Las tres centrales de trabajadores convocaron a una concentración en el Centro Cívico, con una respuesta como no se veía desde fines del gobierno de Macri. Hubo pedidos de paro general, y el intendente Walter Cortés recibió en mano un petitorio.
La convocatoria contra el ajuste despiadado, el DNU y el proyecto de reforma liberal de Javier Milei en el Centro Cívico de Bariloche fue más extensa y diversa que otras convocatorias sindicales. La CGT y las dos CTA llamaron a escribir en nuestra ciudad el capítulo de una jornada que tuvo epicentro en el Palacio de Justicia en Buenos Aires y réplicas en varias ciudades del país. Los trabajadores organizados reclaman a jueces que declaren nula la reforma presidencial a favor de las empresas que busca destruir con un decreto 70 años de legislación. Habría que remontarse a fines del gobierno de Mauricio Macri para observar tanta heterogeneidad movilizada.
La preocupación en el sector turístico es importante. El fin del Previaje, la devaluación, la recesión económica buscada desalientan la actividad. Empresarios del sector se expresan al respecto en medios periodísticos. El Secretario de Turismo de la Provincia, Marcos Barberis, hombre del gremio, dijo horas atrás estar preocupado. Y los trabajadores, por supuesto, también están preocupados. Numerosa fue la columna de AEC (Comercio) junto a la de ATE (estatales), Aeronáuticos con banderas de Aerolíneas Argentinas y La Bancaria. También se concentró el SOYEM (municipales), UnTER (docentes), APINTA (INTA), ASSPUR (salud) y UPCN (personal civil). Había pecheras de la UTEP (economía popular), ADUNC (docentes de la Universidad de Comahue), obreros marítimos, mecánicos de SMATA y APOPS (ANSES), entre otros. Había legisladores, dirigentes, ex candidatos, partidos políticos.
El encuentro funcionó prácticamente como una asamblea, donde un grupo de manifestantes trotskistas y de la UnTER local, entre otros, gritaban ¡paro general! a los dirigentes de la CGT que se acercaban al micrófono con los músculos todavía entumecidos. En esos momentos parecía que la incipiente unidad frágil pendía de un hilo.
Alberto Arabarco, Secretario Gremial de Comercio, fue el primero en dirigirse a la plaza. Dijo que las medidas de Milei lejos de afectar a la casta impactan sobre los más humildes. Y en un llamado a la unidad, pidió dejar las ideologías de lado. Fue curioso el contraste, porque horas después, el titular de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios que nuclea a la AEC, Armando Cavalieri, anticipó en Casa Rosada que adherirá al Fondo del Cese, la propuesta del Presidente para que los empleados financien con ahorros su propia indemnización.
Luego fue el turno de Luis Cionfrini, Secretario General del SUTERH (encargados de edificio) y titular de la regional andina de la CGT. Tal vez postergando la idea de un paro, auguró que la lucha será larga.
Isabel Vega, secretaria general de la CTA Autónoma, subrayó el peligro que representa la revolución liberal de vender el patrimonio nacional.
Jorge Molina, secretario general de la CTA de los Trabajadores, arrojó un dardo contra el gobernador Alberto Weretilneck. “Si en 2018 se reconocía un buen alumno de Macri, ahora debería decir que es un buen abanderado de Milei”, dijo. No especificó por qué, aunque puede entenderse por la decisión del gobierno de la provincia de licuar el salario estatal (al momento no hay aumento en diciembre, frente a una inflación estimada en el 30%), el pago en dos cuotas del aguinaldo y el manto de incertidumbre que puso sobre la continuidad laboral luego del próximo 31 de enero de 3000 trabajadores contratados. La diferencia es que Milei ya decretó el despido de los contratados en organismos nacionales durante 2023 y prolongó sólo por 90 días el trabajo de los contratados en cualquier época. ATE calcula que serían unas 70.000 personas las desvinculadas en marzo.
Desde el micrófono alguien anunció que se haría entrega de un petitorio a Walter Cortés. En ese momento, el intendente, ex secretario general del sindicato de Comercio, bajó los primeros peldaños de la escalinata, recibió el petitorio y dijo que “el DNU se agarra con los más débiles y se saca de encima a la cámara de diputados y senadores. Acompaño el reclamo de los compañeros: en mi corazón están los trabajadores primero”.
Por Pablo Bassi
Fotos: Pablo Candamil
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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