El fin de semana pasado se desarrolló en el Instituto de Formación Docente de Bariloche el “2do Encuentro Educadorxs: la ESI un derecho y otros más”. Participaron alrededor de 90 personas con ganas de interiorizarse y profundizar acerca de la correcta implementación de esta ley tabú.
Si bien es una ley nacional, la 26.150, aún existen ciertas resistencias a que la Educación Sexual Integral (ESI) se enseñe de forma transversal en las escuelas del país. A pesar de circular más información acerca de qué se habla cuando se habla de ESI, aún la siguen asociando directamente al acto sexual. Es decir, las familias temen que sus hijos e hijas tengan relaciones precoces al escuchar y aprender estos “conocimientos”. Todavía existen aquellas autoridades y miembros de la comunidad educativa, que con mucha confusión encima, no quieren que los pibes y pibas reciban la mal llamada “ideología de género” por miedo a una supuesta perversión.
Y esto sólo por traer algunos casos a colación de lo que pasa en la actualidad. Pero también sabemos que hay una movida muy grande a nivel país que, de la mano de la marea verde, alza la ESI como bandera. Porque gracias a ella, muchos y muchas aprendieron sobre enfermedades de transmisión sexual y a cómo cuidarse más allá de un embarazo, por ejemplo. O supieron las diferencias entre sexo, género e identidad. Hasta se abrieron y pudieron relatar casos de abusos dados, la mayoría de las veces, en el seno intrafamiliar. La ESI es una mirada, una perspectiva que se asume y que sirve para encarar todas las prácticas educativas. Por lo tanto, son muchas las acciones que se desarrollan desde diferentes espacios para cortar con tanto tabú.
Desde marzo, en Bariloche, se vienen organizando encuentros para justamente poner fin a estos imaginarios y así concientizar acerca de la importancia de su correcta implementación en los diferentes niveles educativos.
El fin de semana pasado se llevó adelante el “Segundo Encuentro de Educadorxs: la ESI, un derecho y otros más”. Estas iniciativas son coordinadas por el Bondi Feminista del Colectivo Al Margen, Mala Junta- Frente Patria Grande, Frente por la E.S.I Bariloche, Instituto de Formación Docente, EnPlural del CRUB y el Consejo Municipal de la Mujer. Además, se contó con el apoyo de la UNTER.
Participaron “más o menos 90 personas: docentes y estudiantes de todos los niveles, preceptores, bibliotecarias y particulares”, dijo Patricia Talani, del Instituto de Formación Docente en diálogo con Al Margen. “Se pensó siguiendo la línea del primer encuentro. Ahí se abordaron las resistencias y las estrategias en la implementación de la ESI. Esta vez, se trabajó especialmente en clave de ESI como derechos, como ley nacional y como derechos humanos en el marco de la perspectiva de género”, siguió la docente.
Mónica Gonzales, integrante del Bondi Feminista de Colectivo Al Margen, agregó que la idea es “poder construir dispositivos más concretos para llevar al aula; que los y las docentes puedan vivenciar situaciones de aprendizaje y que puedan multiplicarlas porque las inquietudes siguen teniendo que ver con las estrategias sutiles para poder intervenir en las propuestas de enseñanza y en las matrices familiares. Que se pueda sembrar la posibilidad de mayor equidad, de oportunidades, de miradas”.
Hubo cuatro talleres para que los y las participantes tuvieran la posibilidad de elegir: “Cuerpos, salud y géneros en clave de derechos”, “Disidencias socio sexuales y derechos”, “Familias: modelos para desarmar”, “Masculinidades”. ¿Por qué estos cuatro? ¿Cómo se pensaron? Talani explicó que la vez anterior “salieron tensiones o nudos críticos para la implementación plena de la ESI. Entre ellos las tensiones con las familias y en las instituciones educativas”. Por eso les pareció acertado “el poder abordar ahora algunos temas vinculados a las disidencias socio sexuales, al tratamiento y cuidado del cuerpo; y la salud”. También profundizar en las masculinidades, que no es una temática “nueva sino más bien vieja pero que sí atraviesa los cambios en las relaciones sociales de género en la actualidad”. González opinó que “las dinámicas de los talleres fueron muy movilizantes ya que las voces se hicieron presentes junto a las diversas formas de acción”. Es decir, resaltó “las intenciones de accionar políticamente dentro del aula que generan gestos que amplían derechos”.
Gabriela fue una participante que conversó con Al Margen. Contó que se enteró porque le llegó un WhatsApp por parte de una de las organizadoras y decidió sumarse. “Si bien estaba destinado principalmente a educadores y educadoras, participé porque soy mamá de un nene de 3 años y empiezo a sentir que necesito tratar el tema. Quiero informarme de cómo se trabaja la ESI a esta edad, cuál es el contenido adecuado, de qué forma, hasta qué límite de información brindar. Además, trabajo en radio y quería tener una visión más completa para poder hacer campañas de concientización, por ejemplo”.
Ella eligió el taller sobre “Cuerpos”. “Como experiencia me pareció muy interesante, muy linda y muy adecuada. Herramientas didácticas que nos hicieron ponernos a pensar. Muy buena esta concepción enseñanza-aprendizaje donde se pone en juego lo que una ya trae. Como son talleres la posibilidad de profundizar no es mucha pero esta bueno como para tener una visión amplia”, dijo. ¿Si cumplió con sus expectativas? Sí, porque “ya venía interiorizándome en el tema pero hay diferencia entre las lecturas individuales y las experiencias colectivas. Es una posibilidad de hacerse preguntas y pensar posibilidades de recorrido. Afuera se vendía material para seguir profundizando. Me fui con ganas de participar en futuras jornadas”.
Por su parte, Patricia Talani comentó que desde la organización también quedaron muy conformes. Superó expectativas ampliamente. En el plano personal reflexionó que “no sólo como docente sino como militante en relación a transformar las relaciones desiguales, jerárquicas, patriarcales. La ESI fue una ley del gobierno kirchnerista que quizás nació con una finalidad de prevención como muchas de las leyes de educación sexual en Argentina pero que logró transcender esta cuestión a la luz de los movimientos. Eso se ve claramente con el último debate de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, porque la ESI es bandera del movimiento feminista y de la diversidad socio sexual”. Todo un logro esta “intencionalidad política educativa en este marco electoral” porque “implica haber sostenido y profundizado la ampliación de derechos que quedó trunca con el gobierno neoconservador y neoliberal que hemos transitado en estos 4 años, no solo en Argentina sino también en la región”.
En cuanto a la posibilidad de un tercer encuentro, aún no está pensado pero sí coinciden en que sería muy interesante y muy necesario para cerrar el año. No podemos olvidar que estamos en un 2019 electoral y que los desafíos y estrategias para que la ESI llegue a todos lados dependerá mucho de quién asuma la conducción de la Argentina los próximos cuatro años. Depende quién, depende el terreno en el cual se moverá la ESI.
Por Luciana Avilés
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen