La APDH expresó su preocupación por la condición de encierro “inhumano” de una población carcelaria que –asegura- supera la permitida.
La situación que atraviesan los presos alojados en el Penal III de Bariloche “llega a un nivel de indignidad insostenible”, aseguró la Asamblea Permanente de Derechos Humanos en un comunicado.
“Además del rigor innecesario, la cárcel de Bariloche es un edificio que fue construido hace cincuenta años como hogar de ancianos, sin espacios adecuados para el encierro de personas”, agregó.
La secretaria sobre violencia institucional de la ADPH, Mara Bou, dijo a Al Margen que en el Penal viven hoy aproximadamente 165 personas, un número muy superior a la capacidad de 94 internos permitida según la Pastoral Social.
Este 25 de enero venció el plazo impuesto un año antes por la jueza Ejecución Penal Sandra Ragusa al Ministerio de Seguridad y Justicia de la Provincia para realizar obras de acondicionamiento. La verificación judicial sobre el estado de esas obras aún no fue realizada.
Ragusa ordenó acondicionar la celda 1 (hall) y la 24, instalar termotanques, asegurar tomas y circuitos eléctricos y mantener los conductos de calefacción.
Además determinó que se alojen provisoriamente hasta cuatro personas por celda en los pabellones 1 y 2, en la celda 19 y 20 hasta 8 personas en cada una y en la celda 18 hasta 5 personas.
La APDH reconoció que las celdas 18 y 19 fueron remodeladas, pero eso no alcanza sin luz solar ni patio ni puerta de baño.
Al Margen intentó comunicarse sin éxito con la ministra de Seguridad y Justicia, Betiana Minor.
Redacción
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen