Hace 15 años, un día como hoy, surgía una de las campañas más importantes para la historia feminista de la Argentina: la Campaña Nacional por el Aborto Seguro, Legal y Gratuito. Esa que busca que todas las mujeres y cuerpos gestantes del país tengan la libertad de elegir sobre sus cuerpos, sin tener que rendir cuentas a nadie (mucho menos a religiones), sin importar condición social. Desde Al Margen dialogamos con referentes feministas de la ciudad por el tema y trajinos esta crónica.
La campaña que hoy es recordada con mucho compromiso y entusiasmo por quienes acompañan este reclamo es la misma que instaló a lo largo y a lo ancho del país (y de otros países también) el símbolo del pañuelo verde. Es la misma que exige educación sexual para decidir y con ello se abre un mundo de posibilidades. No es lo mismo una sociedad desinformada que actúa desde el desconocimiento y repite patrones de un modelo patriarcal que cada vez se siente más caduco, que una empoderada, decidida a hacer respetar sus derechos desde las infancias, educada integralmente en temas que exceden lo meramente sexual. Por ello es que la marea verde pelea firmemente para que se respete la ley 26.150.
Esa misma campaña es la que desde hace 15 años viene luchando en las calles, en Municipios, en Legislaturas provinciales y en el Congreso para poder acceder libre y gratuitamente a los anticonceptivos para no abortar. Lamentablemente esto varía de acuerdo a la gestión política de turno. Para darnos una idea y según datos que surgen de un reporte elaborado por Chequeado y La Nación, la cantidad de anticonceptivos y preservativos distribuidos tuvo una caída muy fuerte en 2016, y una recuperación en 2017, pero que no llegó ni a lo presupuestado ni a los números distribuidos en 2015 durante el último año de gestión de Cristina Fernández de Kirchner.
Aborto legal para no morir
Esta es la última frase del lema de la campaña que hoy es nuevamente recordada. Los números en relación a la clandestinidad son escalofriantes. Cada año se realizan en el país 354.627 abortos inseguros: 29.000 por mes, 985 por día, 41 por hora. Y en estas intervenciones mueren cientos de mujeres que por no tener la posibilidad de pagar por la interrupción de su embarazo quedan atrapadas en un pozo cuya salida no es la solución.
Un año atrás, un 28 de mayo como hoy, el escenario era diferente. En este 2020 no se verán en las plazas los pañuelos gigantes, ni el glitter, ni los cantos, ni los carteles con frases impactantes, ni el sincretismo de aquellas adolescentes que supieron hacer suya la lucha con aquellas que históricamente vienen transitando este reclamo. Este año todo quedó condensado en las redes sociales, inundadas de verde. Ese fue el pedido de las distintas organizaciones militantes feministas del país, que por más que estemos en cuarentena, el pedido llegue a todos lados.
En Bariloche, hace tres semanas aproximadamente, se conformó la regional de esta Campaña. “Era algo que se venía pensando desde hace dos meses pero con todo lo que pasó con la pandemia quedó bastante parado hasta que pudimos retomar desde la virtualidad”, dijo Leticia Campodónico, integrante del espacio, en diálogo con Al Margen. “En todas las provincias hay activistas que difunden información y ayudan a acceder a la interrupción legal del embarazo (ILE). En la ciudad estamos muy bien en relación a este tema. El Hospital Zonal, sus centros de salud, y las compañeras socorristas trabajan muy bien pero eso no quiere decir que nos tengamos que relajar porque nos encontramos con algunas negativas. Por eso nos preocupamos y ocupamos de que se sepa que en cuarentena se seguía garantizando la ILE”, continuó.
En relación a lo que pasa en el resto del país, Campodónico sostuvo que “las provincias como Santiago del Estero, Formosa no es que estén atrasadas porque en todas hay redes, compañeras y circuitos que funcionan para interrumpir los embarazos. Las mujeres y cuerpos gestantes van teniendo cada vez más acceso a la información. Son quienes toman las decisiones” quienes atrasan.
Por otra parte, Al Margen también dialogó con Rosana González, militante feminista de la ciudad con gran trayectoria, quien formó parte de la Campaña desde sus inicios. “No puedo dejar de recordar a una gran persona, compañera y amiga que este año no la tenemos con nosotras, Susana Yappert. Junto a ella acompañamos este crecimiento de la Campaña durante muchos años. Compartimos ideas, luchas, marchas. Y ella, antes de partir, me pidió que sigamos en este camino”, reflexionó. “Hay tres puntos que sobresalen y que me gustaría resaltar de todo esto”, siguió. “Uno es el carácter de construcción horizontal de esta Campaña, de a poco, consensuada, federal, democrática. Así es como llegamos al 2020 con casi la octava presentación del proyecto que necesitamos que sea ley, para ser más libres, para que nadie nos juzgue. Lo segundo tiene que ver con el salto que se produjo en 2018. Yo que soy más viejita lo veo con orgullo y como parte también del cuerpo que una puso en algún momento. Hay una supra alianza que nos convoca y que nos hace estar a todas juntas, aunque pensemos diferente. Pero sabemos que hay una idea tractora que supera todas las diferencias. Eso me parece maravilloso y muy responsable. Y el tercer punto es que sigamos adelante. Este año tenemos una nueva posibilidad de que sea ley. Felicito a todas, todos, todes lxs que construimos este espacio”, opinó.
En relación a ello, Leticia Campodónico agregó que “estamos con todas las expectativas por lo dicho por el presidente Alberto Fernández. Estamos esperando que el proyecto que se presente tome lo que aborda la campaña. Estamos contentas porque no ha pasado de agenda a pesar de la pandemia”. “Así y todo nosotras seguimos con el activismo y si es que sale se seguirá trabajando en muchas cosas”, continuó. “Lo más importante es que salga de la clandestinidad porque los abortos siguen ocurriendo. Que salga sin condicionamientos ni juzgamientos”, finalizó.
Por Luciana Avilés
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen