La película Gigantes dirigida por Natalia Cano se estrenó en agosto en el cine Gaumont de Buenos Aires -sueño de todo documentalista-. Su primer documental Escondidos Al Oeste del Pichi Leufu ha rodado por muchas de las escuelas secundarias de la provincia. Su tercer trabajo -en etapa de postproducción- está basado en el libro La Tierra de los Otros, compilado por investigadoras de la Universidad de Río Negro.
Natalia, una nómada recolectora de imágenes, se asoma a los rincones de la estepa. Su derrotero empieza en Pichi Leufu con un relato coral de los hijos y nietos de sobrevivientes de la conquista del desierto. Sus voces trazan las formas de la resistencia en un territorio aislado por la nieve y el olvido. Algunos fueron corridos de sus lugares de pertenencia, otros escaparon del ejército del coronel Villegas, todos tuvieron que esconder su lengua. Escondidos Al Oeste del Pichi Leufu es una película que interpela a los jóvenes, porque son historias encarnadas que amplían la trama del relato escolar. “Muchos de los chicos que son del campo y vienen a la ciudad empatizan con estas historias. Viven acá, pero sus abuelos son del campo y les contaron sobre la problemática de la tierra” -dice la documentalista-.
Luego, Natalia se dirige al sur, hacia el río Senguer en Chubut. Su segundo documental va al hueso: cuenta la necesidad de recuperar ese material proteico que estructura a la comunidad Liempichun Sakamata: los restos del hijo del cacique Liempichun guardados en un depósito en el Museo del Hombre de París. En 1986 el conde Henry de La Vaux viajó durante 18 meses por la Patagonia recolectando restos humanos para analizar la posibilidad de que los gigantes de nuestras tierras fueran el vínculo perdido entre el hombre de la edad de piedra y el hombre moderno. Sakamata Liempichun medía 1, 98 metros. En su diario, el conde describe fríamente la tarea de convertir un cuerpo sepultado en una pieza de museo. Sabe que lo hace por el bien de la ciencia, pero “en un momento -escribe– me espanto de mí mismo”.
El ajuar funerario de Liempichun se encuentra en el museo de la vida cotidiana en París. El platero Mauro Millán, en el documental, categoriza a este museo como el lugar donde está el saqueo del mundo. El platero pone en duda lo que dice La Vaux a propósito de los intercambios que el conde realizaba con las mujeres del cacique Saihueque. Explica que es difícil que una mujer originaria se desprenda de una pieza de plata porque tiene un lazo especial con ese objeto, cada alhaja está asociada a un momento clave de su vida.
Desde Chubut a Francia, la cineasta toca la puerta del museo del Hombre, difunde esta historia en los medios franceses y se suma a la comisión de apoyo para la restitución. Este compromiso con la comunidad valida la primera persona en el documental. La decisión de que la cronista sea un personaje más en la trama había sido uno de los requisitos para conseguir financiamiento francés. El público europeo necesitaba de una narradora que mediara entre ese universo exótico y la gran urbe. Aunque el proyecto se concretó con fondos nacionales, Natalia sostuvo esa decisión. “Me pregunté varias veces sobre mi derecho a contar una historia que no me toca personalmente. Pero me di cuenta que sí estoy involucrada, no desde el lugar más obvio”.
El documental es parte de esta causa no solo porque reactivó el proceso de restitución que la comunidad aguarda desde 2015, sino que incomodó a las autoridades del museo y sensibilizó a mucha gente sobre esas zonas olvidadas de nuestro pasado. Cuando se proyectó en el festival Bio Bio en Chile vía Facebook -todavía en pandemia-, muchísima gente se conectó y comentó -en vivo- la película. “Nunca más voy a entrar a un museo y voy a mirar las piezas de la misma manera” -comentó una espectadora en el FAL 33 2021.
El presidente francés Macron prometió a Alberto Fernández devolver Liempichun a su tierra -sin la necesidad de esperar que se promulgue la ley que desclasifica los esqueletos de los museos. Esto todavía no ocurrió. Mientras tanto este film va a seguir en movimiento en las salas INCA de la provincia poniendo en valor las historias de nuestra región.
Esperamos ansiosos la salida de su última obra: Archivo del (no) desierto, una serie de cuatro capítulos a proyectarse en Canal Encuentro. Junto a la historiadora Pilar Pérez despliegan la investigación sobre la cesión de tierras públicas a manos privadas, poniendo en escena ciertas lógicas del presente que justifican el racismo, este sistema que privilegia a algunos y deja a otros en una tenencia precaria del territorio.
Por Verónica Battaglia
Foto portada: Euge Neme
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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