¿Qué hay que hacer para que los pibes y pibas no entren en el sistema penal? La respuesta a este interrogante la dio la mesa de: “Niñez, territorio y organización social” que el pasado viernes debatió acerca de la baja de punibilidad.
Las jornadas de discusión sobre no a la baja de la edad de punibilidad comenzaron en Bariloche el viernes pasado. Con el salón de la Escuela Antu Ruca completo, Claudia Cesaroni, referente de la Red Argentina No Baja, dio inicio al espacio de intercambio y formación para trabajadoras y trabajadores del sistema de protección integral de Bariloche. ¿El objetivo planteado? Lograr que las personas que trabajan en territorio comprendan la importancia de trabajar en redes, de articular las políticas públicas, y de que estas, surjan y fortalezcan organización social desde los barrios.
En el espacio de intercambio y formación, participaron referentes de distintas organizaciones e instituciones de la ciudad que trabajan con adolescentes en territorio.
Primero le tocó el turno a Fernando Pinchuleo, quien abordó el eje de Interculturalidad. “Para hacer un análisis hoy, hay que tener en cuenta la exclusión y negación del pueblo Mapuche. Se ha producido un proceso de saqueo del territorio, se nos ha corrido de nuestros lugares de origen hacia las ciudades, hacia los barrios marginales” dijo. Y si bien remarcó algunos avances logrados, lucha mediante, en políticas públicas como la ordenanza que declara al municipio de Bariloche Intercultural y la incorporación del mapuzungun en dos escuelas de la ciudad, todavía falta mucho recorrido para que “lo escrito sea real”.
Siguieron las compañeras de Colectivo al Margen y la Red de Géneros, Ana Inés Carfagnini y Ella Schroeder, quienes expusieron sobre el eje de adolescencias y género. Comentaron que cuando se piensa en la baja de la imputabilidad automáticamente se piensa en varones, porque las mujeres adolescentes atraviesan otras problemáticas, más relacionados al embarazo adolescente y la violencia de género. Para graficar lo que decían, agregaron que Río Negro tiene el embarazo adolescente más alto de la Patagonia, con el nacimiento de 50 bebes por año de mamás adolescentes. Y que de los 6 femicidios que hubo en la ciudad entre 2016 y 2017, 3 fueron adolescentes. Abordaron el tema de los estereotipos de las mujeres y los varones adolescentes e invitaron a repensar el lugar donde la sociedad pone a las y los adolescentes.
Claudio Bío, tallerista de Crearte, expuso sobre el eje diversidad y adolescencia. Comenzó su exposición con una reflexión acerca del uso de las palabras y su relación sobre la evolución de la consciencia. En este sentido, comentó que eligió la palabra diversidad en lugar de discapacidad, porque implica un reconocimiento de los derechos de todas las personas. Todas las personas funcionamos de manera diversa. Habló de los 3 modelos de relación con las personas con discapacidad: el de prescindencia, en donde se considera que la sociedad puede prescindir de las personas con discapacidad; el de rehabilitación, que busca “curar y rehabilitar” a las personas; y el social, en donde se valora a las personas por lo que son. Invitó a una reflexión profunda y colectiva sobre la dignidad y remarcó que el colectivo de las personas con discapacidad lucha por derechos que son para toda la comunidad.
Le siguió el turno de los compañeros de Fútbol Callejero, Damián y Ramiro, quienes contaron sobre la metodología de trabajo que desarrollan en los barrios. En el Fútbol Callejero hay tres momentos: uno en donde se hace una puesta de reglas colectiva, un segundo momento en donde de desarrolla el juego, y un tercer momento de reflexión. Esto permite a los y las jóvenes que se acercan a jugar a la pelota, ser protagonistas, proponer y ser escuchados. Y reflexionar sobre sus decisiones y sus prácticas. Esta experiencia puede después traspolarse al resto de los problemas de la sociedad.
Ramiro Montiel y el “Chasca” de la murga La Retobada y del Movimiento de Murgas y Comparsas expusieron sobre el trabajo que realizan. En el diccionario de la Real Academia Española se puede leer que una murga es “un conjunto de músicos malos”.
Contaron que comenzaron a ensayar en el 2001 y que en los primeros ensayos vino la policía porque los vecinos decían que había “ruidos molestos”. Nos invitaron a reflexionar sobre estos “ruidos molestos” diciendo que la murga es un espacio para recrear la identidad de los y las adolescentes, es un espacio para decir lo que les pasa y analizar lo que sucede en la sociedad. Y quizás ese es el “ruido molesto”: que los jóvenes se junten, piensen, analicen, y canten sus realidades.
Por último, expusieron Yanina Vera y Federico Ingaramo, de las escuelas de Gestión Social: Gente Nueva y Antu Ruka quienes abordaron el eje de adolescencias y educación. Comentaron que la escuela tiene que ser protagonista de la transformación social, y que nunca debe estar sola, sino junto a las organizaciones y el Estado. Y propusieron que las escuelas tuvieran una posición clara contra el mercantilismo. En este sentido, se explayaron sobre la necesidad de luchar contra los imaginarios del sentido común y la normalización y abrir el espacio a proyectos que salen de la norma. Por último, en este contexto de profunda despolitización nacional, invitaron a politizar todos los espacios.
Claudia Cesaroni, referente nacional en la temática de adolescencia y punibilidad, compartió con el Equipo de Comunicación Popular de Al Margen, las siguientes reflexiones sobre la propuesta del Gobierno de Mauricio Macri de bajar la edad de imputabilidad: “Quieren justificar la baja de la edad de punibilidad planteando que el delito adolescente es un problema. Nosotros oponemos números, porque la verdad es que la cantidad de delitos cometidos por pibes de 14 y 15 años es ínfima, y es más ínfima aún la cantidad de delitos graves que cometen. Cuando digo un delito grave me refiero a un homicidio. Son contados con los dedos de una mano”.
Comenta que en la Argentina “tenemos una ley de protección de la infancia a nivel nacional, que es la 26.061, que es maravillosa. Ahora si vos te la pones a leer, verás que hay un montón de cosas que ahí son órdenes para el Estado que no se cumplen. Entonces caerle al adolescente cuando previamente, en la inmensa mayoría de los casos, ha habido una serie de incumplimientos, nos parece que es el camino equivocado”. Al ser consultada sobre qué es lo que falta para que se cumpla con la Ley 26061, contestó: “A veces falta decisión política. La inmensa mayoría de las veces faltan recursos destinados a eso. Cuando ahora se plantea un régimen penal para pibes de 14 y 15 años, eso implica crear, por ejemplo, cárceles para pibes de 14 y 15. Entonces nosotros decimos, que, en lugar de invertir en cárceles, hay que invertir en recursos humanos, en establecimientos pero no de encierro. Nosotros queremos que todos los pibes estén en los lugares donde nosotros mandamos a nuestros propios pibes e hijos. ¿Dónde los mandamos? A la escuela, a futbol, a teatro, a gimnasia. Esas cosas que hacen los niños. Pero a los que llamamos habitualmente “menores” que son niños pero pobres, queremos que hagan lo mismo. Porque es eso lo que tienen que hacer. Y ahí tiene que estar el Estado, garantizando derechos”.
Esta jornada sumamente enriquecedora, concluyó con un momento de música y cantos populares que encaró el Rejunte de murgas locales.
¡Argentina no baja! ¡Río Negro no baja y Bariloche no baja la edad de punibilidad a sus adolescentes! se escuchó como cierre y conclusión de la jornada. Los aplausos retumbaron en el recinto, dejando la certeza que para enfrentar las políticas macristas de regresividad de derechos conquistados hay Movimiento y organización popular dispuesto a acompañar y defender a los pibes y pibas de nuestro Pueblo.
Texto: Florencia Taylor
Fotografía : Eugenia Neme
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen