(Por María Pía Borja – 8300.com.ar) La asamblea feminista de mujeres, lesbianas y trans convocada por el colectivo Ni Una Menos (NUM) y La Revuelta, entre otras organizaciones, propuso fortalecer la amistad política desde la inteligencia colectiva, motorizadas por el deseo y la insumisión.
Cerca de 350 mujeres de distintos puntos de la Patagonia y de Buenos Aires nos encontramos el sábado pasado, 23 de septiembre, en El Bolsón por la aparición con vida de Santiago Maldonado, la libertad a las y los presos políticos, y exigiendo basta de represión y apropiación trasnacional de las tierras mapuche. “El feminismo tiene que estar acá donde se pelea por la tierra porque nuestros cuerpos son territorio”, afirmó Marta Dillon, comunicadora y activista de NUM.
“No nos unen las vaginas, las asambleístas repudiamos a la Bullrich ¡asesina!”, mientras terminaban de llegar algunas compañeras desde otros lugares, ensayamos los cantos para la marcha de la tarde hasta que, al ritmo del kultrum, un grupo de copleras abrieron la asamblea denunciando, que el genocidio no terminó y la Patagonia es un lugar donde se está reavivando.
“El primer mandato del patriarcado nos enseña a desconfiar las unas de las otras”, dijo Dillon, que fue la primera oradora del encuentro. “Necesitamos construir una práctica de confianza y cuidado mutuo entre nosotras, una amistad política, inventar trazos y lazos”, propuso.
“Estamos dispuestas a inventar nuevos modos de vida sustentados en el cuidado y no en la competencia”, aseguró la activista. “Nadie dice que sea fácil, decimos que es una tarea política, la mayor de ellas: crear formas de vida y crear organización feminista capaz de trabajar desde la heterogeneidad y con el máximo de los respetos a la pluralidad que nos constituye”, aclaró. “Apostamos a una fuerza políglota, plurilingüe, díscola, fugitiva”, agregó.
“Hablamos para todos y para todas”, aseveró. “Para las que no se reconocen feministas pero tienen prácticas de autonomía, para las que se sienten oprimidas pero no identificaron la causa, para las que simplemente quieren vidas libres de violencia, para quienes se escurren de las diferencias de género, para los varones que revisan sus prácticas y también para quienes aún no lo hacen”, enumeró y convocó a “construir alianzas interseccionales y subjetividades nuevas”.
Después tomó la palabra Moira Millan, referente mapuche. “En estos días mucho se habla de la desaparición del compañero Santiago Maldonado y con cierta mala intención intentan abstraer la desaparición de él sin decir exactamente que el origen de la desaparición aparece en una lucha territorial”. Y caracterizó la “lucha de dos mundos contrapuestos”, donde “hay un mundo que cree que es sagrada la propiedad, que plantea un Estado proteccionista de los intereses de la muerte” y “el mundo mapuche, que creemos que lo sagrado es la vida, que el concepto de justicia es recuperar la relación armónica entre los pueblos y para con la naturaleza”.
Millan manifestó que las mujeres, no solamente las originarias, estamos despertando por una fuerza telúrica y no por una capacidad individual. “La tierra nos está obligando a despertar y cuando despertamos no podemos volver a dormir”, advirtió. Y develó un “secreto mapuche”: el wnvne rakizuam, el primer pensamiento, el instinto. “Hay que apagar la razón y encender el corazón. Apagar esa mente atravesada por tanto colonialismo y empezar a encender el espíritu”, explicó. “Realmente estoy convencida que un nuevo amanecer va a ser posible el día que nosotras descubramos y dimensionemos la fuerza, el newen que habita en cada una de nosotras”, amplió.
“Quiero un nuevo mundo, hermanas, una nueva humanidad que respete la vida, que construya en el amor, una revolución donde el arte de habitar en reciprocidad y armonía sea posible, no quiero nada menor que eso, ¡marici wew!”, concluyó Millan y le pasó la palabra a Auca Millañanco, del pu lof en resistencia en departamento Cushamen, que insistió sobre no separar la desaparición del contexto en el que se dio. “Nos convoca puntualmente la libertad de nuestro lonko Facundo Jones Huala”, expresó. “Él es nuestra autoridad ancestral, no lo hemos elegido, es lonko porque tiene una fuerza espiritual”, explicó y pidió “que podamos unir la desaparición forzada de Santiago Maldonado con la libertad y no extradición de nuestro lonko”.
“Lo que se plantea aquí y por lo que se plantea tanta represión es porque nosotros nunca vamos a transar con el Estado Nacional y es ahí donde se crea la fractura, nosotros vamos a seguir apuntando a la autonomía, a la liberación de nuestro pueblo nación mapuche”, finalizó Millañanco.
Antes de circular la palabra entre todas las presentes, nos saludó Mirta Acuña de Baravalle, Madre de Plaza de Mayo. “Es emocionante verme siempre de alguna manera avasallada por las mujeres, es hermoso, es maravilloso. Ciertamente al verlas a ustedes estoy viendo a nuestras hijas desaparecidas”, compartió. Nos pidió que seamos consecuentes, “mi reclamo de que se comprometan no es fácil, no es fácil entregarse a una lucha porque se dejan ciertas cosas a veces a un costado”, enfatizó Acuña de Baravalle. “Mujeres, un abrazo muy grande y la lucha será de ustedes, -se corrigió- de nosotras”.
Durante cuatro horas, compartimos miradas, dudas, problemas, luchas, diferencias, estrategias. Participaron la Colectiva Comarcal Niunamenos, Mujeres en Libertad, Socorro Rosa Comarca Andina, Conjuros a viva voz producciones radiales feministas – FM Alas 89.1, Red de géneros de Bariloche, Colectivo Al Margen, Festival de la Diversidad, Multisectorial de Mujeres de Esquel, Feministas de Abya Tala, Red de apoyo a las comunidades en conflicto MAP, Pañuelos en Rebeldía, Asamblea Lésbica Permanente, Frente Popular Darío Santillán, Campaña contra las violencias hacia las mujeres, Socorro Rosa Fiske Menuco y Villa Regina, La Revuelta, Pan y Rosas, Comisión de investigación de la violencia en los territorios de Buenos Aires, Mala Junta de Bariloche, comisión directiva de Aten provincial, Las piqueteras, La Dignidad, Frente de mujeres de Nuevo Encuentro, 8300, trabajadoras de la radio Universidad Calf, la Asociación de Empleadas Domésticas de Neuquén y Madres de Plaza Línea Fundadora, entre otras.
Pasadas las seis y media, se cerró la asamblea para ir a la marcha que todos los sábados se hace en El Bolsón hasta el escuadrón de Gendarmería pidiendo aparición con vida de Santiago Maldonado. Las mujeres marchamos al grito de: “Poder, poder, poder ancestral / y ahora que estamos juntas / y ahora en asamblea /armando resistencias van a caer, van a caer/ poder poder, poder brujeril / y ahora en la Comarca / y ahora que no está Otranto / devuelvan a Santiago que no se ahogó, que no se ahogó / poder, poder, poder feminista / y ahora en la Patagonia / y ahora con nuestro cuerpos / liberen los territorios / marici wew / marici wew”, entre otros cantos, detrás de la bandera con la consigna: “Nuestros cuerpos, nuestros territorios ¿Dónde está Santiago Maldonado?”.
Tal como se había acordado en la asamblea, fue una marcha pacífica. El escuadrón estaba custodiado por dos filas de gendarmes, uno de ellos nos filmaba. Cayó el sol y nos encontramos en la FM Alas, que está sufriendo amenazas reiteradamente, donde las comunicadoras de Conjuros a Viva Voz hicieron su programa de radio en vivo.
En una mesa compuesta por activistas y comunicadoras feministas, se compartieron algunas conclusiones, reflexiones y preguntas que dejó la asamblea. Graciela Alonso, de La Revuelta, sostuvo que tenemos por delante un “desafío importantísimo: trascender aquello que nos separa, construir articulaciones”, que si bien “quedó expuesta la dificultad de entrelazar luchas diversas” y la visión de algunas mapuche del feminismo “como algo del mundo al que enfrentan”, el feminismo es heterogéneo y el movimiento mapuche también.
“Desconfiar y plantearnos como rivales es uno de los mandatos del patriarcado”, remarcó Alonso y por eso “hoy hay que seguir en este camino de diálogo que no tiene por qué no ser dificultoso pero que no hay que perder de vista que el contexto es complicado y que las enemigas y enemigos no están de este lado”, que son en realidad quienes se llevaron a Santiago Maldonado. Ruth Zurbriggen, de La Revuelta, coincidió: “Hay una cultura política que nos atraviesa y está encarnada donde pareciera que las y los enemigos están adentro y eso nos preocupa”. También opinó que “son tiempos donde estamos más exigidas a pensar desde los acuerdos aunque sean pequeños”. “Tenemos que hacer un esfuerzo por pensar más las coincidencias”, insistió. “Desde el feminismo nos preocupan las estrategias del poder que intenta el quiebre de las solidaridades porque reconoce la potencia de esas solidaridades”, evaluó Zurbriggen.
Una de las activistas de NUM celebró la asamblea porque “la experiencia de asamblea es siempre la experiencia de pensar juntas, que es más difícil”. Se refirió al feminismo como una multiplicidad que es siempre pregunta y dejó resonando el interrogante sobre la relación a lo anticolonial y lo antipatriacal. Alonso declaró que “estamos construyendo un feminismo decolonial”.
Celina Pipo, de Conjuro a Viva Voz, retomó la idea de la asamblea de que todos los cuerpos valen y dijo, que en la misma línea “todas las luchas son necesarias, no hay luchas más valiosas que otras”. Andrea Sánchez, de Socorro Rosa de la Comarca andina, invitó a “redimensionar qué significa acompañarnos” y a tener confianza dentro de las que estamos luchando. “Aunque no estemos cara a cara, estamos contra el mismo enemigo”, afirmó.