Diversas actividades se pensaron a lo largo y a lo ancho del mundo para pedir por la despenalización del aborto, durante este 28 de septiembre. El marco no fue cualquiera porque no fue una semana cualquiera la que pasó: en Oaxaca, se legalizó el aborto hasta la semana 12. Se hizo historia. México pasó a ser un país que dio un gran paso en materia de derechos y eso se celebró en muchos puntos del globo.
San Bernardo. Noviembre. Año 1990. Mujeres de distintos lugares confluyeron en la costa argentina para vivir el V Encuentro Feminista Latinoamericano. De ahí surgió lo del 28 de septiembre: Día de Acción Global por el derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Porque ellas, que llegaron de Uruguay, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay, Perú y por supuesto nuestro país, quisieron gritarle al mundo que las complicaciones por el aborto inseguro y clandestino constituyen la primera causa de mortalidad de las mujeres en muchos de los países de la región.
Desde entonces, se toma este día como lucha, como herramienta de presión, para que los gobiernos latinoamericanos y caribeños escuchen lo que la calle pide. Ciudades de Buenos Aires, Entre Ríos, Catamarca, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Neuquén, San Luis, Santa Cruz, Santa Fe, Santiago del Estero, Tucumán y Río Negro se sumaron este año con marchas, movilizaciones y actividades culturales. Bariloche se organizó y también tuvo lo suyo. Este año con menos convocatoria que en ediciones anteriores pero no por eso la movida fue menos importante. Se vivió un clima festivo, con cantos, con mucha presencia joven, con brillos y perreo. Así como nos tiene últimamente acostumbradxs la marea feminista que supo convertir ese dolor en un renacer sororo y colectivo, con reclamos precisos a demandas históricas.
Sin embargo, haciendo oídos sordos, “los Estados continúan restringiendo o castigando a quienes abortan. Seis países de la región no lo permiten bajo ningún causal. Otros 21 sólo lo hacen en caso de riesgo de vida de la persona gestante. Esto implica que 1 de cada 4 abortos es inseguro y que casi 800.000 mujeres deben recibir tratamiento anualmente por complicaciones propias de la clandestinidad como infecciones o hemorragias”, dijeron desde el documento compartido por la Asamblea “Ni Una Menos Bariloche”. Continuaron: “en El Salvador, Haití, Honduras, República Dominicana y Surinam el procedimiento está prohibido en todas las circunstancias. Los únicos países donde no encuentra restricción de causal son Cuba, como una de las conquistas de la Revolución desde 1965, Puerto Rico, Guyana y Uruguay desde el 2012. Los mismos representan menos del 5% de la población total de las mujeres y personas gestantes entre 15 y 44 años, de toda Latinoamérica. Aunque durante la última década, países como Chile, ampliaron las causales bajo las cuales este procedimiento es legal, en la mayor parte de la región el aborto sigue siendo ilegal”.
Plantearon que “nuestro derecho no puede ser entregado en cuotas. Nosotras queremos el derecho de decidir y cuando decimos no ser madre por el motivo que sea, queremos que todas las personas gestantes puedan acceder al mismo derecho. A la interrupción legal del embarazo en un hospital, bajo condiciones de salubridad y de manera gratuita. Después del rechazo desde el Senado, ya vimos a dónde quieren llevar la pelea por nuestros derechos con una avanzada brutal de los sectores vinculados a la jerarquía de las iglesias sobre la educación sexual integral. Y también sobre el aborto no punible como sucedió en Jujuy bajo el gobierno de Gerardo Morales o en Tucumán, donde gobierna Juan Manzur”. No podemos olvidar el caso de Rodríguez Lastra en Cipolletti que se negó a interrumpir un aborto legal en curso para obligar a una joven violada a gestar y parir. A propósito de este tema, el próximo 4 de octubre será leído su veredicto, ya que el tema se judicializó. Piden que sea inhabilitado para ejercer por tres años.
El documento finalizó con un “seguiremos en la calle hasta conquistar nuestro derecho”. Sin dudas, se sabe que es por ahí. Presionando, resistiendo, luchando, instalando el tema en agendas mediáticas y parlamentarias. O ganando premios como el que recibió ayer el realizador argentino Juan Solanas en el Festival de Cine de San Sebastián por su film documental “Que sea ley”. Porque más allá del premio en sí, es una forma más de visibilizar este pedido histórico que reclaman muchos países, no sólo Argentina, y que quedó demostrado con acciones como las de este 28.
Se sabe también que la marea verde no se cansará de gritar “aborto legal para no morir” este día y todos los que vendrán, hasta que el pedido se convierta en ley, hasta que no haya una muerta más por la clandestinidad.
Por Luciana Avilés
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen