La empresa adjudicataria obtuvo 600 millones por contratos con la Provincia pero en la obra del Hospital Zonal certificó solo el 15% de la obra y la abandonó. Segunda parte de la investigación de Al Margen.
El objetivo principal del Plan Maestro 2015 es lograr la transformación integral del hospital, para lograr la articulación de edificios desconectados y no integrados, dentro de un mismo predio, y transformarlos en un moderno centro de salud de referencia integrado de alta complejidad, mediante el uso de estrategias de zonificación, accesibilidad, organización, ampliación y conectividad.
La obra contempla la construcción de un edificio nuevo de 4 niveles y sus conectores con los pabellones existentes. La misma comprendería la construcción de más de 4500 m2 y la remodelación de aproximadamente otros 3500 m2. La nueva infraestructura edilicia incluirá los servicios de Guardia, Centro Quirúrgico, Centro Obstétrico, Neonatología, Cuidados Paliativos, Cuidados Generales e Intensivos de Pediatría, Cuidados Generales e Intensivos de Adultos y Operación de Planta. Asimismo, contará con alojamiento para residentes, estar de profesionales, madres y/o padres en tránsito, áreas administrativas y de mantenimiento. Se efectuará también la refuncionalización de un sector del edificio existente de Atención Ambulatoria Programada para ubicar la Morgue, Anatomía Patológica, Depósitos y Mantenimiento. Por último, se contempla la demolición de los edificios existentes de Anatomía Patológica, Morgue, Servicios Generales, Sala de Gases y Mantenimiento.
Esta intervención proveerá al hospital de 116 camas nuevas, distribuidas en todos los servicios descriptos que las requieran. En síntesis, el proyecto se propone una mejora sustancial de las prestaciones de la institución, posicionándolo como prestador de servicios de salud pública de Alta Complejidad. Una oportunidad de fortalecer la política sanitaria provincial en la región, que sume en la línea de mejora que se ha logrado con el equipamiento del tomógrafo que se instaló en el hospital en septiembre de 2016 o la provisión de un resonador magnético abierto, cuya licitación fue realizada en febrero de este año, en el caso del Ramón Carrillo.
La obra
La demanda sobre el Hospital fue creciendo al
compás del desarrollo poblacional de la ciudad. Su infraestructura se encuentra actualmente
conformada por un conjunto de edificios construidos en diferentes contextos en
cuanto a densidad poblacional, y sin las vinculaciones necesarias para asegurar
un funcionamiento hospitalario orgánico y eficiente.
El edificio original, denominado “Tridente”,
por su fisonomía de tres cuerpos, posee una superficie aproximada de 2.000 m2.
Cuenta además con la ampliación del edificio inaugurado en 2008, denominado “Ambulatorio”, cuya superficie supera los
11.700 m2.
Para dar solución a las crecientes dificultades la provincia recibió el Préstamo BID 2491/OC-AR “Programa de Infraestructura Productiva y Turística para la Provincia de Río Negro”, administrado por la UPCEFE. Este financiamiento permitió la ejecución de un Plan Maestro y Anteproyecto Licitatorio del hospital, y el llamado a licitación de esta etapa.
El Plan Maestro 2015 contempla preservar los edificios Tridente y Ambulatorio, y configurar el Hospital Ramón Carrillo con la construcción de dos nuevos edificios: el Edificio Nº 1, (que ahora se detuvo) y el Edificio Nº 2, a construirse en un futuro, ubicados a ambos lados del Tridente.
Dal Construcciones.
Esta es la dimensión más insólita de toda esta situación, pero es una representación clara de la dinámica de la obra pública en este contexto macroeconómico, con un modelo de país al servicio de la valorización financiera de capitales especulativos trasnacionales, que hace inviable cualquier inversión productiva. Menos aún, aquella proyectada en una obra de 2 años de ejecución, con un presupuesto de 2015 con un dólar oficial a 10$, una inflación en 3 años del orden del 130%, y sucesivas devaluaciones producidas por corridas cambiarias, que depreciaron el tipo de cambio en aproximadamente un 200% (de 16 $ por dólar el 10/12/2015 a 46.33 $ por dólar hoy).
La empresa Dal Construcciones SA obtuvo la licitación de la obra de remodelación del Hospital en octubre de 2015, y luego de un prolongado período de tareas preliminares y gestiones previas, la inicio en enero de 2018, con un anticipo financiero de aproximadamente un 7% del presupuesto de 197 millones de pesos. Hasta principios de febrero, sólo certificó avances por 15.63%, cuando según el cronograma de obra debería haber concretado más del 60% de las etapas.
Pero en este período que incurrió hasta el inicio de la obra en Bariloche, se adjudicó también en 2017, la licitación de 2 obras de envergadura en la provincia. La obra del hospital de Las Grutas, financiada con fondos petroleros y un presupuesto de 52.800.000$, y la construcción de la Ciudad Judicial de Cipolletti, financiada en este caso por fondos del Plan Castello y un presupuesto de 307.000.000$. En total, se firmaron contratos entre la provincia y la empresa por más 600 millones de pesos. Para la obra de Las Grutas cobró un anticipo financiero de más de 7.000.000 $, y en el plazo de un año que debería haber culminado la obra, se certificó apenas el 18%. En Cipolletti, si bien no se le pago anticipo financiero, no se realizó movimiento alguno más que el cerco de obra y tareas preliminares.
En síntesis, Dal Construcciones SA, firmó contratos por más de 600 millones de pesos, y no cumplió con las obligaciones contractuales en ninguna de las 3 obras. Insólito. Sólo en Bariloche, tiene instalada sin uso una torre grúa de más de 30 mts. de altura, cuyo valor de venta oscila los 150.000 U$S, con un precio de alquiler aproximado de 3.000 U$S mensuales, un valor de instalación y desinstalación de 120.000$ por cada tarea. Imposible comprender semejante desmanejo económico y financiero.
Pero lo que deja sin capacidad de análisis, es que con estos antecedentes, esta empresa haya presentado propuesta a la obra del Colector Cloacal costanero de Bariloche, licitación recientemente realizada el 5 de abril pasado. Sobre un presupuesto de 432.029.882$, Dal Construcciones SA presentó una propuesta de 388.718.629,04$, es decir casi un 10% menos del presupuesto oficial según pliegos. Otro dato llamativo, esta obra había sido adjudicada en 2017 a la empresa CPC, propiedad de Cristóbal López, preso en el penal de Ezeiza por presunta evasión de impuestos y lavado de activos. Pero el contrato fue rescindido por “problemas financieros” de la empresa.
A modo de conclusiones
Ante esta situación, en medio de la coyuntura electoral, el gobierno provincial inició las acciones correspondientes en cada caso para la rescisión de estos contratos, y anunció que volverá a licitar las obras. De concretarse, la provincia puede iniciar acciones legales por incumplimiento contractual. Se cobran los daños y perjuicios, ejecutando las pólizas que la empresa presento de garantía. Sucesivas cartas documento ya fueron enviadas al representante legal que Dal Construcciones tiene Viedma, el mismo que le cortó el teléfono a este cronista cuando llamó para consultarlo por diferentes cuestiones pertinentes a esta nota.
En consecuencia, el legislador Alejandro Ramos Mejía presentó una denuncia en el Ministerio Público Fiscal por incumplimientos de funcionarios públicos en la obra de Bariloche, y apuntó a la falta de fiscalización de la misma. “La situación resulta perjudicial para el estado rionegrino y los rionegrinos. La causa es la ausencia de fiscalización de los organismos estatales competentes, en este caso los ministerios de Economía y de Obras Públicas”, plantea Ramos Mejía en su denuncia.
Como se mencionó anteriormente, hay informaciones y declaraciones contradictorias sobre quién ejercía la dirección e inspección de obra. Solo basta consultar las publicaciones de los medios en el período licitatorio, de adjudicación e inicio de obra, cuando se afirmaba que la realizaban técnicos de Obras y Servicios Públicos. Y las declaraciones recientes, post resultados electorales, del ministro de Economía Domingo, sobre que la dirección estaba tercerizada, y que ahora sería asumida por estos funcionarios, deslindando de esta manera todo tipo de responsabilidades.
Quien tuvo que salir a dar las explicaciones técnicas del caso, frente a los rumores de que sería preciso demoler las dos últimas losas construidas por fallas en el hormigón armado, fue el ministro de Obras y Servicios Públicos, Carlos Valeri. En declaraciones explicó que “no hay ningún tipo de riesgo. Se hicieron verificaciones que se hacen en todas las obras cuando se realiza el cálculo del hormigón. Cada vez que se hormigona, se hace esta verificación. Es una regla normal en todo trabajo de la dirección de Obra”. También reconoció que “solamente un par de probetas dieron negativas. No es que esto ocurrió con toda la estructura. Así y todo, lo hemos mandado a ser estudiado a la Universidad del Sur. Ellos hacen las evaluaciones y son incorporadas al nuevo pliego que se está construyendo para el llamado nuevo a licitación para su culminación“
Resulta evidente que se especuló con los resultados de las elecciones a gobernador, para definir una estrategia de acción y comunicación de la deficiente actuación de Dal Construcciones. Y que en función de la continuidad de la gestión en el ejecutivo de Juntos Somos Río Negro, se definió una estrategia discursiva y un nuevo plan de acción para evitar el escándalo. Seguramente la denuncia de Ramos Mejía será desestimada por la justicia provincial, quien fue la que avaló la candidatura de Weretilneck a la re-reelección a gobernador, hecho que puso en evidencia la connivencia del poder político con la corporación judicial provincial. Esto no inhibe la responsabilidad de los funcionarios públicos en la auditoría de una obra de esta envergadura material y simbólica en materia de salud pública.
Habrá que esperar que pase el invierno, para dilucidar qué sucede con las responsabilidades de la empresa y funcionarios, y que comience un nuevo ciclo de anuncios de la nueva licitación. Habrá que esperar que pase el invierno, y esta gran noche neoliberal que padece el pueblo hace casi 4 años.
Por Marcelo Viñuela
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen