Ante el aumento exorbitante del precio de la carne, Alberto Fernández restringió las exportaciones, y la Mesa de Enlace respondió con un grito en el cielo y un lock out de nueve días. Leonardo Claps, economista del INTA Bariloche, analiza el impacto en Rio Negro en la siguiente entrevista.
El anuncio del cierre de la exportación de carne por 30 días y el paro de la Mesa de Enlace por nueve días incrementó en un 30% el precio de la hacienda en el Mercado de Liniers, y esto podría tener efecto durante las próximas horas en los mostradores rionegrinos.
Para conocer en detalle la situación local, dialogamos con Leonardo Claps, economista de la Estación Experimental Agropecuaria y asistente de Planificación y Relacionamiento Interinstitucional del INTA Bariloche.
– ¿Cómo impacta en Río Negro el cierre provisorio de la exportación de carne?
-El cierre perjudica a toda la cadena de producción y de valor, porque la exportación permite la existencia de un mercado alternativo para vender a buen precio a las categorías de animales (vacas de refugo o descarte que han finalizado su ciclo productivo) de bajo valor relativo para nuestro mercado interno, ya que el perfil de demanda del consumidor argentino prefiere otras categorías para consumo como el novillo o novillito. La exportación de esta y otras categorías genera un circulo virtuoso que, además de mejorar el manejo interno de los campos en post de una mejora de la productividad, genera mano de obra, servicios en inversiones en la cadena de ganados y carnes.
-El frigorífico que más exporta en Rio Negro es FRIDEVI. Si FRIDEVI volcara al mercado interno lo que no exporta, ¿no bajarían los precios de la carne en el mostrador?
-Como mencioné anteriormente, no todo lo que exporta FRIDEVI o cualquier otro frigorífico que exporte carne, termina consumiéndose en el mercado interno. Los argentinos somos exquisitos a la hora de comer carne, somos un país carnicero con preferencias muy marcada en cuanto a calidad y categoría de carnes, por más que nuestro poder adquisitivo sea bajo. El consumidor es selectivo a la hora de comprar. Además, hoy hay otras alternativas que compiten fuertemente con la carne, como el pollo, el cerdo, inclusive el pescado.
– ¿No son los cortes más caros los que se exportan?
-Hay mercados de alto valor y poder adquisitivo, como Bélgica, Alemania, Estados Unidos y Japón. Lo que se exporta allí es un volumen inferior al resto: China, Rusia, mercados emergentes en Asia, África y Centroamérica, donde se exportan mayores volúmenes con precios más bajos, ya que son otros cortes o categorías de animales de menor valor.
– ¿Qué porcentaje del stock exporta Río Negro?
Las exportaciones totales generadas desde Patagonia Norte (Rio Negro, Neuquén y partido de Carmen de Patagones), en promedio interanual, es del orden del 5% del total de animales enviados para faena. Por ejemplo, datos del anuario estadístico del SENASA, muestran que para 2019 se faenaron 15.230 cabezas de ganado bovino con destino a exportación representando el 5,5% del total faenado, mientras que para el mercado interno se faenaron 263.496 cabezas, representando el 94,5% del total faenado. Cabe mencionar, que Rio Negro es la provincia que mayor producción posee en Patagonia Norte. Otro dato importante es que la tasa de extracción de la producción de ganados en los campos fluctúa en promedio entre un 17 y 20 por ciento por año con respecto al stock total.
– ¿Quién define el precio en el mostrador?
-Generalmente los grandes operadores del mercado de carnes marcan la tendencia en los precios. Cuando la media res sale de la planta de faena, sale a un valor relativamente similar, con lo cual no debería tener un precio muy diferente en el mostrador. Sin embargo, allí es donde se termina inflando, entre otras cosas, ya que también el sistema de transporte y distribución es muy costoso en Argentina, tanto para esta como en otras actividades.
– ¿Cómo influye el paro de la Mesa de Enlace en nuestra provincia?
-Las entidades tienen representación, aunque el peso específico con respecto al resto del país sea menor, ya que el volumen de producción respecto a otras zonas es menor. Por otro lado, el resto de los integrantes de la cadena de producción están en contra de la medida adoptada por el Gobierno, porque también los afecta. Por ejemplo, en nuestra zona, un comparador importante de ganados para faena me comentó que esta semana se frenó la venta de once jaulas (cada una transporta entre 30 y 70 cabezas de ganado). Dos de ellas eran parte de la coordinación comercial de pequeños productores, contactados con gran esfuerzo y tiempo para que puedan vender al precio que corresponde. Y eso se tiró para atrás, ya que al cerrar las exportaciones se frena toda la industria frigorífica. Esos animales, con alguna nevada o la sequía que nos afecta desde hace muchos años, es probable que terminen muriendo en cantidad.
– ¿Qué alternativas entendés que son necesarias explorar?
-Una mayor producción, el fomento de más cortes para el mercado interno, la realización de un trabajo selectivo donde haya un control y mejora de los precios al consumidor, pero a partir de aumentar e incentivar la producción y la eficiencia de toda la cadena de valor. Este cierre total conlleva a que inversiones estratégicas del sector privado y público caigan, dejando abierta la puerta a competidores del hemisferio sur como Uruguay, Brasil, Paraguay, Australia y Nueva Zelanda.
Redacción
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