Los intereses y las estrategias de los grandes capitales trasnacionales que hoy operan en la provincia de Río Negro necesariamente están moldeando el modelo de desarrollo que impulsa el gobernador Alberto Weretilneck.
Y también, las decisiones del Poder Judicial en la resolución de los conflictos territoriales con el pueblo mapuche-tehuelche. Con la experiencia acumulada de siete años de mano dura frontal en el conflicto en Villa Mascardi, en este período de gobierno, contemporáneo a la administración libertaria a nivel nacional, Weretilneck buscaría licuar el conflicto, sobrepasarlo con el peso arrasador del capital concentrado armando la agenda de gobierno.
En este sentido, es clave el desarrollo del primer caso judicial de empresarios de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) contra un grupo de mapuche por tierras rurales junto al río Alto Chubut. En tanto, se mantienen seis órdenes judiciales de desalojo sin ejecutar hasta el momento del cierre de esta nota, según el relevamiento y seguimiento que realiza la Coordinadora del Parlamento Mapuche.
Nuevo caso testigo
En las próximas semanas, antes del inicio de la feria judicial, una jueza de garantías de Bariloche escuchará si hubo acuerdo entre partes que evite juzgar a cinco mapuches por la presunta turbación de la posesión de más de 14.000 hectáreas ubicadas a 125 kilómetro al sur-este de esa ciudad. Esas tierras las compró el fideicomiso Amaike, de capitales originarios de EAU, donde tiene un coto de caza de especies exóticas habilitado por el gobierno de la provincia. Es una de las doce fracciones de tierras rurales compradas por los mismos capitales entre 2017 y 2020 en Río Negro, acumulando al menos 40.000 hectáreas.
Ahí mismo, desde hace más de cien años, generaciones de la familia mapuche Cayunao arriban al final de la primavera con sus animales para aprovechar la buena pastura natural y el agua dulce abundante de lagunas y arroyos. Se retiran a las tierras más bajas antes de la primera nevada, cuando el otoño se instala. Así fue hasta que los nuevos dueños empezaron a hacer el alambrado de 2,20 metros de altura para los corrales de encierro del coto. El personal contratado por los nuevos dueños no se limitó a alambrar, sino que actuó como grupo de choque.
Los pobladores se informaron del cambio de esa manera, con la destrucción intencional de sus pertenencias y las amenazas. La documentación tardó mucho más en conocerse. Alguna, incluso, ni siquiera es mencionada en el legajo en curso contra los cinco imputados.
Hugo Alberto Barabucci, jugador de polo argentino y responsable del equipo Abu Dhabi Polo Team, con asiento en Dubai, compró en marzo 2017 al empresario Marcos Marcelo Mindlin tres fracciones de campo, incluyendo la parcela en conflicto. Pagó poco más de 2 millones de dólares, que le fueron donados por una persona física o jurídica no identificada en la escritura pública aportada en numerosos legajos judiciales y administrativos. Sí dice que el pago salió de una cuenta del Banco First Gulf Bank en Abu Dhabi (uno de los siete emiratos federados en la EAU) a una cuenta en el Banco J.P. Morgan Chase Bank, sucursal Nueva York. Una donación anónima para tierras en oferta que ni siquiera ingresó al circuito financiero argentino. En enero del año siguiente, Barabucci aportó esos inmuebles al momento de constituir Amaike.
El historial de dominio de esa parcela emitido por el Registro de la Propiedad Inmueble de Río Negro, con cuya constancia oficial trabajamos en esta investigación, da cuenta del camino recorrido hasta llegar a manos del ex polista. Allí no dice cómo se llama ese fideicomiso. En cambio, el expediente administrativo de habilitación del coto de caza “Futan tue” agrega toda la documentación de Amaike, el fideicomiso para el que el polista argentino compró ésta y otras tierras.
Los hermanos Matar y Faris Suhail Al Yabhouni Al Dhaheri fueron el vínculo original con Barabucci en la Argentina, nombre que articula un grupo de firmas inscriptas en nuestro país que confluyen en Amaike, tal como hemos relatado en otras oportunidades. A la vez, Matar Suhail Al Yabhouni Al Dhaheri es propietario de menos del 1% del paquete accionario de la empresa de origen. Aun así, en 2013, cuando la tierra era de Mindlin, el rey de los negocios de la energía en nuestro país, sus empleados le avisaron a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Río Negro que entre las obras de infraestructura previstas estaba la “casa de Matar”, ubicada en un plano borrador en la costa sur del arroyo Cañadón del Diablo.
Ejecutores materiales
En 2019, en plena época de actividad de veranada (arreo y pastaje de animales en las tierras altas durante el verano), integrantes de la comunidad Kom Kiñé Mu (KKM) que habitan el lugar encontraron a tres hombres a caballo, que realizaban un alambrado olímpico para el encierro de ciervos introducidos. Andrés Saint Antonin, ganadero y dirigente ruralista de Bariloche, se presentó como el responsable del grupo ante la gente mapuche, en ese primer incidente y en los numerosos casos posteriores, que incluyeron la destrucción intencional de los resguardos de veranada que usaban como vivienda, entre otros ataques jamás investigados por la Justicia ordinaria.
Sain Antonin es guía de caza y corresponsable del proyecto del coto de caza Fütan tue. Pablo Javier Pradenas es segundo ayudante en las labores de campo. Ellos son algunos de los testigos que ofreció Barabucci para sostener la denuncia contra Soledad Cayunao y Pablo Perret, de la Lof Cayunao, así como contra los hermanos Daniel, Juan y Raúl Benavídez Cayunao de la KKM, asegurando que en febrero del año pasado su presencia en la montaña turbó la posesión del polista, agravada cuando dos de ellos sacaron unos carteles que decían “propiedad privada” y colgaron en su lugar banderas mapuche.
Ni el grupo mapuche ni una causa judicial detuvieron jamás el avance de las obras en el territorio en conflicto. De hecho lograron impedir el cuidado de las vacas y sus crías en ese lugar y cercaron el acceso a tres lagunas cuyo uso es fundamental para sostener la vida durante los meses de veranada. Así es que los mapuches ya fue castigada en forma extrajudicial. La resolución en este legajo sería, en todo caso, una pena agravante al deterioro espiritual y económico de las familias que se defienden.
Cacerías
Andrés Saint Antonin se inscribió como guía de caza para la empresa Four Season Adventure SA, que desarrolla su trabajo en varias provincias argentinas. Tiene su domicilio en el paraje Rayhuao, en la zona de Pilcaniyeu, al este de Bariloche. Allí comparte un establecimiento familiar con su hermano Enrique, quien a su vez reclama el desalojo de la Lof Millapi, asentada en tierras muy cercanas a la propiedad de la reina de los Países Bajos Máxima Zorreguieta.
En un territorio en disputa, a Andrés le toca estar de los dos lados del mostrador. A veces como denunciante, a veces como imputado, siempre en ganador. En el legajo contra la Lof Cayunao y KKM, es un testigo fundamental usado tanto por la Fiscalía como por la querella que representan Juan Ignacio Sarmiento y Magdalena Sanguinetti, abogadxs de Bariloche. Esos mismos abogados lo defienden por las agresiones que cometió como parte de la patota que atacó a un grupo de manifestantes que reclamaban por el libre acceso al lago Escondido. Es uno de los cinco imputados por lesiones de distinta gravedad; en ese legajó pidió la suspensión del juicio a prueba.
Delante de numerosos testigos, montado a caballo atacó a la reportera gráfica Alejandra Bartoliche, lo que quedó documentado en pruebas usadas por el Poder Judicial. Sin embargo, la querella por Barabucci pidió medidas de protección para Saint Antonin y su grupo de alambradores, argumentando que corren peligro ante el linaje Cayunao. Hasta ahora el pedido no prosperó, pero todo está por verse. Ya casi es fecha de iniciar la veranada y quieren asegurarse el encierro de las lagunas Del Espejo, Atravesada y Verde.
Por Susana Lara (Cohete a La Luna)
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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