A raíz de los recortes que está sufriendo PAMI, la obra social de los jubilados y pensionados, dialogamos con Fabián Tumino, delegado gremial del Sindicado Unido de trabajadores y empleados de PAMI.
– ¿Cómo es la situación del PAMI desde el lado de los laburantes?
-La preocupación de los trabajadores es que estamos viendo un cercenamiento permanente y progresivo de los derechos de los jubilados y esta lucha que estamos emprendiendo es, en conjunto con ellos.
No tiene que ver, a diferencia de otros reclamos gremiales, ni con temas salariales ni con temas propios del laburante, sino con la dignidad del trabajador que ve todos los días que enfrente se sienta un jubilado que se quiebra y llora porque el sistema perverso cada vez le hace perder más un derecho. El tema de los medicamentos, la demora en los insumos… en prótesis hay un problema gravísimo, hay pacientes que se tiene que reprogramar las cirugías porque las prótesis no llegan nunca, 5, 6 o 7 veces. Algunas prótesis están encargadas desde noviembre, diciembre del 2016 y al día de hoy no llegaron.
Tenemos otro gran problema con el convenio monopólico que se firmó con las ambulancias, donde lo único que ofrece la Empresa Vital son operadores adiestrados para rechazar todo tipo de llamado telefónico, argumentando que nada es urgencia. Cuando mandan una ambulancia, los médicos también adiestrados para no internar nunca a los pacientes.
La verdad que estamos viendo que acá hay más tema económico que de salud o social. Si podemos decir con datos concretos el problema del PAMI no es que no tiene dinero. El análisis del presupuesto del PAMI 2017 en relación al 2016 demuestra que no solamente aumento un 41% en reglas globales sino también que hay asignaciones como precisamente la de industria farmacéutica que aumentaron un 200% y las ambulancias casi un 250%.
Nosotros decimos, ese dinero, ese aumento de la asignación a dos ítems fundamentales donde hay menos medicamentos y donde no usa el servicio de calidad en ambulancia ¿Quién se está quedando con ese dinero?
-A nivel nacional ¿A dónde se quiere llegar con esta situación?
-Creo que es un claro ajuste. Lo hemos vivido en las épocas de neoliberalismo del “menemato”, es un claro ajuste hacia las prestaciones del PAMI, para destruir la obra social y después decir que no sirve y volver a viejas experiencias que siempre van contra los derechos populares.
La realidad es que si uno hace un análisis del presupuesto ve que, si bien tanto la industria farmacéutica como las grandes empresas monopólicas de salud son beneficiadas por estas asignaciones, recordemos que a nivel nacional el PAMI tiene servicios propios como por ejemplo el Hospital César Milstein en Capital Federal, los Policlínicos I y II de Rosario, el sistema de ambulancias de Capital y el Conurbano.
Son todos servicios propios, y si se analiza el presupuesto, ves que así como se asignaron partidas enormes a la medicina privada, estos servicios propios tienen mucho menos presupuesto que el año pasado y años anteriores. Hay una clara dirección de dónde va el dinero, fortaleciendo el sector privado y en detrimento de los servicios propios del PAMI.
– ¿Cuál es la relación con los laboratorios?
-Hace 90 días se firmó un convenio en la época de Carlos Regazzoni con la industria farmacéutica y los laboratorios que distribuyen los medicamentos. Ahora bien, Sergio Cassinnoti, el actual interventor dio de baja ese convenio unilateralmente.
Esto nos preocupa, no porque nos importe mucho la situación de la industria farmacéutica en cuanto a lo económico sino porque la verdad es que estamos enfrentados a un poder enorme, monopólico que no es solamente de este país, es un poder internacional.
La decisión se veía venir y fue lo que dijo la industria farmacéutica, que si no hay un acuerdo a fin de mes, no solamente los jubilados van a perder los medicamentos, sino que van a sacar hasta los descuentos de PAMI. El jubilado va a ir con su receta a la farmacia y no va a encontrar el descuento.
Nosotros interpretamos que esta postura es una postura de presión para sentarse a la mesa de negociación como suele hacer la industria farmacéutica y los laboratorios. No queremos llegar a creer que esto se vaya a concretar porque sería el desastre total.
– ¿Cuáles son las posibilidades de resistencia frente a este panorama?
-Hay varias estrategias. Los jubilados autoconvocados la semana pasada se reunieron en el Centro Cívico. A raíz de esa movida que se llamaba “Paso, paso, paso… se viene el abuelazo” se logró la asamblea en el Hospital Zonal el día lunes.
La idea es realizar una acción en conjunto el 15 de junio, día internacional del buen trato al adulto mayor. A nivel internacional generalmente ese día se aprovecha para recordarles a los jóvenes el respeto hacia los adultos, a su sabiduría. Acá le vamos a tener que dar una vuelta de tuerca porque el problema acá no son los jóvenes, somos las propias instituciones que tendríamos que bregar por los derechos de los jubilados y estamos avasallando sus derechos, de buen trato poco y nada…
Lo que les decimos a los jubilados en casos puntuales es que utilicen la vía legal. El oficio, el recurso de amparo… esto a nosotros como trabajadores nos sirve para destrabar en niveles superiores. Se está viendo con un grupo de abogados si se puede presentar una medida cautelar que retrotraiga a la época anterior de estas resoluciones que quitaron el tema de los medicamentos, que cambiaron los convenios de ambulancias.
Vamos a hacer un comunicado explicando la situación de los jubilados. No solamente por la situación se PAMI, sino por lo que representa el haber jubilatorio, la situación de los jubilados de IPROSS. La idea con ese comunicado es hacer una gran recolección de firmas.
Por Fabián Agosta y Julieta Biagioli
Equipo de Comunicación popular Colectivo al Margen