Por Radio Encuentro.org / Los abogados de la familia Solano realizaron una presentación ante el juez Martinez Vivot para que autorice la bajada al Jaguel donde un testigo afirmó que arrojaron el cuerpo de Daniel. Recordemos que Daniel, joven trabajador salteño, desapareció el 4 de abril del 2011 y luego fue asesinado. Junto con la solicitud al juez informaron que una empresa de Salta podría bajar al pozo ubicado en la estancia La Manuela. En Choele Choel, donde ya está reinstalado en el salón parroquial que sirve de lugar de trabajo para los abogados de la familia Solano, conversamos con Sergio Heredia.
Heredia estuvo un tiempo en Salta, pero aún a la distancia se mantuvo siempre activo en referencia a la causa de Daniel Ahora, Sergio Heredia y Leandro Aparicio hicieron una nueva presentación y esperan que la próxima semana el juez responda a esta solicitud.
Si el juez autoriza que se realice la búsqueda en el jaguel, esta se podría concretar en el mes de mayo, y Gualberto Solano, volvería a Choele, a la parroquia, y a la Taperita, como denominan al campamento que junto con otros miembros de la familia y vecinos de esa ciudad, ocuparon duante años a la espera de justicia y de saber “Dónde está Daniel”.
En el diálogo, un repaso de la causa, la responsabilidad de los empresarios de Expofrut, la estafa a los trabajadores, la coima a funcionarios y jueces, las conexión con el narcotráfico. Heredia señala que es una verguenza la justicia del Valle Medio, y una verguenza también que los asesinos de Daniel, policías todos, estén en sus casas. “Nosotros vamos a seguir esta causa, y vamos a hacer juicios millonarios, los vamos a ganar y los vamos a ganar”, afirma. Respecto del nuevo jefe de policía, Daniel Jara, recordó que estuvo en Choele poco tiempo después de la desaparición de Solano, y que también contribuyó a tapar todo. En esta provincia, no manda el gobernador sino la policía, afirma. “Somos una piedrita en el zapato, pero no vamos cansarnos, vamos a seguir”, reitera. Sobre el final del diálogo, un especial agradecimiento al P. Cristian, párroco de Choele quien lo recibió desde un principio, y también ahora, y que por eso padeció también amenazas, y a algunos vecinos que mantuvieron el acampe.