La semana pasada, trabajadoras y trabajadores de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia marcharon por las calles de Bariloche exigiendo, entre otros reclamos, la regularización de las y los contratados con la modalidad Monotributo. Una vez más la negligencia del Estado frente a las políticas públicas de infancia y adolescencia se hace presente. Al Margen conversó sobre esta situación con Francisco Spadano, operador socio comunitario de la SENAF.
-¿Qué es lo que hoy en día están denunciando?
-El tema ahora son los monotributos, pero antes eran las becas de capacitación, yo empecé cobrando $2700 en el 2012. En el 2016 logramos ganar la batalla, nos juntamos en asamblea y pudimos cortar el tema de las becas que pasaron a contrato y están por pasar a planta permanente pero bajo la modalidad del monotributo.
Actualmente tenemos aproximadamente 22 trabajadoras y trabajadores sólo en Bariloche que están en esta situación y se están haciendo cargo de lo que es ART, obra social, todos los derechos laborales. No tienen aporte ni contribución, lo pagan ellos. Como está actualmente la situación es muy jodido. Tenemos un compañero que su pareja está con una enfermedad bastante compleja y le está costando hacer frente a eso. Todo esto se traslada a la familia.
-¿Hace cuánto que se está dando está situación?
-Hay trabajadores que están hace un año con monotributo y a veces le adeudan el pago… cobran de a tres meses, es mucho riesgo. Trabajan para el Estado y en una institución que garantiza derechos y protege a niños, niñas y adolescentes… Nosotros muchas veces nos encontramos trabajando en restitución de derechos cuando los nuestros están vulnerados. Algo que no es menor es el maltrato, cuando los compañeros y compañeras van a preguntar sobre su situación laboral para insistir que esto salga más rápido, desde el área de recursos humanos dicen frases como “agradece que sale esto” o “ni lo sueñes”.
-¿Quiénes son responsables de esta situación?
-Tenemos las responsabilidades locales. Actualmente son tres coordinadoras que están con diferente especialidad, una con conflicto con la Ley Penal, otra coordinadora de Instituciones y la otra de Fortalecimiento Familiar de los equipos territoriales. Las tres son coordinaciones generales, tienen incumbencia y firma en todo. Después está la parte de recursos humanos que yo creo que tiene una responsabilidad importante. El plantel provincial, todo lo que es coordinaciones de programas ha renunciado, es lo que se sabe. Esto habla de lo que está sucediendo, de hasta dónde se puede sostener esta situación.
Hay situaciones muy complejas. Particularmente, a mí me tocó acompañar a un joven en el programa PAE, Programa de Acompañamiento para el Egreso de jóvenes sin cuidados parentales, una Ley nueva que se reglamentó el año pasado en noviembre. Es un acompañamiento de un referente socio afectivo que va trabajando su proyecto de vida y su autonomía a partir de que ingresa en CAINA y después a los 21 años luego del egreso. Es un programa nuevo y algo que no se hacía antes, los chicos y las chicas que salían de hogares no tenían nada a donde ir, se las arreglaban.
Tenemos que comprender que un derecho nadie te lo puede quitar ni nadie te lo otorga, el derecho es tuyo y te lo reconocen o te lo vulneran. Hoy en día uno de los jóvenes, por deudas de alquiler de una ayuda económica por parte de la SENAF lo desalojan… Desalojan a un pibe de 18 años que está catalogado como joven sin cuidado parental, lo que significa que no tiene a nadie. A mí me gustaría que esto sea fuertemente denunciado, se lo vulnera y re victimiza al dejarlo como deudor ante el propietario, ante los demás inquilinos, para el mismo y su pareja, es muy complejo. Hay situaciones que son muy complejas y riesgosas para nosotros como trabajadores, muy movilizantes.
-¿Qué resolvieron en la última asamblea?
-Es importante que la sociedad entienda la importancia de los derechos de los trabajadores. Nuestro laburo es lo que hace como estemos como sociedad, la eficiencia de nuestro trabajo. Estamos en estado de alerta, asamblea y movilización permanente.
Por Mariela Martínez y Julia Biagioli
Equipo de Comunicación Popular Colectivo Al Margen