Las zonas de difícil acceso para combatir el fuego, la ausencia de políticas para reducir residuos forestales y el alto costo del chipeo son las principales preocupaciones de los barilochenses ante la llegada de un verano inflamable. Instituciones provinciales y municipales coordinan recursos y tareas.

Los devastadores incendios de la temporada pasada y las predicciones sobre un verano seco -como consecuencia del invierno con escasas precipitaciones- impulsaron la coordinación de varias instituciones provinciales y municipales para optimizar el uso de la información y de los recursos ante una emergencia.

Una de las primeras medidas que se conoció fue el adelantamiento del cierre de la temporada de quemas que resolvió el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF) de Bariloche para el domingo (14/9). En los últimos años, la fecha límite fue entre fines de septiembre y principios de octubre. Además, no se descarta que el gobierno provincial vuelva a decretar la emergencia ígnea.

La falta de planeamiento territorial en Bariloche es un gran inconveniente a la hora de combatir incendios: el asentamiento de personas y la construcción de viviendas en zonas boscosas, con calles abiertas de forma irregular y grandes pendientes se reitera en varias zonas de la ciudad y complica la tarea de los bomberos. Otro problema es la disposición final de los residuos forestales: el vertedero los recibe, pero convierte al lugar en un polvorín, y los servicios de chipeo no abundan y son costosos.

Claudia Contreras, subsecretaria de Recursos Forestales de la provincia y responsable del SPLIF y el Servicio Forestal Andino (Bosques), explicó a Al Margen: “Va a ser una temporada difícil, por eso conformé el COP, Comité Operativo de Prevención. Estamos trabajando con varias instituciones -como los municipios, el Ejército y el Departamento Provincial de Aguas (DPA)- y haciendo reuniones en Bariloche, El Bolsón y Mallín Ahogado. De aquí surgieron tres cuestiones: tener un mapeo único de reservorios de agua (naturales o no), confeccionar un relevamiento de lugares donde es necesario hacer cortafuegos y caminos para que puedan acceder las autobombas y organizar charlas en los barrios para que la gente comprenda que el que vive en el bosque tiene una responsabilidad diferente”.

La funcionaria agregó que “esta temporada Río Negro integra un comando unificado con Neuquén y Chubut para combatir el fuego. La idea es poder hacer un ataque inicial rápido del fuego y compartir recursos”.

Por su parte, Patricia Díaz, secretaria de Protección Civil de la provincia y promotora de los planes de emergencia y evacuación de Bariloche, afirmó que “los recursos están, pasa que hay que organizarlos. Hay que apuntalar la coordinación, tenemos que tirar todos para el mismo lado. En estos días estoy relevando Bomberos de toda la provincia para saber la capacidad de respuesta”.  Y consideró que “Bariloche es una ciudad compleja. Es necesario ordenar. El plan del oeste hizo bastante en ese sentido”.

El secretario de Protección Ciudadana de la Municipalidad de Bariloche, Carlos Madjinca, confirmó a Al Margen el trabajo entre instituciones que se está realizando y explicó que luego de esta primera etapa “las delegaciones municipales, la Subsecretaría de Protección Civil, Bomberos Voluntarios y Juntas Vecinales determinarán las tareas por realizar”.

Zonas complicadas y falta de manejo de residuos forestales

Uno de los primeros encuentros entre vecinos, Bomberos Voluntarios, SPLIF y Protección Civil ocurrió el pasado sábado en el cuartel de Melipal. Es que la ladera norte del cerro Otto es una de las zonas que más preocupación genera. Uno de los habitantes del barrio expresó que “tenemos cantidad de ocupaciones por encima de la cota 900” y los bomberos coincidieron en que es muy complicado acceder a esas zonas con vehículos pesados. De todos modos, según informaron, están relevando calles y caminos de la zona para saber por dónde puede pasar una autobomba.

Los bomberos también pidieron ayuda a las juntas vecinales para completar información sobre reservorios de agua y estado de los hidrantes, que deben estar señalizados y limpios de vegetación u otros materiales que puedan taparlos. “Las dos informaciones son importantes, porque en invierno o primavera suelen tener buena presión de agua, pero en verano ya no ocurre eso”, explicó el bombero Fernando Erbetta.

Otra recomendación importante fue no hacer grandes podas en esta época: “Se puede hacer un raleo, pero no se trata de salir a voltear pinos porque ante un incendio es preferible el pino parado, que está vivo y conserva agua en su interior, al pino tirado y seco que es mucho más combustible”, dijo Erbetta.

Muchos de los vecinos expresaron que en Bariloche es difícil reducir los residuos forestales cuando no se pueden hacer quemas. “Una vez por mes nuestro barrio contrata un camión para quitar las ramas de la poda, pero desde que se cobra para depositar eso en el Vertedero se nos hace muy difícil encontrar quien quiera hacer el trabajo”, dijo uno de ellos que habita en San Ignacio del Cerro. Ante el planteo, Pamela Inostroza, subsecretaria de Obras y Servicios Públicos, presente en la reunión, respondió: “Es algo que se puede revisar. Se lo voy a comentar al intendente. Estamos trabajando para lograr una chipeadora grande que pueda reducir en el Vertedero”.

De acuerdo con un relevamiento realizado por Al Margen, el servicio de chipeo en Bariloche cuesta entre 70.000 y 90.000 pesos la hora. En ese lapso se pueden reducir entre 5 y 8 metros cúbicos, una cantidad equivalente a un camión volcador. En todos los casos el traslado de la máquina y el operario están dentro del precio. El chipeado puede quedar en el lugar o ser retirado; en este caso, se cobra el transporte.

Pedro Laterra, de la Red Pinos, que impulsa el control de esta especie en los bosques de la región, opinó que “no existe un mecanismo aceitado para el residuo forestal. Y encararlo de forma individual es costoso. Son pocos los barrios que están organizados”.

Por su parte, Orlando Báez, jefe del SPLIF Bariloche, donde hay 67 combatientes, expresó que “cuando está la época de quema, todo bien. Pero cuando es necesario chipear se complica porque no se enseña lo que se puede hacer con ese material. En Chile, por ejemplo, sí hay una política en ese sentido. Acá nos falta generar cultura. Es importante. El verano pasado nos dio una cachetada”.

Mónica Alarcón, de la Junta Vecinal de barrio Belgrano, relató a Al Margen que “estamos trabajando mucho en prevención y procurando que el vecino avise a la Municipalidad para que retiren el ramerío. Ya con eso nos damos cuenta que tenemos problemas: muchos sacan sus ramas y las dejan en cualquier lado sin hacerse cargo. Por otro lado, están los vecinos que limpian sus lotes y dejan el material adentro, eso es muy peligroso. La junta Vecinal accionó avisando al dueño y haciendo denuncias hasta en la Fiscalía. Hay que concientizar, educar. Si no hay planificación es difícil accionar sobre la leche derramada. Vamos a tener un verano muy seco, así que estemos todos atentos”.

Recomendaciones para prevenir y facilitar la tarea de los bomberos

Los Bomberos Voluntarios recomendaron la aplicación diseñada por el Conicet Reddiapp.com.ar para realizar una autoevaluación de las viviendas y emitieron una serie de consejos destinados a reducir las probabilidades de incendios y a colaborar con su tarea en caso de que ocurran.

Acciones para prevenir y planificar:

-En los 10 metros alrededor de la vivienda evitar la acumulación de material combustible y quitar las ramas de los árboles que tocan el piso. Si hay un leñero, alejarlo y nunca ubicar estos materiales en la cara norte de la casa porque es la que recibe mayor radiación solar.

-Se recomienda hablar con anticipación con familiares y amigos sobre puntos de encuentro ante una posible evacuación.

Acciones para colaborar con los Bomberos:

-Ante una evacuación, dejar la casa cerrada pero el portón abierto. En muchos casos los bomberos han tenido que romper rejas, candados o travesaños superiores para poder ingresar a defender una vivienda.

-Tener la numeración de la vivienda a la vista, que pueda identificarse con facilidad.

-Dejar las calles despejadas como para que pueda pasar un camión y si se advierte una situación que podría ser un obstáculo dar aviso al área de Tránsito de la Municipalidad.

-Mantener los hidrantes señalizados y despejados.

-Colaborar con el relevamiento de reservorios de agua, dar aviso al cuartel de Bomberos.

-Dar aviso ante cualquier columna de humo al 103.

Por Ximena Linares Calvo

Colectivo de Comunicación Popular Al Margen

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