Hoy a las 11 en el Comahue, Flavia Massenzio, abogada y coordinadora de la Defensoría LGBT de la Ciudad de Buenos Aires, contará la historia del Colectivo LGBT en la Argentina. Conversamos en Al Margen antes de su disertación en Bariloche.
-Estos nuevos paradigmas que se pueden observar en lo social y cultural ¿Por dónde pasan en relación al movimiento LGBT?
-El recorrido histórico que vamos a hacer este lunes tiene que ver con los primeros inicios del movimiento LGBT, los primeros años. Muchas veces hablo de las primeras marchas del orgullo, todo lo que tiene que ver con la difusión, la toma de la calle y los procesos históricos y culturales que hemos vivido dentro de nuestro colectivo.
El cambio de paradigma fundamental se ha dado a partir de tener conquistas de derechos tan importantes en la Argentina como lo fue el Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género. Esas leyes son una verdadera bisagra en la historia de nuestro movimiento, en la apertura hacia lo que significa el tener el sentido de igualdad, de sentirnos con un reconocimiento legal y también lo que implican estos cambios a nivel cultural y social.
Las leyes no vienen a transformar una realidad de la noche a la mañana, las leyes en principio tienen que ser ayudadas por políticas públicas para arraigarse en la sociedad.
Yo siempre digo, hagamos un ejercicio básico en nosotras mismas, en personas que nos rodean… Antes era muy distinto, a los 20 yo vivía en General Belgrano un pueblo muy chico y no se decía la palabra lesbiana, como una identidad y menos como una mujer que tiene derechos. Hoy con 44 años puedo ir a mi pueblo con mi compañera y con mi hija, estamos en un paradigma cultural distinto.
Estamos viviendo un cambio, hay que parar un poco en el camino y mirar lo positivo, lo que se ha avanzado. No tenemos que dejar de aflojar la marcha en relación a las resistencias que todavía podemos llegar a tener y existen. Los fundamentalismos religiosos, que tanto mal nos hacen, no solamente a la diversidad sexual sino a la sociedad toda. Persiguen falsos demonios en relación a nuestras vidas y a nuestra salud.
– ¿Qué registros se tienen de la historia de este colectivo en nuestro país?
-La primera organización histórica en Argentina data de 1967. Incluso surge dos años antes fue lo que se conoce en el mundo como el Día Internacional del Orgullo, el 28 de junio del 1969 donde nace la primera marcha a través de lo que se conoce como la Revuelta de Stonewall. Sin embargo dos años antes en la Argentina ya existían movimientos en el conurbano, mezclados con la izquierda trotskista o la izquierda peronista. Después surge el FLH, que es el Frente de Liberación Homosexual.
Lo que nos atravesó en Argentina que nos pasó a todos y todas son las dictaduras cívico militares que nos cortaron un montón de nuestra historia. Durante los periodos de Dictadura en Argentina no tuvimos expresiones sociales en relación al movimiento LGBT porque estaba perseguido, exiliado o desaparecido. Eso les pasó a todos los movimientos sociales. Sobrevivimos y nos escondimos para vivir. Luego de la vuelta de la democracia vuelven más organizaciones con más fuerza. Este recorrido histórico vamos a revisar. Hoy insistimos con los nuevos paradigmas culturales que se están dando.
– ¿Qué implica el convenio que se va a firmar con la Defensoría del Pueblo?
-El primer espacio LGBT dentro de una Defensoría fue en Bariloche, un área de Diversidad Sexual. Hablamos de transformar la igualdad jurídica alcanzada, estas nuevas legislaciones tan ricas y que nos llenan de orgullo tienen que ser promovidas y defendidas. Las Defensorías del Pueblo son un espacio de promoción y defensa de derechos.
En Bariloche hay una defensora nueva y queremos renovar el compromiso con la diversidad y la igualdad y tener aliadas en la lucha contra la discriminación y la violencia. El convenio tiene que ver con renovar estrategias de trabajo. Queremos tener un dialogo permanente.
Por Mariela Martínez y Julia Biagioli
Equipo de Comunicación Popular Colectivo Al Margen