Varios incendios afectan el centro y sur del país y 24 personas murieron. La Argentina envió combatientes de incendio, 4×4, autobomba y helicóptero. Critican la implantación de pinos y eucaliptos para fines comerciales.
Al menos 24 personas fallecieron y más de 50.000 hectáreas fueron devoradas por los incendios del centro y sur de Chile. El Gobierno de Gabriel Boric declaró el estado de catástrofe en las regiones Ñuble, Biobío y La Araucanía. Hay 191 focos activos, otros controlados y bajo observación. Más de 800 casas destruidas, 1500 personas en albergues, mil heridos y nueve detenidos acusados de haber iniciado focos de incendio.
Varios países acercan ayuda. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Argentina envió 64 combatientes de incendios forestales, 15 camionetas 4×4 con equipamiento forestal y kits de ataque, un camión autobomba forestal 4×4 y un helicóptero con capacidad de 10 mil litros de agua.
“Las plantaciones de monocultivo forestal de pino y eucalipto están constituidas por especies de alta inflamabilidad. La plantación masiva de estos monocultivos es el principal factor para la rápida propagación de incendios forestales en el centro sur del país. Los grandes grupos económicos como Forestal Arauco y CMPC se presentan como víctimas de estos incendios, pero han sido los principales propulsores de un modelo forestal que tiene en llamas al país”, expresó Nicolás Salazar Maleras, director del documental “Llamas del despojo: incendios del negocio forestal”, en una nota en el portal Resumen.
“Dentro del mundo científico se habla de que el pino y el eucalipto son especies Pirófitas. Las especies pirófitas o pirófilas son especies vegetales que son «amigas» del fuego (piro: fuego y fila: amistad). Los eucaliptos rebrotan vigorosamente tras los incendios, mientras que los pinos propagan sus semillas luego de estos eventos. Ambas especies tienen aceites y alcoholes inflamables”, agregó sobre las plantaciones que invaden la región de Biobío.
“El Estado ha sido cómplice de esta situación, sin tener una regulación clara al respecto ni una función fiscalizadora real ante estos hechos. El Estado ha fomentado el desarrollo de este modelo forestal desde la dictadura hasta la fecha, sin grandes modificaciones. Gobiernos de izquierda y derecha han perpetuado el modelo”, agregó.
El profesor de Geografía de la Universidad de Concepción Javier Arroyo Olea precisó en Resumen que el costo de los seguros forestales con los que el Estado subsidia a las empresas suma 1.370.631 dólares desde 2016 para las plantaciones de pinos y eucaliptos. Y la facilitación de rebajas tributarias 82.191.531 dólares desde 2012.
Redacción
Cooperativa Al Margen