividad económica creció en el último año un 5,6%. Creció más rápido que la desaceleración de la pobreza y el incremento de la indigencia. ¿Dónde está la explicación? En la relación salarios/inflación. En el primer semestre los salarios avanzaron en promedio un 34,3%, mientras que la canasta básica alimentaria un 41,4%.
La porción de personas pobres e indigentes es mucho mayor entre los trabajadores de la economía popular (monotributistas e informales) que entre los asalariados formales. El Observatorio de Coyuntura Económica y Políticas Públicas (OCEPP) lo calculó en el primer trimestre en el 8,4% y el 3%, respectivamente. Más del doble. (https://www.ocepp.com/post/monitor-de-la-economia-popular-agosto-2022)
Sobre estos temas dialogamos con el economista Facundo Malvicino, integrante del OCEPP y de la Universidad Nacional de Río Negro, quien este viernes participará de un panel sobre trabajo y salario básico universal en Bariloche junto a referentes del MTE y del Frente Patria Grande.
– ¿Por qué sigue siendo tan alto el número de pobres?
-A pesar del crecimiento económico, hay cierta debilidad en el mercado de trabajo dado que la mayor proporción de empleo generado no ha sido el registrado. Hay una mayor precarización. Otro punto es la aceleración de la inflación, que erosiona los salarios. Empieza a verse que las paritarias no alcanzan a recuperar el poder adquisitivo. Los precios vinculados a alimentos y vestimenta son los que más se aceleraron y asimismo son los más consumidos por los sectores populares. Entonces esa debilidad del mercado de trabajo comienza a incidir en los niveles de pobreza. Si trasladamos estos índices a los beneficiarios de programas sociales y asignaciones -la población más desfavorecida- la incidencia es mayor.
-El OCEPP informaba que la indigencia entre los trabajadores de la economía popular duplica al índice entre los asalariados formales.
-A partir de este dato observamos la necesidad de tener un programa de ingresos universal.
-Decías que el número alto de pobres se explica por la inflación y la informalidad laboral. Supongamos que la inflación bajara, como supone el ministro Massa. ¿Qué pasará con la informalidad laboral? ¿Se consolidará o se reducirá?
-Vemos mucha incertidumbre, poca decisión de invertir y tomar personal. No me animo a decir si es una tendencia que va a crecer. Puede revertirse si hay crecimiento, y la consolidación del crecimiento está sujeta a las condiciones del sector externo, que es la posibilidad de conseguir divisas. Creo que habrá reticencia a incorporar mano de obra formal.
-El escenario de ajuste fiscal acordado con el FMI para 2023 no acompaña.
-La presencia del sector público en la economía se irá reduciendo, es parte de ese compromiso. Se sentirá en la inversión pública y en los servicios del Estado (educación, salud), en los subsidios al transporte y la energía, en las transferencias a las provincias.
-Hablemos del proyecto de ingreso básico por tres meses para personas en situación de indigencia que está en el Congreso.
-El proyecto original de salario básico universal tenía una mirada más amplia y prolongada. Que el proyecto actual sea más limitado habla, en cierta medida, de lo inclinadas que están las relaciones de poder.
-Si fueses ministro de Economía, ¿instrumentarías un salario básico universal en esta coyuntura?
-Creo que la posibilidad de llevar adelante un proyecto de estas características requiere de mucha voluntad política y respaldarse en los sectores que más lo necesitan. El proyecto que envió Itai Hagman al Congreso (https://www.telam.com.ar/notas/202205/591967-diputados-frente-de-todos-proyecto-salario-basico-universal.html) es técnicamente realizable en estas condiciones. Por supuesto, implicaría tocar intereses que hoy no ceden.
Por Pablo Bassi
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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