Se trata del niño qom acribillado en 2018 en un operativo de la Policía de Chaco. Su mamá, Alejandra, asistió a una audiencia con el fiscal de la causa y dialogó con Al Margen.
Alejandra Ciriaco, mamá de Ismael Ramírez, el niño de 13 años acribillado en medio de la represión fuera de un supermercado del barrio Obrero de Sáenz Peña, Chaco, reclama justicia. Pasaron quince meses y el fiscal Marcelo Soto no tiene imputados. Alejandra no sabe cómo murió.
Este miércoles, mantuvo una segunda audiencia con Soto en la sede de la Fiscalía de Investigaciones número 3 de la Segunda Circunscripción Judicial, donde le reclamó que convoque a declarar a los médicos del Hospital 4 de junio. “Qué tienen que hablar los doctores, si tu hijo llegó sin vida”, dice que le respondió el fiscal. “Pero yo estuve ahí”, afirma Alejandra. “Es mentira”.
Su intuición la empuja a descreer de la versión oficial, que sostiene que a Ismael lo mató el proyectil de un arma tumbera. Según Alejandra, en cambio, su hijo fue atravesado por una bala policial. Lo deduce por el tamaño del orificio estrellado en el pecho y, sobre todo, por la desaparición de videos de celular del despacho de la fiscalía.
Son contradictorios los por qué la gente se concentró alrededor del supermercado Funcional Impulso ese 3 de septiembre de 2018. El gobernador Domingo Peppo habló de un presunto saqueo de la comunidad Qom; los vecinos de que habían sido retenidas sus tarjetas de AUH y documentos. De cualquier manera, aquella tarde la policía abrió fuego empoderada a partir de la doctrina Chocobar.
Alejandra atiende la llamada de Al Margen mientras viaja hacia el paraje El Canal a denunciar otro caso de gatillo fácil junto al Movimiento de Mujeres Indígena por el Buen Vivir. Mañana harán lo mismo en Miraflores.
– ¿Por qué descreés de la versión oficial? ¿Por qué pensás que a Ismael lo mató la policía?
-No creo en lo que me dicen, que murió por una escopeta casera. Era un agujero bien definido; el arma casera deja otro tipo de marcas
– ¿Por qué es importante la declaración de los médicos?
-Porque Ismael llegó vivo al hospital. Si fue un arma casera, debió haber muerto al instante. Y hubiesen muerto varias personas
– ¿Cómo sabés que llegó vivo al hospital?
-Estuve ahí. Después de 20 minutos, los médicos me dijeron que no pudieron hacer más nada
– ¿Hay testigos de la represión?
-Otro nene perdió la vista. La mamá no se presentó a la Justicia, no hizo denuncia. El nene viajó a Resistencia, pero a la vuelta la mamá no quiso hablar. También hay videos de celulares que desaparecieron de la fiscalía. ¿Cómo pueden desaparecer? El fiscal dice que se extraviaron. Yo creo que lo hicieron desaparecer
– ¿Hablaste con el gobernador?
-Peppo habló con unos impostores que se hicieron pasar por abuelos y tíos. Cuando yo quise hablar con él no me atendió, y después no insistí más.
El Movimiento de Mujeres Indígena por el Buen Vivir realizó en octubre una ocupación pacífica del Ministerio del Interior en Buenos Aires, forzando al Estado nacional a lanzar una recompensa de medio millón de pesos a quien aporte testimonios que clarifiquen el crimen de Ismael. Su mamá quiere saber cómo murió.
Por Pablo Bassi
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen