A partir de la pandemia el crecimiento de apps de apuestas fue vertiginoso. La campaña agresiva de publicidad apunta a los jóvenes entre quienes el juego no está permitido hasta los 18 años. Las apps no habilitadas son fácilmente franqueables y falsear la identidad de un mayor en las dos empresas habilitadas por la Provincia también es sencillo. ¿Debería el Estado fortalecer la regulación?
Cuando a principio de siglo los bingos empezaron a crecer descontrolados a los costados de las estaciones de tren del conurbano bonaerense, hubo quienes intentaron desmalezarlos sin éxito con iniciativas políticas dando respuesta a esta pregunta: ¿Cómo puede el Estado habilitar justo ahí esos agujeros negros de salarios que bajan del andén? Si el juego de apuesta fue siempre la manera rápida de ganar (y perder) plata, ahora en época de inmediateces e imperio del teléfono móvil, de crisis económica y Estado regulador caído en desgracia, el juego online adquirió un potencial devastador.
La pandemia desencadenó fenómenos subrepticios alentados en la Argentina por una cuarentena ciertamente adultocéntrica. El cierre de casinos dio paso a la creación de apps de juegos de apuesta que pasaron de 0 a más de 120 a fin de 2022. En este podcast https://elhilo.audio/podcast/apuestas-online-argentina/ la psicóloga Débora Blanca explica que la edad iniciática de los jugadores orilla los 12 años y la más convocante los 15. El fenómeno –ilegal hasta los 18- se extiende como mancha en los recreos de escuela. Apostar nunca fue tan fácil: podés hacerlo transfiriendo dinero desde una billetera virtual a partir de los 13.
Hace tiempo que la crítica no pone su mirada en la manipulación que ejerce la publicidad como hacía en los 60 y 70, dice el filósofo francés Michel Wieviorka en un artículo del fin de semana en El País. Desde entonces las empresas han perfeccionado el marketing: hoy para vender juegos de apuesta, contratan a influencers como Coscu a retos de 24 horas –Coscu asumió haber perdido 300.000 dólares en juegos online-, a feministas como Thelma Fardin, a jóvenes empresarias como Zaira Nara, a ídolos como Dibu Martínez y Messi, inscriben sus marcas en las camisetas de Boca y River, en locuciones de intensa audiencia como Gran Hermano, en partidos de fútbol, en YouTube, en Twitch.
Algunos diputados nacionales trabajaron en proyectos de ley para regular este mercado, entre ellos Maximiliano Ferraro de la Coalición Cívica, Itai Hagman y Natalia Zaracho de Patria Grande. “Son leyes que no van a salir hasta que cambie la composición del Congreso”, advirtió días atrás Juan Grabois. “Las empresas del ramo tienen adornados a tirios y troyanos. Aclaro que ni ley haría falta si las provincias y la CABA se comprometen con esta causa, porque el organismo regulador de cada jurisdicción podría prohibir o al menos reducir este bombardeo de timba que arruina vidas”, agregó.
En Río Negro la entidad que regula el juego es la Lotería de Río Negro, que no tiene índices de casos de adicción al juego en adolescentes, si bien tampoco los hay en la Argentina. En parte, porque las consultas llegan aisladas a los dispositivos de salud desde escuelas o clubes de barrio, también porque los adolescentes usan mayormente apps ilegales, no reguladas por el Estado mediante la extensión bet.ar.
La ludopatía integra el grupo de adicciones comportamentales, conocidas como adicciones sin sustancia. Se trata de trastornos de dependencia relacionados con diversas actividades humanas. Victoria Delgado, psicóloga jefa del Departamento de Juego Responsable y Responsabilidad Social de la Lotería de Rio Negro, prefiere no patologizar la conducta y hablar de juego problemático.
La lotería tiene en su web una serie de teléfonos: 02920 422746 interno 554 (Oficina de Programa de Juego Responsable), 0800 222 1700 (Línea de Orientación al Jugador Problemático) y 0800 999 1831 (denuncias de juego ilegal). Delgado dice que no suele recibir llamados de padres ni de chicos pidiendo ayuda, sino más bien de docentes de escuela en alerta porque los alumnos apuestan en recreos y tiempo libres. Dice que el 99% de los jóvenes accede al juego online a través de plataformas ilegales. Para hacerte una cuenta de usuario en La Rionegrina Online, es necesario tener más de 18 y certificar la identidad en una agencia de Lotería. Sin embargo, para hacerte una cuenta en Del Río Online y Casino Club Online, las dos empresas privadas habilitadas para operar en la provincia, sólo hace falta mandar la captura de imagen del DNI de un mayor. Es muy sencillo falsear la identidad.
“Hay que replantearse si el problema más que en los jóvenes no reside en los adultos referentes”. Me había dicho Delgado en la entrevista
– ¿Te parece bien un control estatal sobre el juego adolescente, impidiendo por ejemplo que las apps funcionen en escuelas? –pregunté.
–Vi métodos como sacarle el celu a los chicos, pero eso no va a privar a alguien de seguir jugando. El trabajo tiene que estar orientado a reducir el daño.
Maximiliano Pérgamo es coordinador del Centro Socio Comunitario de Viedma, único dispositivo público que atiende adicciones en la provincia. Dice que en el último año no recibieron llamados de padres ni de chicos pidiendo ayuda, sino más bien de docentes de escuela, como en la Lotería. “Antes en los recreos se jugaba a las cartas, ahora al casino”, dice. “El problema está invisibilizado porque el juego tiene legitimidad social. Hay que ponerlo en agenda”.
Por Pablo Bassi
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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