Sigue la ola de frío en la región y mas del 40% de la población no cuenta con gas natural. La falta de garrafas y el precio del gas ligado al precio del dólar. Un informe que te va a dejar helado.
El ingeniero Javier García Guerrero, profesor titular con Maestría en Administración de Sistemas y Servicios de Salud y Ex Asesor de la Legislatura de Río Negro presentó un informe con datos cuantitativos y efectos colaterales de las actuales políticas energéticas de nuestro país.
En el mismo señala que un aspecto ignorado del “sinceramiento tarifario” es que en la Argentina ocurre cada 4 horas un accidente por la inhalación de monóxido de carbono, generador de la mitad de las intoxicaciones y origen más frecuente de las muertes asociadas. La combustión imperfecta ocasionada por el uso de kerosene, leña, carbón en dispositivos como braseros, salamandras, “cocinas económicas”, calefones precarios, etc. es causa del 70% de los incendios domésticos y de enfermedades respiratorias, cardiacas, neurológicas, agudas y crónicas.
Sobre un mar de hidrocarburos y con energías renovables desperdiciadas, el 41% de la población argentina que sólo cuenta con leña para la calefacción hogareña, venía reduciendo su número desde 2012. En la Patagonia los accidentes por monóxido crecieron de los 5/100.000 hab/año (2009/2013) a los 8 casos/100.000 hab/año (2016). En Río Negro el índice se elevó a 20 casos/100.000 hab/año, siendo con Neuquén las provincias patagónicas con más afectados.
Durante 2016, mientras en el resto del país el número de menores de 2 años afectados por bronquiolitis se reducía en un 20%, en la Patagonia crecía un 4%. La incidencia de virus respiratorios registró un aumento del 37% en el país, un 44,4% en la región patagónica y un 50% en Río Negro, donde la tasa de los fallecidos confirmados es la mayor del país, resultando 580% superior a la media nacional. Con la mitad de los menores pobres, la indigencia y el desempleo en aumento, y medio millón de mayores de 80 años, el frío hace estragos en nuestra gente.
Mientras los ministerios y organismos de control hacen de su complicidad razón de subsistencia, sus gerentes/funcionarios (según el momento de la puerta giratoria en que se encuentran) permitieron un precio de gas en boca de pozo que triplica el similar estadounidense, llevando el precio de los combustibles al máximo latinoamericano.
¿Dónde hay envases de garrafas?
Luís Martínez es tesorero de COOPETEL la cooperativa encargada de la distribución del gas envasado en la Comarca Andina:
“Nosotros no fabricamos garrafas, sino que las compramos en lugares autorizados, concretamente a un fabricante de Córdoba que es parte de una federación de cooperativas. En la actualidad, cada una de ellas, habilitada por diez años, nos cuesta $1.350 (esto con el dólar a 20,5 pesos) y claramente no estamos en una situación económica coyuntural para salir a hacer grandes inversiones, por lo tanto, vamos dosificando la compra y la renovación de envases. Un tubo nos cuesta $4.500 puesto en El Bolsón. En el 2016 compramos 3.500 garrafas, y un año antes 1.500 más. Vamos reponiendo a medida que tenemos capacidad de inversión. En la actualidad tendremos alrededor de 6.000 envases distribuidos solo en la Comarca. Más, si sumamos los envases que hay en las calles de Bariloche y Esquel. Actualmente estamos mandando a Bariloche dos camiones semanales, y esa cantidad va de la mano del consumo”.
“Hace dos años la garrafa costaba 16 pesos. Así que imaginate el aumento que tuvimos. En estos momentos la estamos vendiendo a 200 pesos (mes de mayo), porque absorbimos parte del aumento que autoriza la Secretaría de Energía. Ellos básicamente nos piden que se venda a $216. Sin embargo, estuvimos un mes vendiéndola al costo. A nosotros nos termina costando $175 poner en la actualidad una garrafa llena en la calle. Todos los valores que manejamos son a precio dólar, así que lamentablemente se modifican con frecuencia”.
“Con el aumento de precios vimos que bajó el consumo un 5% de gas este último año. Tanto en redes, a granel como en garrafas, disminuyó en todos los rubros. Por eso, una de las principales amenazas que tenemos es la inconsistencia en los aumentos, ya que cada vez que compramos no sabemos cuánto nos va a costar. Se nos complica muchísimo con las variables de aumentos que no podemos manejar. Algunas cuestiones las podemos sostener y otras no. Queremos ponerle un límite a estos aumentos, sobre todo en la Comarca. Es una prioridad para nuestra cooperativa, porque todas las cooperativas están viviendo una situación muy compleja, independientemente del servicio que ofrezcan”.
Por Sebastián Carapezza
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen