El día 27 de marzo finaliza el brote de hantavirus en Epuyen, conversamos con Cecilia Ruiz, presidenta de la Cooperativa de Teléfonos de esa localidad sobre las distintas aristas y complejidades en torno al brote y como se preparan para retomar la cotidianidad.
– ¿Cómo están las cosas hoy en la zona?
-Con respecto al brote, hoy estamos más tranquilos. Fueron dos meses y medio con mucho miedo, incertidumbre y desinformación en un principio. Hoy estamos con algunas certezas, el día 27 de marzo se daría por finalizado desde Salud el brote sino se registra ningún caso más.
La verdad que fueron momentos difíciles. La información la tuvimos que buscar porque había mucha desinformación desde Salud. Ahora podemos entender algunas cosas con respecto a este virus y a esta forma que tomó el virus de transmitirse.
Esto se dio en El Bolsón hace 20 años pero no se siguió estudiando. En cuanto al brote que se dio en Epuyén cambiaron algunas cosas. Lo que se dio es que no se autolimitó, sino que se tuvo que tomar la medida del aislamiento respiratorio y preventivo para que se limiten los contagios.
– ¿Cómo se dio la propagación del virus?
El portador del virus es el ratón colilargo, dentro de esta región nosotros tenemos la cepa que se llama Los Andes. Esta cepa tiene la particularidad que el contagio puede ser entre personas. Hasta este momento lo que contagiaba era sólo el ratón hacia otra persona y después no seguía el contagio. Esto no se da por la floración, sino que se da todo el tiempo. El contagio es durante todo el año pero lo estipulan de septiembre a marzo porque la gente en esa época empieza a revisar galpones y moverse en los bosques, se da más contacto con el roedor.
Es muy poco probable que te contagies si estás en zonas más urbanas o terrenos limpios. Lo que sucedió en Epuyén es que se contagió una persona que fue a un evento con los síntomas (el principal es la fiebre) contagió a cinco y de ahí comenzó la cadena.
– ¿Cómo están las cosas a nivel cuidado? ¿Hay que tener alguna prevención en especial?
– Fue muy particular lo que se dio en el verano, la gente pasaba por la ruta y creía que ya tenía el virus encima… En toda la región de la comarca tenemos que tener cuidado con este roedor. El contagio no se da por un beso o un contacto corto. En el caso de Epuyén, todas las personas contagiadas tuvieron un contacto estrecho, es decir ser convivientes, estar más de 30 minutos, tomar un mate… Ante el miedo y paranoia se generaron muchos mitos.
Una de las medidas que hoy necesitamos tomar todos los que vivimos en esta zona es que cuando tenemos síntomas de fiebre, no hay que juntarse, trabajar o ir a la escuela. Eso es lo que entendimos, tenemos que cambiar una cultura más general de lo que es una enfermedad. Hoy lo estamos trabajando un montón con la comunidad.
Una de las medidas que tuvimos que tomar en su momento fue no tomar mate. Hay que empezar a cambiar hábitos de cuidado con respecto a los virus y las bacterias. El mapa que arman de los contagios se dio realmente por un contacto estrecho, yo de hecho saludé a algunas de las personas contagiadas y no adquirí el virus.
Hoy el pueblo se está reencontrando. Estamos empezando a ver como arrancamos las clases en la escuela secundaria donde fallecieron tres personas. Estamos viendo como nos juntamos con amigos. Yo tengo una compañera de trabajo que tuvo 28 días entubada con el hanta. Estos reencuentros nos hacen sanar un poco y entender cómo cuidarnos.
– ¿Cómo analizan la cobertura sanitaria a nivel provincial y nacional?
-Realmente se nota el poco presupuesto con respecto a la salud. Acá antes decíamos mejor no te enfermes porque no sabés como vas a terminar… Imaginate con un brote de hantavirus, esto fue un colapso. Vinieron funcionarios provinciales a negar el contagio de persona a persona en un principio, vinieron epidemiólogos de Nación a trabajar directamente al pueblo.
Desde el Hospital de Epuyén se dieron cuenta con todo lo que pasó que más que un hospital parece ser una salita sanitaria. Siendo el hantavirus una enfermedad endémica de esta zona, realmente no tener una sala de aislamiento, no saber cuál es el protocolo en estos casos dejó en evidencia que falta muchísimo presupuesto, capacitación y una mirada hacia la salud.
El cambio del Ministerio de Salud a Secretaría ya dice bastante de hacia dónde quieren enfocar los presupuestos. Para una estadística de país, es muy poco 30 personas afectadas y 11 muertos, pero para nosotros, un pueblo que es muy pequeño es muy grave.
Por Fabián Agosta y Julia Biagioli
Equipo de Comunicación Popular Colectivo Al Margen