El ámbito de la comunicación no escapa a la precarización laboral que viven las mujeres, recorrido que comienza en la entrevista laboral hasta la difícil tarea de llegar a puestos jerárquicos. Acercamos la lupa a las experiencias de dos mujeres comunicadoras, en diferentes ámbitos laborales atravesados por el mismo sistema patriarcal.
“Utilizar la herramienta del paro permitió poner en escena la trama económica de la violencia patriarcal, visibilizando las tareas de cuidado y domésticas, el trabajo informal y las formas de asociación autogestivas y comunitarias llevadas a cabo mayormente por mujeres”, apunta el documento de Ni Una Menos de este 2022.
Esquel. Chubut.
Eva Herrera es la Secretaria de Medios Cooperativos y Autogestionados de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN) y periodista del Diario cooperativo “La Portada. Diario de los trabajadores”. Reside en la ciudad de Esquel, provincia de Chubut.
– ¿Cómo llegaste a los medios de comunicación?
-Me gustaba mucho escuchar radio, en principio mi idea era estudiar locución. Cuando fui al ISER me pareció que iba a tardar muchísimo en entrar, por los requisitos, y otra carrera parecida era el periodismo. Ingresé en la Escuela Superior de Periodismo (el Instituto Grafotécnico) en la zona de Congreso, Capital Federal, en aquél entonces era una tecnicatura.
Luego, insertarse en el mundo laboral fue bastante complejo. “Antes de recibirme empecé a incursionar en radio, en esas radios que en los ‘90 se llamaban “truchas”, con producciones propias, pagando el espacio. Después una empieza a buscar la formalidad y en el 2004 surgió la oportunidad de venir al Sur. En Esquel ingresé en los medios en la prensa gráfica, también fui trabajando en otras radios, haciendo el móvil, después pasé “al piso”, en estudio, y luego tenía a cargo el informativo de esa radio. Eso fue durante ocho años. Luego solo me dediqué a los medios gráficos, hasta que en 2017 el diario provincial en el que trabajaba cerró sin pagar los salarios a los trabajadores y allí surgió la cooperativa”.
-Hasta antes del nacimiento de la Cooperativa, ¿cómo eran las condiciones laborales?
-Los sueldos en prensa siempre fueron bajos, en las oportunidades que pude trabajar bajo convenio 541, los sueldos eran lo que indicaba el convenio. Pero costó mucho llegar a esa instancia, que aquél diario adhiera al convenio. Y en radio, sobre todo, el sueldo suele ser lo que el dueño puede o te quiere pagar. Mi trabajo en radio siempre fue un sueldo extra porque me sostenía económicamente con la gráfica. En Esquel no hay convenio de salario para radio, entonces lo que paga el empleador no siempre se condice con las responsabilidades que tiene el trabajador, que van desde hacer el móvil hasta estar en piso. Por otro lado, mientras trabajes bajo convenio, se respetan las vacaciones, licencias o días no laborales que se trabajen.
-Y en este trayecto que has recorrido por medios de comunicación, ¿has tenido más compañeras que compañeros o al revés?
-Siempre son más los varones. Ahora en la cooperativa somos tres mujeres y cuatro varones. Cuando estuve en un diario provincial yo era la única mujer, en radio yo hacía el móvil y era la única mujer. Y en lo personal no me tocó tener jefas, ni en la radio ni en los diarios, ni siquiera encargadas de agencia y de echo yo no creo que una mujer llegue – sobre todo acá en Chubut – a un puesto importante en los medios, no lo he visto. Y no porque no tuvieran capacidad. A mí me da la impresión que tiene que ver con que “el hombre jefe confía más en otro hombre” y por otro lado siempre está esto de que la mujer va a faltar más porque tiene o va a tener hijos. De hecho, cuando yo entré a una de las radios lo primero que me preguntaron en la entrevista fue: ¿tiene hijos? ¿Piensa tenerlos?
Eva recuerda cuando alguna vez tuvo que llevar a su madre a la redacción del diario hasta poder llevarla al hospital porque no podía dejar de ir al trabajo. Ante esta situación, la respuesta de su jefe fue “voy a bajarte un par de páginas para que no estés tan complicada”.
“Lamentablemente las trabajadoras de prensa tenemos que tener dos o tres trabajos para poder llegar a un ingreso que nos permita un sustento económico y, si bien también les pasa a los hombres, en nuestro caso es más complejo porque tenemos otras tareas para hacer, que no son remuneradas ni reconocidas. Es un dato que lamentablemente hay que resaltar ya que nos trasciende a todas tener varios trabajos y sumarle el doméstico y de cuidados, más la informalidad que hay en algunos medios”.
– ¿Cómo fue llegar a la vida sindical desde los medios de comunicación?
-En 2013 empecé a trabajar en la seccional Esquel de ATE, a hacer la prensa institucional, y a partir de ahí me pareció importante involucrarme en mi propio sindicato y fue fundamental cuando ocurrió la pelea entre los diarios que dejaron a los trabajadores sin trabajo, la lucha se dio junto al sindicato y la FATPREN. Incluso cuando formamos la cooperativa reformamos el Estatuto del sindicato para poder incluir a los trabajadores monotributistas y autogestionados, y que incluso pudieran tener cargos electivos. Esta conducción tiene seis cargos en la Comisión Directiva del sindicato que ocupamos quienes formamos la cooperativa. A partir de allí, intentando hacer notar que la cuestión en prensa estaba cambiando, que no solamente estaban los trabajadores de los medios formales (o comerciales), sino que estábamos los otros, los que éramos trabajadores formales y nos quedamos sin empleo. Fueron varios años hasta que la nueva conducción del sindicato entendió que los trabajadores autogestionados tenían que tener mayor contención, está claro que no peleamos una paritaria, pero sí hay cosas que podemos hacer, que podemos gestionar, y allí surgió la idea de tener la Secretaría de Medios Cooperativos y Autogestionados. Para mí la cuestión sindical es una forma de vida y ATE fue una gran escuela.
– ¿Crees que los medios cooperativos aportan al sindicato otros puntos de vista?
-Por la experiencia que tenemos en Esquel, sí. En función de la agenda periodística creo que muestra una agenda diferente a los medios tradicionales, instalamos temas y hay una producción distinta. Aporta una visión diferente y lo que estamos viendo a nivel nacional: cada vez son más los medios autogestionados. El diario La Portada es el único diario local, se distribuye los miércoles y tiene un sitio web que se actualiza todos los días. Redactamos tres periodistas (2 mujeres y 1 varón) y la tapa se decide entre los tres.
Bariloche. Río Negro.
“Yo soy de Paraná y estudié en la Universidad Nacional de Entre Ríos, me recibí de Licenciada en Comunicación Social. Siempre me gustó mucho la comunicación institucional u organizacional, tuve la experiencia de trabajar en un sindicato que me permitió conocer y armar las distintas estrategias de comunicación dentro de una organización de ese tipo”. Así se presenta Soledad Anselmi, quien actualmente ocupa el cargo de Técnica Profesional en el Departamento de Comunicación Interna de la Dirección de Recursos Humanos del Municipio de Bariloche.
“En el 2010 llegué a Bariloche decidida a dedicarme exclusivamente a mi profesión, lo cual no fue muy fácil porque la precariedad de nuestra ocupación es muy alta. La comunicación institucional u organizacional no es todavía entendida en su total dimensión, y si lo es, no es remunerada como corresponde. Pasé por el Consejo Municipal siendo asistente en la Dirección de Comunicación y luego se abrió un concurso para entrar a la Dirección de Comunicación del Municipio, que es lo que se llama “la prensa del Municipio”. Esto fue algo insólito ya que lamentablemente en las instituciones públicas la comunicación se entremezcla mucho con la gestión partidaria que esté al frente de ese período de gobierno, entonces les es muy difícil dividir lo que es una comunicación institucional-que es un deber del Estado Público dar publicidad a sus actos- con lo que es la comunicación de la gestión que cruza lo partidario”, nos cuenta Soledad.
Recordando sus inicios cuenta que en una de las tantas entrevistas laborales en las que participó por un concurso en una Universidad, la mujer que la entrevistaba le preguntó si tenía hijos y qué expectativa tenía de tener hijos y eso “fue un puñal porque más allá de que esperaba que un hombre me lo preguntara, eso cruza todo el tiempo cuando vas a buscar un trabajo. Eso me marcó mucho y fue como un baldazo de agua fría y lo que pasó después de esa entrevista es que pude lograr un empleo autogestivo, como fue Galería Bariloche, y ahí mi presentación podía ser otra porque yo iba con trabajos míos, pero en aquél comienzo cuando tuve la oportunidad de llegar a esa instancia de un concurso y que alguien te pregunte si vas a tener hijos, fue un golpe muy bajo. Y con el tema de la precarización laboral existe en todos los ámbitos en nuestra profesión – sea lo institucional, sea lo periodístico, ya que al estar en el Sindicato de Prensa local conozco la realidad de mis colegas: muchos mal contratados, muy pocos con algunos sueldos estables”, relata Anselmi.
El trabajo que realiza Soledad en el municipio barilochense tiene que ver con la circulación de información y acciones ligadas al vínculo entre las distintas áreas del municipio, cuentan con medios de difusión propios que son internos para el personal municipal. “Tenemos una gran diversidad de público porque hay 2000 personas en el municipio y más de 90 edificios distribuidos en toda la ciudad lo que permite generar estrategias de comunicación”.
-Pensando en el 8M y en las reivindicaciones que aún faltan, ¿en qué se está en deuda con las mujeres trabajadoras?
-Primero creo que los Estados se tienen que fijar mucho en el tema del cuidado de las mujeres y de las personas más vulnerables, creo que el patriarcado y este sistema que nos invade a todas y todos ha penetrado en las instituciones y falta ese sistema de cuidado ante la violencia que puede tener una persona mujer o en estado de vulnerabilidad. Cómo generamos circuitos y contención y que la Institución sea la que la cuide. Revisemos todas las instancias para poder cuidar a las personas vulnerables desde las Instituciones. Y después, como persona relacionada a los medios de comunicación, sigue pendiente que nuestros/as colegas tomen en serio el tema de la comunicación no sexista y puedan empezar a replantear cómo comunican estas noticias que duelen y son violencias y son revictimizadas por boca de quien debería – y deberíamos- poder tender a una comunicación que no discrimine, que incluya y que no violente.
Por Mariela Martínez
Foto Portada: Euge Neme
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen