Nos acercamos a la Biblioteca Popular Aimé Painé en donde los viernes a partir de las 19 funciona, desde hace tres años, el taller de fotografía del programa Usinas Culturales Río Negro, dependiente de la Secretaría de Cultura de la Provincia. Esta vez nos toca estar en el espacio de taller: en una de las mesas encontramos a Miriam, Susana y Alejo en plena conversación entre computadoras, libros y cámaras.
Alejo García trabaja como coordinador del taller de fotografía en el programa Usinas Culturales desde sus inicios. Estudió en Buenos Aires Artes Visuales y da clases en varias instituciones de la ciudad “a la mañana doy clases de historia del arte, a la tarde estoy en la escuela de Educación artística y ahora estamos acá…”. Mientras los integrantes del taller continúan con los ejercicios, nos separamos para dar lugar a la entrevista.
A.M.: ¿Cuál es la propuesta de este taller?
El taller de fotografía es un taller introductorio, dura todo el año. Lo que se busca es que el lenguaje visual se vaya incorporando de a poco, si bien la fotografía digital es un recurso que todos tenemos a mano, hay cuestiones que tienen que ver con la gramática y la sintaxis del lenguaje visual que hay que aprenderlo y ese es el objetivo fundamental del taller.
A.M: ¿Quiénes pueden participar?
A partir de los 13 años en adelante…Está dirigido a la comunidad en general. El taller es gratuito, siempre lo fue. Se promociona mucho a principio de año, pero cada cierto tiempo se recuerda que existe. Todos aquellos que quieran pueden acercarse, tengan o no cámara de fotos… no es excluyente no tener una cámara.
A.M: ¿En qué espacios y horarios se dicta?
Estamos trabajando los viernes acá en la Biblio Aime Paine de 19 a 21, los jueves en el CAT Nro.2 de 19 a 20.30, los miércoles en el Hogar Emaús de 19 a 20.30, los martes en el Hospital en la parte de cuidados paliativos de 11 a 12.30 y estábamos en el Sedronar… todo el año pasado y a principios de este año, pero Sedronar como todos sabemos, desapareció de Bariloche así que tendremos que ver cómo acomodamos esas horas.
A.M: ¿Cuáles son los contenidos y dinámicas con las que laburan?
Por lo general en el espacio del taller trabajamos una temática, a veces hacemos ejercicios si la temática da para trabajar en un interior con luz artificial y demás… sino quedan consignas para trabajar durante toda la semana y la clase siguiente la dedicamos a la corrección pública de las imágenes, miramos obras de fotógrafos de acuerdo a los temas que estemos estudiando para que no quede todo en el ámbito de lo abstracto sino que se vea cómo se aplica este tema en distintos artistas. Yo particularmente suelo trabajar con fotógrafos que se desempeñaron en la primera mitad del Siglo XX, salvo cuando trabajamos el color que uso fotógrafos contemporáneos.
A.M: ¿Cómo se manejan con el equipamiento, se pueden usar celulares?
No tenemos equipamiento provisto por la Provincia. Apelamos al celular cuando no hay otra cosa o cuando mi cámara no alcanza para todos. Es lo que tiene la mayoría… y además para aprender a construir la imagen los teléfonos alcanzan porque se trata de entender cómo se construye una curva de lectura. Para eso no hace falta tener una cámara profesional. Como es un taller, trabajamos de acuerdo a las posibilidades de cada uno.
A.M.: ¿Cómo y cuándo podemos ver el material del taller?
Ahora hacia fines de agosto va a haber una muestra en la Biblioteca Sarmiento de los talleres. Es como una muestra parcial, un dar cuenta de lo que estamos transitando. Después hay una muestra un poco más importante a fin de año en algún espacio que gestiona la coordinadora del programa con producciones muchos mas sólidas, producto del trabajo de todo un año.
La muestra de mitad de año se va a realizar el lunes 29 de agosto a las 18hs en la Biblioteca Sarmiento.
A.M: ¿Las muestras tienen una temática?
No… cada taller es un lugar distinto, con realidades sociales y económicas muy diferentes. Los temas tienen mucho que ver con la gente que asiste al taller. Cuando llega el momento de desarrollar un proyecto personal y después con el aprendizaje de dos programas de edición de imágen y sonido, cada uno se va con una película propia que luego es proyectada en la muestra de fin de año.
A.M: ¿Cómo evalúas el avance del taller a lo largo de estos años?
Bien, la convocatoria es buena. Al principio llega mucha gente, después hay algunos bajones que dependen a veces de los espacios o de la época del año, cosas que tienen que ver con el clima pero los talleres han estado funcionando bien.
Hay tres alumnos que ya han transitado el taller y suelen acercarme material y se gestionó hace poquito una muestra de ellos en la Sala Panozzi en el Centro Administrativo que está pensada para octubre, noviembre. Hay un joven que estuvo en el taller hace tres o cuatro años y se interesó por la fotografía. El tenía 20 años en ese momento, la fotografía de algún modo comenzó a ordenarle la vida. Terminó la escuela secundaria, se preparó y rindió unos exámenes de la Secretaria de turismo para poder trabajar como fotógrafo y de hecho hoy se dedica a eso. El vino diciendo, yo quiero trabajar como fotógrafo… yo estoy contento con el resultado.
A.M. ¿Recordás fotos o experiencias dentro del taller que te hayan sorprendido?
Si, muchas…Hay un momento en el que los alumnos empiezan a hacer un despegue. En principio como es un taller introductorio hacemos ejercicios y el ejercicio está vacío de contenido, es simplemente ver como se organizó la consigna en la foto. Pero llega un momento en el que la foto comienza a ser portadora de un significado, de un discurso. Recuerdo fotos ya hacia el final, cuando empiezan a manejarse con fluidez… cuando encuentran temas que les interesan y empiezan a descubrir que tienen algo que ver consigo mismo. El objetivo de cualquier obra de arte, es que uno se ponga en frente y la obra, es esa indeterminación, a uno lo ponga frente a su propia vida. Recuerdo fotografías muy buenas desde el punto de vista estético, otras increíbles de otro lado… por ejemplo el año pasado en el Sedronar hicimos un trabajo de relevamiento fotográfico de las construcciones que ellos hicieron para INTA, desde que empezaron con los planos que llevaron los ingenieros hasta todo el desarrollo de las construcciones … fue muy interesante.
A.M: ¿Tienen espacios interdisciplinarios entre talleres?
Dentro del programa tenemos intercambios, hacemos reuniones periódicas. A veces si por fuera de las reuniones surgen ideas a partir de proyectos nos comunicamos entre talleristas.
A.M: ¿Cómo ves al programa Usinas Culturales?
A mi me parece que es un programa que fue concebido para adolescentes en situación de riesgo social y después empezó a ampliar sus límites y conectarse con otras instituciones. La verdad es que tal vez muy silenciosamente, de manera subrepticia, veo que va dando resultados, no sólo en el taller propio sino en todos los talleres. Sobre todo en el caso de jóvenes, de 17, 18, 20 años… hay disciplinas que les cambian la vida. No hablamos de cambios trascendentales, pero si que les ayudan a ordenarse, a organizarse… yo lo veo mucho a eso, no me lo contaron, lo vi a lo largo de los años. Es un programa en el que me enorgullese trabajar, y no le estoy haciendo campaña a nadie… me parece que el formato del programa está bueno.
A.M: Teniendo en cuenta los crecientes recortes en políticas educativas y culturales a nivel nacional ¿Creés que está asegurada la continuidad de este programa?
El programa siempre dependió de Provincia, comenzó ya hace cuatro años. Nunca sentimos que estuviese en riesgo. Pero bueno, la Provincia en algunos aspectos es un mundo aparte. Nunca tuvimos problemas de falta de pagos… tal vez sí con el tema de materiales que nos faltan. Nosotros no tenemos asegurada nunca la continuidad. Es un contrato que vence el 31 de diciembre y automáticamente se da el alta el primero de enero. Si vamos a estar el año próximo, la verdad no lo sé. Pero sinceramente, esto es una opinión personal…el programa va a estar supeditado a cómo se den las cosas a nivel nacional, las repercusiones las vamos a ver a nivel provincial. Soy optimista, pienso que si van a dar de baja un programa como éste, van a tener que tener argumentos muy serios, que vayan más allá de lo económico.
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Teléfono: 2944 681978
Por Equipo de Comunicación Colectivo Al Margen.