Mucha información volcaron los cuatro testigos ofrecidos en la tercera jornada del juicio oral y público contra la cúpula de la policía de Río Negro y tres efectivos por el asesinato de dos jóvenes y las heridas de trece vecinos de los barrios de El Alto de Bariloche el 17 de junio de 2010.
Por una parte, las querellantes por las víctimas fatales Carmen Curaqueo, madre de Nino Carrasco (16 años) y Karina Riquelme, pareja de Sergio Cárdenas (29), detallaron con precisión los momentos previos de las circunstancias que se vivían en el barrio hasta los respectivos balazos recibidos con una hora de diferencia, a pocas cuadras de distancia, y el derrotero posterior de ocho años hasta el presente.
Por otra parte, luego brindaron testimonio dos policías con responsabilidades importantes e intervenciones diferentes y complementarias durante el jueves 17. Carlos Arias, responsable de la Comisaría 2 del Centro Cívico para el momento de la crisis represiva, y Adrián Paillalef, ex jefe de la Comisaría 27 del barrio Melipal.
Además del fuerte componente emocional y político, a la comprensión de un asistente común ya pueden verse con bastante claridad las estrategias de las dos defensas, la del Ministerio Público Fiscal y la de las dos defensas. También ya está claro el modo de conducción del presidente del tribunal Marcelo Barrutia, tanto ante las partes como ante el público asiste y la labor de la prensa, objeto de recurrentes reclamos por parte del defensor privado Sebastián Arrondo desde el primer día.
Arrondo representa a Víctor Cufré, ex secretario de Seguridad de Río Negro; Jorge José Villanova, ex titular de la Jefatura; Argentino Hermosa, ex titular de la Regional III con asiento en Bariloche; Raúl Carrizo, titular de la comisaría 28 epicentro del conflicto desatado con el crimen de Diego Bonefoi a la madrugada; y de los tres efectivos integrantes del pelotón que hirió de muerte a Sergio (Epuñán, Pil y Sobarzo).
El defensor oficial Marcos Ciciarelo lo hace con Fidel Veroíza, ex segundo jefe de la Regional III con intereses contrapuestos especialmente con los de Hermosa, de acuerdo a nuestro conocimiento de los hechos.
En tanto que Natalia Araya y Julieta representan la querella de Riquelme; Marina Schifrin la de Curaqueo.
Martín Lozada y Eduardo Fernández llevan adelante la representación del ministerio público fiscal.
Por: Multisectorial contra la impunidad y la represión de Bariloche.
Redacción Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen