Entre el miércoles 26 y el sábado 29 se llevó a cabo en Bariloche la 5º Fiesta de la Palabra. Organizada por la Subsecretaría de Cultura Municipal esta actividad dio cita a las más diversas expresiones artísticas que tienen lugar en nuestra ciudad y encuentran en ella un espacio de exposición y apertura para lo que vienen realizando durante el año.
Lugares como la Escuela de Arte La Llave, el Salón Comunitario de Usos Múltiples (SCUM) o la biblioteca Aimé Paimé, entre muchos otros, se llenaron de actividades muy variadas que pasaron por lecturas de cuentos, presentación de libros, muestras de danza, actuaciones de coros y tantas otras expresiones artísticas que día a día tienen lugar en la ciudad.
La Secretaria de Cultura estima que pasaron por los diferentes espacios unas 2200 personas, mientras que otras 300 participaron como expositoras. Entre las cuales se destacó la presencia de Usinas Culturales, programa dependiente del Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte de Río Negro, a través de sus diferentes talleres. Conducidos por talleristas de reconocida trayectoria los participantes realizaron intervenciones en diversos puntos de la ciudad y quienes asistieron pudieron ver lo que cada grupo tuvo para mostrar, pero también en algunos casos la invitación era a participar activamente. Entre los talleres que participaron con intervenciones estuvieron Expresividad y Creatividad, Coro y Radio, todos parte de Usinas Culturales.
Chela Painefil es quien conduce el espacio de Coro que funciona, junto con otras actividades, en la biblioteca “Énfasis en el papiro dorado”, perteneciente al área de Salud Mental del Hospital Regional. Bajo la consigna “Si vos estás todo es mejor” este coro se presentó el viernes 27 en el Centro Administrativo para mostrar el fruto de su trabajo cotidiano, tanto en el coro como en la biblioteca.
En la muestra lucieron cantando canones y quodlibets, dos formas de canto coral que apuntan a la integración de las voces. Mientras que en el canon las voces se van repitiendo y modificando las tonalidades a medida que una nueva entra en juego, en el quodlibet se van integrando diferentes melodías de canciones populares. Entre las obras que interpretaron estuvieron “Ea, vamos a cantar”, “Las nubes en el cielo” y una reversión de la canción africana “Va-Vaha”.
Para quienes participan del coro los desafíos son varios y no sólo aprenden a cantar, si no que también aprenden a expresarse con el cuerpo y a enfrentar la exposición frente al público. Por eso fue grande la satisfacción cuando entre los asistentes encontraron que un grupo de estudiantes del CEM 44 que se acercó para participar de la actividad, conversar y sacarse fotos con los integrantes del coro.
En el taller de Expresividad y Creación, también de Usinas Culturales, la propuesta estuvo centrada en la mirada y en la subjetividad, toda persona tiene un punto de vista personal. Cómo construimos la mirada sobre quienes nos rodean y a la vez cómo son esas otras miradas que también nos determinan. Con ese objetivo la muestra consistió en la intervención artística de marcos de anteojos, a cargo de los participantes del taller, todos pertenecientes al Grupo Camino. Algunos tenían clavos que hablaban de miradas que duelen, otros tenían colores que decían que la mirada también puede traer belleza. La invitación fue que los asistentes utilizaran esos anteojos para ponerse en el lugar de la otra persona y tratar de ver de una forma diferente. El punto de vista también crea el objeto que vemos, fue la reflexión que quisieron dejar las talleristas Gabriela y Florencia.
Ahora es momento de que cada taller vuelvan a sus actividades cotidianas donde se piensan y se vuelven a armar nuevas experiencias que enriquecen a cada uno de sus participantes.
Por Equipo de Comunicacion popular Al Margen