A puro coraje, las y los usuarios de Camino Abierto salieron a festejar su cumpleaños. Tempranito llegaron al Mascardi y de ahí los echó el viento que desde la noche anterior soplaba como para mover montañas. Pero en seguida encontraron una casa amiga para seguir el festejo.
El 14 de febrero, el Centro Cultural Camino Abierto cumplió 8 años de vida. Y su murga, Salto a la Alegría, 7 años. El festejo se puedo realizar finalmente el 26 de febrero en Tom Wesley, donde llegaron alrededor de las 12 del medio día casi sesenta personas para el festejo. El clima era de pura fiesta, con guitarra, canto y baile.
“Ocho años ya”, dice Carmen, usuaria de Camino Abierto, quien creía que tenían un año menos. Patricia Franco, Coordinadora del Centro Cultural desde el año 2011, cuenta que Camino Abierto es un Centro Cultural Comunitario que depende del Servicio de Salud Mental del hospital zonal Bariloche. La primera coordinación estuvo a cargo de la Lic. Mirta Elvira que fue quien ideó toda la situación que hoy es Camino Abierto. “Es decir que sea un dispositivo de salud mental abierto a la comunidad, así como lo dicen las dos leyes de Salud Mental, nosotros somos inclusivos y lo que tratamos es justamente de rescatar en las personas que tienen un sufrimiento mental su parte sana con el aporte de otros: vecinos, amigos, familiares. Optimizamos la parte más creativa que tienen las personas y que se pueda compartir”, aporta Patricia.
“A pesar de ser un espacio que está pensado para la rehabilitación, yo creo que cotidianamente todos nos estamos rehabilitando de algo, por eso este espacio esta abierto a la comunidad y a los familiares”, nos cuenta Patricia. Esa apertura hacia la comunidad se hace por medio de doce talleres que se dictan en Camino Abierto, que son de índole deportiva, recreativa y cultural. Además, cuentan con una empresa social textil donde los usuarios y usuarias confeccionan bolsas reutilizables y tienen un convenio de palabra con la Universidad del Comahue que compra los ambos que confeccionan para la carrera de enfermería. Los convenios de trabajo se dan gracias a la buena relación que tienen con la comunidad. “Muchos nos conocen por nuestra murga Salto de Alegría”, resalta Patricia. Dentro de la parte cultural, hay talleres de teatro, cine y comunicación, cerámica y plástica.
Y la parte recreativa es la que más cuesta, “salir todo lo que se pueda”, aspira la Coordinadora. Antes salían una vez por semana, pero desde que existe el conflicto con transportes en Bariloche, no cuentan con el micro solidario, por tanto este verano no tuvieron salidas. En esta oportunidad consiguieron camionetas de la Secretaría de Desarollo Humano y muchas salidas se dan gracias a la comunidad que ofrece transporte o espacios, como el de Tom Wesley.
El aporte de Usinas Culturales es mediante tres talleres, “Usinas se acercó a nosotros y fue así como nos ofreció cubrir algunos talleres, por lo que estamos agradecidos”, cuenta Patricia. Si bien hay leyes que dicen que nos tenemos que manejar inter-institucionalmente, inter-ministerialmete, a veces eso cuesta. Los talleres que cubre Usinas son de música y canto, otro de artística y corporal, y otro de teatro, este año, con la idea de poder presentar una obra de teatro.
En el horario de 9 a 14 hs circulan alrededor de cien usuarios por Camino Abierto. Muchos con diagnóstico o derivados de algún CAT en busca de contención por algún caso en particular. “Tenemos una mirada altamente comunitaria, es que esa es nuestra tarea”, resume Patricia Franco. “Se trabaja mucho con las familias, entendemos que es la pata más importante, pero para que la familia incluya al usuario tiene que tener un apoyo, un sostén, y ahí estamos nosotros, para que la familia entienda y se sienta acompañada”.
Ante la falta de Operadores en Salud mental, en este momento en el hospital se esta dando un curso para formar Operadores, un curso altamente interinstitucional e interdisciplinario, cuenta Patricia, “por lo que hemos invitado a profesionales de la comunidad como del CPA para hablar de adicciones, del INADI, o de la carrera de enfermería de la Universidad del Comahue, entre otros”.
Y se cantó el feliz cumpleaños y soplaron la velita y después de comer torta bailaron un poco de chamamé bajo algunos rayos de sol que daban calor al encuentro