Los incendios que se desataron en la comarca andina ya se extinguieron. Sin embargo, las consecuencias devastadoras sobre más de 300 familias siguen vigentes y el camino de recuperación recién comienza.
Lejos del ruido mediático de los primeros días, el trabajo de hormiga que lleva adelante la propia comunidad sigue sin descanso articulando estrategias para dar respuesta a las distintas necesidades que enfrentan quienes lo perdieron todo.
Las ayudas que se requieren son de distinto tipo, y así también las donaciones que pueden brindarse: hubo las urgentes de los primeros días -ropa, comida- seguidas por materiales de construcción y pedido de mano de obra, a las que también se le suman otras campañas, como la que se lanza ahora en busca de heladeras, secarropas, y computadoras fuera de uso para ser reparadas y entregadas a las familias damnificadas.
“Cuando se quemaron las casas el fuego arrasó con todo lo que tenían adentro. Frente a esto es que surge esta iniciativa por parte de la Cooperativa de Servicios Técnicos de El Hoyo (COSERTEC), que se contactó y se puso a disposición para reparar cualquier tipo de electrodoméstico que luego pueda ser donado a las familias damnificadas que lo perdieron todo”, cuenta Fernando Tarzia, delegado del INAES.
Es así que surge la idea de hacer la campaña en Bariloche. “Nos contactamos con Parques Nacionales que se puso a disposición para la logística que permita llevar todos esos electrodomésticos a la Comarca. Por otro lado, como lugares de acopio se puso a disposición la Cooperativa Eléctrica Bariloche y el SPLIF, así abarcamos tanto la zona Este como el Oeste de la ciudad”.
Se suma a esto los voluntarios que se ofrecieron para retirar los elementos en los domicilios para llevarlos a los lugares de acopio. “En los primeros días de campaña hemos tenido unos resultados muy interesantes, hay mucha solidaridad de la ciudadanía barilochense, estamos muy agradecidos”.
Ampliar la ayuda
Lo cierto es que segmentar las necesidades y darles respuesta permite resolver situaciones bien concretas que si bien no aparecían al principio como urgentes, son parte de las necesidades con las que se encuentran ahora cientos de familias que perdieron su hogar con la complejidad de lo que eso significa en todas sus dimensiones. “Me llamaron el otro día de Puerto Madryn, porque se enteraron de la campaña, y me preguntaban con qué organismo del Estado articular. Pero acá se trata de la autogestión de la comunidad. Por eso, distintas organizaciones de referencia de la comunidad se pueden organizar y replicar este tipo de acciones en distintas localidades”.
Lo cierto es que la construcción de canales de articulación en la comunidad son los que han permitido salir delante de distintas situaciones, y hoy en día hacer frente a un panorama muy complejo. “Se trata de organizarse y fomentar la ayuda mutua y el espíritu solidario en la comunidad”.
De esta manera, quienes tengan lavarropas, computadoras y otros electrodomésticos que tengan algún desperfecto técnico, o estén fuera de uso, pueden ponerse en contacto para donarlos y que sean reparados. Es, además, una gran iniciativa para reciclar y darle uso a muchos elementos que a veces están simplemente arrumbados en las casas por falta de uso. “Queremos comunicar a la comunidad que pueden ser de mucha utilidad para estas familias. Se apagó el incendio, pero las consecuencias implican un trabajo constante que no puede aflojar”.
Por Violeta Moraga
Foto portada: Ramiro Sáenz
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen