En varias ciudades argentinas los colectivos artísticos viven un estado asambleario contra el proyecto de ley ómnibus de Milei. El Frente Cultural Bariloche organiza este sábado a las 18 en Pasaje Gutiérrez y Tacurí un Festival de Necesidad y Urgencia.
En estado de ebullición. Así podríamos describir a los colectivos culturales que en varias ciudades argentinas se congregan, impulsan actividades en contra del proyecto de ley ómnibus del presidente Milei, que busca desfinanciarlos hasta el estrangulamiento en algunos casos. El Frente Cultural Bariloche se constituyó días atrás con la participación de más de 450 personas: trabajadores, gestores, artistas plásticos, músicos, estudiantes que convocan para este sábado a las 18 a un Festival de Necesidad y Urgencia.
“En cada ciudad, la cultura toma la voz”, dice a Al Margen Marcelo Saccomamo, presidente de MUEBA, la Asociación de Músicos de Bariloche.
La construcción del edificio del teatro público es una buena expresión de este tiempo. El proceso está avanzado en un 80%, pero la desaparición que propone el Ejecutivo en el Congreso de un organismo clave pondría en duda la finalización.
“Falta el revestimiento, los camarines, las divisiones de los baños”, dice Roxana Kupczyk, tesorera de Teatrantes, la asociación receptora de los fondos públicos del Instituto Nacional del Teatro (INT) para su construcción.
El INT está siendo amenazado, porque el proyecto legislativo de Milei deroga la Ley del Teatro que prende a ese organismo que sostiene las salas con menos de 300 localidades, donde mayormente circulan las producciones independientes. La iniciativa del presidente también asecha al Fondo Nacional de las Artes, un verdadero entre promotor admirado en el mundo, cuyos créditos permitieron a Piazzolla comprarse el primer piano, a Minujín formarse joven en Francia, a Berni adquirir su estudio y a Torre Nilsson una cámara. Todo esto lo cuenta Javier Torre, hijo de Torre Nilsson, anunciado Presidente del Fondo Nacional de las Artes en la era Milei y despedido cuando dijo que iría a resistir como capitán de barco el embate contra el organismo.
“El Fondo no le cuesta plata al Estado, vive de los recursos del Fondo Público Pagante que son las películas, libros, obras de música que tienen más de 70 de la muerte de sus autores. Se perdería una fuente de vida si se cerrara”, dijo Torre en Clarín durante su brevísima gestión.
El proyecto oficial, además, desplaza al Instituto Nacional de la Música (INaMu) y al INCAA a la órbita de la Secretaría de Cultura de la Nación. Dejarían de ser entes públicos no estatales con asignaciones específicas aprobadas meses atrás en el Congreso.
“Todos estos organismos que regulan y promueven la producción artística se achican y desaparecen, y con ellos desaparecen la producción artística y cultural”, dice Germán Leda del Sindicato Argentino de la Música de Bariloche. “Es una ataque al arte, al consumidor de arte, al pensamiento crítico, al crecimiento intelectual de la sociedad”.
Milei pretende reformar también la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares por una Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares subsidiada por el Congreso a partir de la acreditación de su necesidad en el barrio y el esfuerzo realizado en la prestación de servicios.
“La inversión del Estado en cultura es del 0,2% del presupuesto. El aporte de la cultura al PBI es del 1,8”, dice Alicia Tealdi, de Teatrantes. “Incluso desde una mirada productivista, la decisión del gobierno no es económica, porque la cultura genera recursos. ¿Qué buscan entonces? ¿Eliminar el pensamiento crítico? ¿La identidad? ¿Las devoluciones a través del arte de lo que estamos viviendo?”.
Por Pablo Bassi (Fotos: Facundo Britos)
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