Ayer me llevé la última imagen del Ale. Agonizaba solo en Cuidados Intermedios del Hospital Zonal. El encuentro duró unos minutos hasta que le aplicaron una dosis de morfina que lo sumergió en vaya a saber que sueños…
Seguía lucido e irónico como siempre. Sabía perfectamente que había reunión de Colectivo al Margen y que no iba a estar presente. En esos minutos me contó de la agonía de su padre en 19 días por el mismo tumor en el mismo pulmón y de los 8 meses que su madre resistió el cáncer. Sentía que su historia estaba predeterminada por esos antecedentes familiares y que una muerte sin sufrir era el mejor destino…
Lo conocimos de carambola, como siempre pasa en las dosis de azar que rodea a las organizaciones sociales. Era paciente de una compañera nuestra que trabajaba en Camino Abierto.
Nosotros nos empezábamos a subir a la locura de armar el Sistema de Estacionamiento Medido y Solidario de Bariloche allá por el 2012 junto a otras organizaciones hermanas que compartían la caminada en infancia.
Teníamos que armar el grupo inicial que salió entre compañeros y compañeras de las Comunidades Eclesiales de Base de la San Cayetano, el grupo de jóvenes del Ecos del barrio Unión, los pibes de nuestro Semillero al Margen y algunos compas que participaban en Camino Abierto, institución que nutre desde hace muchos años al plantel de vendedores y vendedoras de la revista Al Margen.
El Ale venia de sufrir una depresión profunda y participando de la propuesta de Camino Abierto y la terapia que encaró con nuestra compañera empezó a salir adelante. La compañera nos trajo la propuesta de sumarlo al Estacionamiento y ahí lo conocimos.
Era sapo de otro pozo para nosotros. No era de origen plebeyo como la mayoría de los destinatarios de la organización, ni militante social como el resto de todos nosotros. Al menos no lo conociamos de ese ámbito.
Le costó al principio adaptarse al grupo y la tarea, pero rápidamente encontró en la organización los brazos y abrazos que tal vez no encontró en todos sus años vividos en Bariloche.
Su enorme capacidad intelectual y su título de licenciado en economía nos sorprendió gratamente. Era el único universitario completo del Estacionamiento Medido; política destinada al primer empleo de jóvenes con vulnerabilidad social.
De a poco asumió las tareas administrativas, el manejo de caja y las diferentes responsabilidades que hacen falta asumir en la autogestión del propio trabajo sin patrón. Desde ese lugar ganado en base a la confianza y la responsabilidad que asumió el compañero lo invitamos a sumarse al seno del Colectivo al Margen como referente de la cooperativa Kata Wain Nehuen.
Siempre puntual, de humor corrosivo, escucha atenta y una mirada perspicaz que acompañaba o no, la propuesta de quien estuviera hablando sin tener que emitir palabras. Era el encargado de llevar el registro y las actas de las eternas reuniones que tenemos en la organización todos los lunes.
Siento que, al Ale, como al Che, aprendimos a quererlo. No teníamos mucha relación por fuera de la militancia, pero nos unía ese cariño que construimos entre los militantes de base que deseamos profundamente transformar este mundo injusto. El Ale a su manera compartía ese horizonte. Pienso que tal vez lo hubiera descubierto ya, en la edad madura y tras otras vidas anteriores de las cuales nunca supimos demasiado.
Me quedo con la última anécdota como recuerdo que lo muestra de cuerpo entero: Estaba internado en Cuidados Intermedios del Hospi a días de haberse enterado que tenía un terrible cáncer. Era 25 de mayo y se cumplían los 6 meses del asesinato de Rafa Nahuel y nosotros éramos quien motorizábamos un poco la organización de la marcha. Pase de ida al alto, por el Hospital a verlo y compartir unas medialunas. Me fui a la marcha y cuando la movilización pasó por el Carrefour Ale estaba ahí en la esquina fugado del hospital y cámara en mano como solía hacer desde los 3 últimos años en cuanta marcha hubiera en Bariloche. Nosotros no sabíamos si reír o llorar. Optamos por lo primero reconociéndole el compromiso al compañero con la causa del Rafita Nahuel.
Ahora mientras cierro estas líneas me pasa lo segundo: lloro por el compañero que ayer a la noche nos dejó un poco mas solos en el sueño de Revolución que vive en todas y todos nosotros.
¡Hasta la victoria siempre!
Tus compañeros y compañeras de:
Colectivo al Margen, Kata Wain Nehuen y MTE Bariloche.
Fotografías de Alejandro Fau que ilustraron esta web acompañando el pedido de Justicia Por Rafa Nahuel y Santiago Maldonado.