El gobierno municipal distribuye cerca de 3 millones por mes en el programa Manos a la Obra. Los fondos se utilizan para apuntalar la reelección de Gustavo Genusso.
“El Manos a la obra lo manejo yo” se jacta Juan pablo Ferrari, Subsecretario de Políticas Sociales y mano derecha de Genusso en el armado clientelar del gobierno municipal. El funcionario agrega y desagrega nombres del listado según los acuerdos políticos que se enhebran en los barrios y a partir del 20 de cada mes los “beneficiarios” cobran por ventanilla en calle Mitre.
Exactamente son 2.894.500 $ los que ejecutó el municipio el mes pasado en este programa que administra el subsecretario Ferrari.
Casi 360 personas perciben montos que van desde los 3.000$ hasta los 15.000$ por mes y a excepción del apoyo que se realiza a algunas organizaciones (que no tienen otra opción de percibir fondos municipales) se trata de los recursos que el municipio utiliza de forma discrecional para evitar los estallidos sociales, ejecutar alguna ayuda urgente por una vía no institucional y principalmente construir una red clientelar de cara a las elecciones municipales del 1° de setiembre.
Los montos se entregan sin ningún tipo de criterio técnico y los equipos que están en territorio no pueden derivar situaciones evaluadas como críticas por los profesionales. “Nosotros posibilidad de meter manos a la obra no tenemos… lo maneja juampi… tenemos un programa que se llama “manitos” que son subsidios por única vez, pero el Manos a la Obra es propiedad de ellos. La estructura de planta no quiere que rosquiemos esas cosas con ellos… es un programa pura y exclusivamente político y lo manejan de forma discrecional…” admiten los trabajadores de los CAATs municipales que prefieren guardar el anonimato por miedo a las represalias.
Paradójicamente el actual intendente criticaba la entrega discrecional de recursos durante la gestión de Maru Martini.
La primera secretaria del área de sociales Gabriela Martínez buscó pasar los montos de los Manos a la Obra que cobraban algunas organizaciones al marco de un convenio. En esa tarea se hamacaron durante el primer año de gobierno hasta pegar el volantazo y adherir a la lógica clientelar que habían criticado en campaña.
El sucesor de Gabriela Martínez en el cargo, Carlos Sánchez, quedó encargado de la tarea mas “política”. Desarticuló los pocos convenios vigentes con instituciones intermedias y suplió los mismos con altas de integrantes de esas instituciones al listado del programa “Manos a la Obra.” En paralelo se aumentó el listado y las sumas percibidas sin ningún criterio mas que el político.
El 25 de abril del 2018 hubo otro capítulo para esta historia. Andrés Martínez Infante renunció como concejal del bloque de Juntos somos Bariloche por diferencias con el intendente por el proyecto de la extensión de la concesión del Cerro Catedral al grupo Vía Bariloche. Ese desplazamiento originó el pase de Carlos Sánchez al lugar de este como concejal y la asunción de Alejandra Schenebeli al frente de la cartera de Desarrollo Social. Con estos movimientos Juan Pablo Ferrari pasó de la coordinación del Sistema de Estacionamiento Medido al puesto de Schneebeli. Se venían tiempos electorales y había que cimentar el reparto discrecional de recursos para sumar votos en los barrios que por tradición y naturaleza no les pertenecen a los gobiernos neoliberales.
La jugada tenía nombre y apellido: Juan Pablo Ferrari (ex chofer del gremialista Luis Barrionuevo) asumió para la titánica tarea de consolidar un armado clientelar en los barrios del Alto.
En pocos meses, Genusso multiplicó en 600% el programa que recibió en 2015 con una suma de 500.000 $ hasta llevarlo a los 2.894.500 % que se reparten en la actualidad.
Pasadas las elecciones será difícil volver al marco de institucionalidad que las políticas públicas de desarrollo social requieren. Una situación que tendrá que resolver quien sea elegido o reelegido para la tarea de administrar Bariloche para los próximos 4 años.
El poco apego a la institucionalidad y el manejo discrecional de los recursos del estado municipal es una de las materias que este gobierno adeuda con creces. Valores que en las elecciones primarias del domingo pasado parecieran estar en el centro de las opciones que realiza la ciudadanía. Un dato que tan solo 7 dias atrás nadie pareciera reconocer. Ahora ya es tarde.
Por Alejandro Palmas
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen