Se viene el invierno y los trabajadores de la Asociación de Recicladores Bariloche (ARB) deben soportar a la intemperie las inclemencias del tiempo, separando a mano la basura que llega mezclada al Vertedero. Un camión que recolecte diferenciado cambiaría las cosas.
La información circuló rápido en redes y se fue multiplicando: la Asociación de Recicladores Bariloche (ARB) se puso en campaña para poder comprar un camión que sirva para recolectar basura diferenciada en origen. Es un sueño de larga data que punza aun más cuando llega el invierno: si bien la estación significa la llegada de la temporada alta, también significa tener que trabajar bajo el frío que hiela los cuerpos a la intemperie.
Porque en la actualidad, este inmenso proyecto que nació allá por el año 2000 como una forma de trabajo para dar respuesta al hambre que azotaba, sigue necesitando resolver cuestiones claves: la basura llega en su mayoría toda mezclada en los camiones municipales y ellos deben internarse en el manto para rescatar las cosas que se pueden reciclar: cartón, latas, vidrio, plástico, papel, metales.
Cabe destacar que en Bariloche se producen más de 44 mil toneladas de residuos por año, de las cuales el 40% es reciclable. A pesar de esto, solo una pequeña parte se logra recuperar.
El trabajo imprescindible que brindan las 58 familias que se desempeñan en la ARB clasificando los desperdicios del Vertedero Municipal, donde llegan los residuos de los más de 150 mil habitantes que tiene esta ciudad, se vuelve complejo. Y la espera de una herramienta fundamental, larga. Por eso se cargaron la campaña al hombro decididos a lograr el camión.
“Llega el invierno y es difícil, porque tenemos que estar en la basura con el agua, la nieve, lo que venga”, dice Silvia Acum, presidenta de la ARB y una de las integrantes más antiguas de esta asociación que lleva más de 15 años separando la basura a mano.
Como ya lo ha expresado en otras oportunidades, Silvia insiste en cómo un camión que haga la recolección de la basura reciclable en origen haría la diferencia: “Es fundamental para que podamos ver los cambios que podemos lograr desde la ARB. Ya tenemos los choferes habilitados para hacer el trabajo de recolección, y llegado el momento informaremos los recorridos. Pero todavía no te puedo decir cuándo porque depende de juntar la plata y ver qué vehículo podemos comprar”.
Para esto se invitó a la comunidad a brindar su donación a través de la CEB. Ingresando en www.ceb.coop y completando el formulario del Sicei para hacer el aporte a través de la factura de la luz. “Hay muchas juntas vecinales a las cuales llaman de todos lados para ver cómo se pueden organizar y hacer la recuperación del material, por eso creemos que cuando esto esté, realmente vamos a ver los cambios”, completa Silvia.
–¿Y no sería necesario un apoyo de la municipalidad?
–Nosotros queremos ser independientes. La municipalidad deberá cumplir con lo que tenga que hacer y nosotros llevaremos adelante lo que queremos hacer. Este proyecto es una decisión de la ARB, una propuesta propia de la asociación.
Con el mismo ímpetu de hace 20 años, cuando comenzó lo que hoy se transformaría en una fuente de trabajo y en una tarea fundamental para colaborar con el medioambiente y la comunidad, Silvia rescata la necesidad de no bajar los brazos. Así fue cuando se comenzaron a organizar, dando nacimiento a la asociación en el 2003 y así siguen por estas horas dándole forma al sueño de un camión que le dará un giro de 180 grados -como fue en su momento el galpón donde funciona la planta recicladora- a la gran labor que llevan adelante.
Para ver la campaña: hace click aca:
https://www.facebook.com/fablabbrc/videos/638892679869141/
Por Violeta Moraga
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen