El Presidente visitó hoy la ciudad en busca de nuevas noticias. Navegó el Nahuel Huapi junto a empresarios turísticos y sobrevoló una protesta de gastronómicos, cansados de perder contra la inflación
El Presidente Macri arribó hoy a la 11 al aeropuerto de Bariloche junto al ministro de Turismo, Gustavo Santos, y acompañado por el gobernador Alberto Weretilneck y el intendente Gustavo Genusso sobrevolaron en helicóptero la ciudad hasta el hotel Llao Llao. Sobre la ruta 80, habrán visto cómo decenas de trabajadores gastronómicos repartían volantes, flameaban banderas y tocaban el bombo.
Luego por tierra se trasladaron hasta Puerto Pañuelo y abordaron allí la ya mítica Modesta Victoria que los paseó por el lago Nahuel Huapi, junto a una comitiva de empresarios de la Cámara de Turismo. Entre ellos, los hombres de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra) y la Asociación de Hoteles de Turismo Bariloche (AHT).
Días atrás, estos empresarios ofrecieron una conferencia de prensa para ratificar su negativa a abonar en un solo tramo el 25% de incremento salarial, acordado con Luis Barrionuevo en cuotas de junio de 2018 a mayo de 2019, y oponerse al plan de lucha del sindicato: protestas para este fin de semana y, de no mediar respuestas, cortes sobre la ruta al Cerro Catedral el fin de semana próximo.
“Esta conflictividad solamente se da en Bariloche, ciudad que paga los sueldos más altos del sector, generando de esta manera que nuestros turistas se inclinen hacia otros destinos donde no están presentes estos inconvenientes”, dijo Patricia Esparza, de la cámara patronal AHT.
“Nosotros lo que buscamos es adecuar el acuerdo nacional a la ciudad”, dice Al Margen Nelson Rasini, secretario general de la seccional Bariloche de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (Uthgra). “La paritaria nacional nos fija un piso, no un techo. Pero no esperábamos otra cosa: ya los conocemos a los empresarios estos”.
El dirigente que septiembre pasado desbancó a Rosa Negrón, explica que los gastronómicos habrán percibido hacia fin de año sólo la mitad del aumento y que una parte importante de los 3000 trabajadores temporarios no accedieron al plus de $2000 por única vez de junio.
“Para Buenos Aires será bueno el aumento, pero para nosotros no. ¿Sabés cuánto gana una mucama en un hotel tres estrellas? 23.395 pesos de bolsillo, incluidos el aumento previsto para este semestre, el 28% por zona desfavorable y el plus del 25% en el básico por productividad (más o menos 4.000 pesos), que ya en septiembre dejará de percibir”, señala Rasini.
Protesta de Gastronómicos en la ruta al aeropuerto. Foto Equenia Neme
Además, acusa a las empresas de registrar casi a la mitad de los trabajadores por media jornada, mientras extienden su horario por pocos pesos en negro. Y de informalizar la relación laboral en los meses de temporada baja, al extremo de pagar jornales.
Como todo Estado neoliberal, el control del cumplimiento de las leyes laborales se aminora al máximo. Tanto como a tres inspectores de la secretaría de Trabajo en Junín de los Andes, un administrativo en Villa la Angostura o nadie en San Martín de los Andes, donde el ministerio dejó de pagar el alquiler de la oficina.
“Sin fiscalización la patronal se maneja a su antojo, y hay lugares, como el Cerro Catedral, donde es difícil ingresar”, agrega Rasini y nos pone a imaginar: cinco empresas manejan el 70% del turismo estudiantil, un empresario tiene cinco hoteles, por hotel entran mil pibes, y cada uno pagó el año pasado 50 mil pesos.
Seguramente, cuando el Presidente emprendió el regreso a la pista que lo trasladaría a Buenos Aires, no atinó en interiorizarse sobre la protesta y evitar el ridículo en las declaraciones que realizó en conferencia de prensa, minutos antes del despegue.
Es que si bien venía en busca de buenas noticias, eufemismo empleado para maquillar en términos de comunicación las devastadoras consecuencias del ajuste, expresó que el turismo es una bomba, de generación de empleo.
Por Pablo Bassi.
Equipo de comunicación Popular Al Margen