SITUACIÓN Y PERSPECTIVA DE LOS MEDIOS COMUNITARIOS
Frente al cambio de gobierno nacional los medios comunitarios, alternativos o independientes que vienen peleándola en todo el país, se encuentran ante un panorama adverso que los asfixia. Así se golpea duro a la supervivencia de estas experiencias que, hoy más que nunca, son la alternativa para informarnos y leer entre líneas las noticias que imponen desde los medios comerciales.
La llegada de Mauricio Macri a la presidencia de la Nación, fue el puntapié de una batería de medidas económicas, políticas, administrativas, sociales que tuvieron como uno de los objetivos centrales desarticular lo construido en distintos ámbitos (a veces de manera inconclusa o errónea). Una de las áreas más afectadas fue la comunicación y la relación con los grupos económicos dueños de monopolios comunicacionales.
No habían pasado ni dos semanas con los globos amarillos colgados, para que diferentes fuerzas del orden (policía, gendarmería) allanaran y cerraran el AFSCA (Agencia Federal de Servicio para la Comunicación Audiovisual) y crearan un ente, el ENACOM (Ente Nacional de Comunicación), sacándole autoridad y competencia a un organismo que con la Ley de Servicios Audiovisuales fueron votados por mayoría en el Congreso de la Nación otorgándole carácter de ley después de muchos años de trabajo de centenares de medios comunitarios que le dieron letra y empujaron este proyecto.
Que haya sido ésta una de las primeras medidas de gobierno, se entiende y estima la importancia y apuro que tiene el PRO para eliminar esta ley, que sin entrar plenamente en vigencia, pretendía descentralizar los canales y vías de información, y devolverle los favores realizados en la campaña a los grandes multimedias que jugaron un papel decisivo en la última elección.
Con el cierre de este organismo y sus lineamientos centrales, también quedaron paralizadas los diversos concursos, proyectos y subsidios que se realizaban para fortalecer de manera federal a los medios comunitarios de todas las provincias, en especial a las del interior del país que muchas veces no tienen acceso a espacios donde se (re)distribuyen los recursos.
BARRIL (CON Y) SIN FONDO
Con la intervención del AFSCA, (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual) quedaron paralizadas las líneas de financiamiento que tenían para medios comunitarios a través del FONDO DE FOMENTO CONCURSABLE PARA MEDIOS DE COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL (FOMECA). Este fondo se distribuía a través de concursos que apuntaban a la realización de campañas comunicacionales, propuestas e investigaciones, fortalecimiento y gestión de medios con soportes radiales y audiovisuales.
En los últimos años en nuestra provincia y región geográfica hubo varios seleccionados: Biblioteca popular Osvaldo Bayer (Villa La Angostura), radio Encuentro, (Viedma), Biblioteca Bernardino Rivadavia (Cipolletti), FM Conexión, Wall Kintun tv, Colectivo AL MARGEN y Piuké (Bariloche), entre otros.
Sin embargo la entrega de los recursos económicos pertinentes a estos proyectos seleccionados no fue llevada a cabo en su totalidad, debido a la intervención del AFSCA, con lo cual muchos de estos proyectos quedaron en by-pass. Estos medios comunitarios al día de hoy no saben si contar o no con estos recursos ya prometidos y menos todavía cuándo se realizará este aporte, lo que pone en jaque y agrava su situación de vulnerabilidad.
En semanas cruciales para nuestro país, donde se debate cuánto y cómo pagarles a los fondos buitres sus intereses que llevan largas filas de ceros por detrás, y endeudar a las futuras generaciones con nuevos créditos, en alguna oficina de la Dirección de proyectos especiales del flamante ENACOM, los reclamos de estos fondos que se adjudicaron a los medios comunitarios se incrementa y forma una alta pila de papeles que hoy no son leídos ni tenidos en cuenta.
EN PRIMERA PERSONA/ ASÍ ESTAMOS
Corría el año 2011 y los principales operadores políticos comunicacionales, encumbrados columnistas, editorializaban y con caras de preocupación miraban a las cámaras de más audiencia y decían: “TN puede desaparecer. ¿Tendremos noticias?”, nos preguntaban como si fueran la única fuente de verdad e información.
Menos de 5 años después, no solo Todo Noticias, (ese canal que se tilda de periodismo independiente), no desapareció, al igual que Clarín, o La Nación, y ni siquiera tuvieron que desinvertir y descentralizar sus empresas comunicacionales, sino que ahora tienen luz verde para seguir comprando otras empresas comunicacionales en otros soportes y tienen a sus Ceo”s instalados en Ministerios acordes a esta temática.
Sin embargo los que desaparecen no solo son los medios identificados con el gobierno saliente, sino además otras voces, la de los medios comunitarios, alternativos y barriales de todo el país. Y ya que TN no te lo cuenta, ni se preocupa por ello, lo resumimos y fundamentamos nosotros, equipo de comunicación popular que publica una revista desde el 2004, y que además sostiene un proyecto radial, y una página web que actualiza cotidianamente sus contenidos propios y diversos proyectos audiovisuales.
_Inflación; correr a la coneja
El impacto de los aumentos en el papel e imprentas son muy fuertes debido a que del total de revistas censadas en ARecia (Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina), el 74,2 por ciento continúa publicando en papel, mientras que el 25,8 por ciento son publicaciones exclusivamente digitales. El incremento en los precios del papel, de acuerdo a cifras del (manipulado) INDEC, hasta octubre de 2015 acumulaba un 23 por ciento desde el año anterior, mientras que si se toma la inflación desde octubre de 2013, el acumulado es de 68,9 por ciento.
“Si el papel tiene un precio impuesto por un monopolio, solo el monopolio brinda información”, denunció certeramente la Revista Cítrica. En nuestra ciudad los aumentos son aún más brutales ya que se agrega el precio de traslado del papel desde las grandes ciudades. Las imprentas de nuestra ciudad incrementaron sus precios desde octubre del 2015 hasta la fecha en un 40 %, valor que no pudo ser reflejado en un aumento de precio de tapa o de pautas publicitarias, desfinanciando a las editoriales que casi sin excepción no cuentan con espalda para soportar este tipo de vaivenes y desajustes económicos y corren siempre tratándole de al menos empatar al incremento de precios.
Otra señal de la suba en los costos se refleja en el tipo de comercialización: en 2014 las publicaciones pagas eran 60,3 por ciento; en 2015 este porcentaje se incrementó un 8,8 por ciento. En paralelo, la tirada promedio descendió de 3013 ejemplares en 2014 a 2880 en 2015. Frente a este panorama, como estrategia comunicacional y de difusión, pero también como refugio ante las condiciones desleales de competencia editorial, muchas revistas duplican su trabajo y producen contenidos en papel y digital (44,4 por ciento), mientras que sólo el 29,8 por ciento se sostiene solo en papel.
_Pautas estatales en vías de extinción
Nuestra revista AL MARGEN es parte del 17,4 por ciento de las publicaciones censadas por AReCIA que recibió pauta oficial en 2015. Son tantos los requisitos administrativos que piden (inscripción en diferentes organismos, balances, sellados, actas y estatutos de personerías) sumado a la paciencia que hay que tener para llegar a obtener una pauta (en nuestro caso durante 4 años estuvimos en un sistema que se llama “Rotativo”, pero que no giraba nunca hacia nuestro lado), hasta que AReCIA, logró firmar un convenio con autoridades de Telam, para el otorgamiento de pauta a medios gráficos que estaban en espera desde hace años. Con la llegada del nuevo gobierno, el otorgamiento de estas pautas a nuestro sector quedó congelado y con perspectivas aún más frías mirando al largo invierno del 2016 que se avecina.
_Horizontes y políticas públicas para el sector.
Desde la red AReCIA, se participó del Congreso de la Coalición por una Comunicación Democrática en el que se presentaron los nuevos 21 puntos por el derecho a la comunicación. Sus representantes debatieron y realizaron aportes para que queden reflejados los reclamos de los editor@s independientes y autogestivos en la lucha por la democratización de la prensa gráfica en general y las revistas culturales, en particular.
En su primer punto, la plataforma destaca la ampliación del horizonte comunicacional y destaca: “La comunicación es un derecho humano que incluye todos los soportes y plataformas”, en claro complemento a la ley de servicios audiovisuales que no contempla a los medios gráficos. En el segundo punto de la declaración respaldad por un centenar de organizaciones sociales, de comunicación, sindicales, universitarias, políticas y artísticas, reconoce: “No alcanza con reglas de defensa de la competencia: la comunicación es un bien social -no privativa de empresas, medios o periodistas- y debe garantizarse una distribución adecuada de facilidades, recursos e infraestructura esenciales (frecuencias radioeléctricas, papel y otros insumos básicos, mecanismos de distribución de las publicaciones impresas y contenidos, acceso a redes)”.
Por otra parte en el 2015 se acompañó al diputado Jorge Rivas, en la presentación en el Congreso de la Nación, de la ley de Fomento a las revistas culturales independientes que tiene como objetivo saldar una vieja deuda de la democracia con la producción independiente y autogestiva de comunicación cultural a través de un reconocimiento a las publicaciones que han permitido expresar una multiplicidad de voces, producciones y realidades. Este proyecto de ley todavía está esperando su sanción.
RED DE REVISTAS CULTURALES INDEPENDIENTES: ENREDADOS O INVISIBILIZADOS
La Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina (ARECIA) relevó por cuarto año consecutivo la situación del sector gráfico comunitario y autogestivo, que se reconoce, organiza y empodera en todo el país. El informe publicado en diciembre del 2015 confirma las consecuencias de una situación alarmante que los editores independientes venimos denunciando: la falta de legislación que promueva políticas públicas de fomento, protección y equidad frente a un mercado de prensa gráfica concentrado y desregulado en los dos extremos de la cadena: la producción de papel y la distribución y venta. Esto significa el incumplimiento por parte del Estado de los tratados internacionales en materia de Libertad de Expresión que ordenan “evitar o revertir los monopolios u oligopolios en la propiedad o control de los medios de comunicación”.
Ante esta situación desigual, el censo de AReCIA evidenció lo que desde hace años trabajamos para evitar: somos menos editores publicando. Hay menos voces. De las 213 revistas censadas en 2014; en 2015 continuaban en actividad 178.
Al otro extremo de la cadena, el sector está concentrado —7 empresas periodísticas comercializan 68 títulos y sólo dos (Clarín y La Nación) controlan “el 50 por ciento de la distribución”, según el sindicato de canillitas. Estas son las noticias.
Consultamos al respecto al presidente de AReCIA Nahuel Lag, referente de la revista NAN, quién nos graficó que “la concentración corporativa está presente en las dos puntas de la cadena productiva: acceso a papel y distribución. Esto fuerza a los editores independientes a cargar con altísimos precios de papel e imprenta. Esos precios se cargan sobre los lectores, llevan a descontinuar las ediciones o continuar los proyectos en la web. Y en los peores casos: al cierre del medio. En el caso de la distribución, permanece vigente un decreto del año 2000 —firmado por la entonces ministra de Trabajo Patricia Bullrich—, que desregula la actividad y la deja a merced de las imposiciones de los más fuertes: las empresas periodísticas concentradas. Pese a estas condiciones de mercado y ante la ausencia de políticas públicas de fomento, las revistas culturales continúan presentes en todo el país, generando ingresos para la industria gráfica, puestos de trabajo, circuitos de distribución alternativos y espacios de encuentro con sus lectores, que son 1,2 millones en las ediciones gráficas y 2,8 millones en las digitales. Y sobre todo: las revistas culturales continúan enriqueciendo la comunicación comunitaria y autogestiva, donde se produce el periodismo de mayor calidad”.
_ ¿Tomaron contacto con las nuevas autoridades? ¿Qué perspectivas divisan?
– Sí, abrimos un canal de diálogo con la secretaría de Cultura y Creatividad, encabezada por Enrique Avogadro; y también con la Secretaría de Medios. Como asociación nos acercamos para sostener los convenios y acuerdos alcanzados durante la anterior gestión, que son de vital importancia ante la emergencia que viven las revistas culturales por la concentración corporativa en el sector gráfico, desde el papel hasta la distribución, y por la ausencia de políticas públicas que protejan y fomentan a los editores independientes. El diálogo continúa abierto, pero las respuestas están lejos de tener la urgencia y calidad que necesitamos los editores. Mientras tanto, nos preocupan las medidas que se van haciendo efectivas en materia de comunicación, todas tendientes a fomentar la concentración y favorecer la comunicación corporativa.
– ¿Qué otros objetivos centrales tiene AReCIA para este 2016?
– En la última asamblea general, durante el 4° Foro de Revistas Culturales, definimos dos metas claras: la defensa de la libertad de expresión y continuar creciendo como el espacio que somos, el que demuestra que hay otras formas de hacer periodismo: autogestivo, independiente, de calidad. La victoria de Mauricio Macri fue posterior al foro; los aumentos en los precios de los insumos esenciales y la derogación de artículos claves de la Ley de Medios como política de comunicación fueron señales de alarma. Por eso, AReCIA decidió abrir un canal de diálogo con el Estado, para reclamar las acciones y políticas que garanticen la pluralidad de voces, el fomento al sector; pero en paralelo nos reunimos con otros espacios de la comunicación comunitaria, repudiamos el avance contra la Ley de Medios, exigimos la sanción de la Ley de Fomento para las revistas culturales y participamos de la redacción de los nuevos 21 Puntos por una Comunicación Democrática, que ahora incorporan las necesidades del sector gráfico en defensa del derecho a la comunicación.
Por Equipo de Comunicacion Populr Coletivo Al Margen
(fotografia infobae.com)