En 1886 obreros de la fábrica McCormick -en Chicago, Estados Unidos- fueron sangrientamente reprimidos por reclamar una jornada laboral de 8 horas. En 2025, el promedio diario de trabajo en Argentina es de 16,8 horas.

El 1° de mayo de ese año habían organizado una huelga histórica que consiguió la adhesión de miles de trabajadores en todo el país. Ocho de ellos -anarquistas, socialistas y sindicalistas- fueron acusados de asesinato y conspiración y la condena fue la horca. En 2025, el promedio diario de trabajo en Argentina es de 16,8 horas y los trabajadores tienen más de un empleo, según un estudio realizado por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPPP) con datos de la Encuesta Permanente de Hogares.
En Bariloche existe un alto porcentaje de trabajadores por cuenta propia. Según el censo de 2022, de los 135.755 habitantes hay 110.083 personas que son mayores de 14 años y que, según su condición de actividad, se dividen de la siguiente manera: 69.244 son ocupadas, 6.422 son desocupadas y 34.417 están inactivas. De las ocupadas, el 53,44% (37.002 personas) son empleados u obreros, el 30,20% (20.013 personas) son cuentapropistas y en porcentajes menores se encuentran trabajadores de servicio doméstico (5,85%), empleadores (4,65%) y trabajadores familiares (2,47%).
No existe información actualizada sobre el índice de desocupación en Bariloche, pero el Observatorio de Trabajo municipal empezó a sistematizar algunos datos. En su informe N° 1, que abarca de 2021 a 2023, señala que “si bien la tasa de desocupación de Bariloche de 2022 (5,9%) es menor a la del nivel nacional -en 2022, 6.9%; 2023, 6,2%, y 2024, 7,6%- es considerablemente mayor que la regional y provincial”.
El mundo del trabajo atraviesa cambios drásticos en las últimas décadas a raíz del desarrollo tecnológico, la aparición de nuevas tareas y la desaparición de otras. En Argentina, la transformación ocurre en un contexto de despidos en el sector público y en algunos rubros del sector privado, congelamiento de paritarias, creciente precarización laboral y crisis de representatividad de muchos sindicatos.
Y el presidente de la Nación Javier Milei irrumpe con teorías alocadas: “Los trabajadores no son pagados por su labor, sino que lo que hacen es comprar pesos a través de su trabajo. Acabo de destruir la teoría de la explotación“, afirmó en la 11° edición de Latam Economic Forum 2025 días atrás. Además, volvió a poner en duda la necesidad del salario mínimo -al que calificó como “una distorsión del mercado”- y le dio un nuevo impulso a la flexibilización de las indemnizaciones.
En Bariloche, con una clara tendencia ocupacional vinculada con el turismo, se suma la incertidumbre sobre la temporada de invierno: ¿será buena? ¿el valor del dólar propiciará la llegada de turismo extranjero? ¿habrá mayor actividad y más posibilidades?

Una herramienta local para capacitarse y buscar trabajo
En la actualidad, en la Dirección de Trabajo de la Municipalidad de Bariloche, a cargo de María Celeste Álvarez, hay 852 personas anotadas para encontrar un trabajo. “Al instalarnos en la nueva sede, en ruta 40, la gente se acercó mucho más. Tenemos vinculación con 310 empresas”, explicó la funcionaria.
La dirección tiene tres áreas: capacitación, orientación e intermediación laboral y asistencia para emprendimientos y pymes. “Aunque no tanto como quisiéramos hay búsquedas laborales. En este momento, lo más buscado es: cajeras y cajeros, atención al público, operarios, personal técnico y administrativos”, detalló Álvarez.
El Observatorio de Trabajo, que pretende ser una herramienta para el desarrollo de políticas públicas, registró entre 2021 y 2023 un sector empleador formado por 320 empresas y organizaciones públicas, 7000 personas en busca de trabajo y 300 emprendedores. Según el estudio, en el sector empleador predomina la pequeña empresa: el 36.6% tiene entre 1 y 3 empleados; el 20,5%, de 4 a 8; el 24,8%, de 9 a 30; el 15,5%, de 31 a 200, y sólo el 2,5% con más de 200.
Respecto de la demanda se describe una marcada estacionalidad, “con picos de solicitudes previos a las temporadas de verano e invierno, periodos de alta actividad turística esenciales para la economía de Bariloche”.
Respecto de las edades, el Observatorio detalla que “las personas que concurren a la Dirección de Trabajo en búsqueda de empleo se encuentran mayoritariamente en el rango etario que va desde los 16 hasta los 29 años, representando un 58%. Luego se encuentra el rango de 30 a 44 años que representa el 32% y la población mayor de 45 años que representa un 10%”.
La Dirección de Trabajo tiene formas de contacto accesibles. Para orientación laboral se puede escribir al +542944653894 y para emprendedores al +542944815893. Los interesados pueden seguir el canal de difusión y tener a mano toda la información relacionada con búsquedas laborales y capacitaciones.
En forma particular también hay iniciativas solidarias que intentan ayudar en la búsqueda de trabajo. La cuenta de Instagram @buscotrabajoenbrc tiene más de 40.000 seguidores y publica solicitudes laborales que son verificadas. También tiene un canal de WhatsApp.

El rebusque, la estabilidad y la solidaridad para el pan de cada día
Julia González tiene 50 años y hace dos se quedó sin trabajo: “Era ayudante de cocina, hacía viandas. La empresa cerró y se fue. Entonces me sumé a grupos de WhatsApp en los que se solicitaban traslados. Cuando las plataformas llegaron a Bariloche empecé a usarlas. Hoy hago viajes para Uber y Cabify. Para que rinda tenés que trabajar mínimo ocho horas”, relató.
Cuando empezó a ofrecer su servicio en las plataformas, lo hizo durante la madrugada: “Hay muchas mujeres que prefieren viajar con otra mujer. Ahora trabajo durante el día. Estamos en la baja y se nota, hay poco trabajo”.
Las plataformas de transporte y reparto también son una opción para las personas que tienen otro trabajo y no les alcanza y para los jóvenes, que pueden adaptar los horarios laborales a sus estudios.
En Argentina no existe legislación respecto de este tipo de trabajos. En cambio, en España está la “ley rider”, de 2021, que protege los derechos laborales de quienes trabajan en plataformas digitales. La norma establece una presunción de laboralidad: si un repartidor trabaja de forma habitual y bajo la organización de una plataforma se considera un empleado asalariado, no un autónomo.
Esther Fernández tiene 53 años y trabaja como mucama en alojamiento turístico: “Tengo estabilidad laboral porque es un complejo grande. Pero veo que para las chicas que recién entran es más difícil, las llaman en la temporada solamente. Mi sueldo es el que fija el convenio, pero no alcanza, así que a contra turno y varios días a la semana hago limpieza en casas particulares”.
El sistema de estacionamiento medido de Bariloche, que desde hace 15 años está a cargo de cinco cooperativas, da trabajo a unas 150 personas. “Es una oportunidad para la gente joven que da sus primeros pasos en el mundo laboral. También para quienes al mismo tiempo estudian. También hay muchas compañeras mujeres que crían a sus hijos solas y esta actividad les permite un ingreso económico”, relató Ramón Soto, de la cooperativa Kata Wain Nehuen.
Se hacen turnos de 6 horas y lo recaudado se divide en un 30% para la Municipalidad y el resto para las cooperativas. En promedio, cada mes un trabajador percibe $500.000 pesos. “Hay cosas para mejorar, pero hemos evolucionado mucho. Por ejemplo, hemos organizado un protocolo relacionado con el clima para que no se pierda el día de trabajo pero que los trabajadores puedan estar bien”, contó Soto con orgullo por el esfuerzo colectivo.

Trabajadores y sindicatos
Los sindicatos, encargados de negociar salarios y condiciones laborales, atraviesan una crisis de representación desde hace varios años. En Bariloche, las dirigencias gremiales suelen estar más cercanas a las bases y tener una dinámica más democrática que a nivel nacional.
El Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOYEM) tiene casi 1700 trabajadores afiliados. Están en relación de dependencia con el municipio y cobran un salario básico de $ 1.400.000. Pero también hay trabajadores monotributistas y el gremio sostiene que deberían ser contratados.
Días atrás, la Cámara Segunda del Trabajo rechazó una acción promovida por el intendente Walter Cortés para evitar el pago directo de salarios a los dirigentes gremiales con el argumento de presuntas irregularidades en el otorgamiento de licencias gremiales. Como es habitual, el jefe comunal redobló la apuesta y aseguró que “vamos a apelar y lo vamos a poner a consideración del pueblo, que el pueblo diga si está bien o está mal pagar los salarios”.
La tensa relación entre Cortés y el sindicato hizo que durante cuatro meses no hubiera mesa gremial, espacio para tratar todo lo relacionado con las condiciones laborales. “Ahora estamos trabajando con las gamelas -las covachas que le dicen- los espacios que los trabajadores usan para las herramientas, la ropa o calentar agua. El municipio se extendió mucho en servicios, pero no en infraestructura. La delegación El Cóndor, por ejemplo, cada vez tiene más territorio”, explicó Brenda Morales, secretaria general del Soyem.
Por su parte, Úrsula Caracoche, secretaria de Salud y Seguridad Laboral de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de Río Negro, donde hay unos 2400 afiliados, respecto de la situación actual consideró que “la política pública cruje, está en crisis por desfinanciamiento. Los problemas estructurales comunes a distintos sectores son: salarial, contractual y de recursos (materiales y humanos)”.

Otro gremio que reúne un alto porcentaje de trabajadores de Bariloche es la Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro (Unter), que tiene 2500 afiliados: un 70% de mujeres y, en muchos casos, único sostén del hogar.
Al ser consultada por el salario de un docente, la secretaria general Adriana Lizaso explicó: “De bolsillo es un millón. Pero tenemos un 60% del salario no remunerativo, en negro. En Bariloche, la canasta digna y saludable para dos adultos y dos niños es de $2.400.000 aproximadamente y sin contar alquiler. La mitad de los docentes tiene que alquilar”. Respecto de las condiciones laborales, dijo: “Hay sobrecarga laboral, una burocratización de la tarea diaria que dificulta el trabajo pedagógico, situaciones complejas de violencia y resoluciones arbitrarias del Consejo Provincial de Educación”.
Otro sector con un importante nivel de ocupación en Bariloche está representado en la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra). En la zona andina hay unos 9000 afiliados. Nelson Rasini, el secretario general, relató que “estamos haciendo desde hace tiempo un trabajo importante para verificar las condiciones laborales. Es difícil porque hay unos 900 establecimientos y los inspectores son pocos”. El salario promedio del sector es de $ 1.200.000 con los descuentos.
Días atrás, el gremio intervino por el cierre del hotel Selina, donde hay 19 empleados: “Entendemos que seguirá funcionando a cargo del propietario del lugar. Los que se fueron alquilaban. Estamos siguiendo de cerca la situación”.
En tanto, Luis Cionfrini, del gremio de encargados de edificios y delegado regional de la Confederación General del Trabajo (CGT) -junto con Sandra Urra- en la zona andina y la comarca, afirmó que “estamos intentando unificar reclamos con la región para que sea una lucha colectiva de verdad. Hoy tenemos un trabajador empobrecido y las paritarias están pisadas”.
La CGT regional reúne a 32 gremios de la zona de los cuales el 50% tiene la dirigencia a cargo de mujeres. Cionfrini admitió que las decisiones y los patrimonios de algunos dirigentes a nivel nacional provocan descreimiento y falta de confianza: “El trasvasamiento generacional del que habló el general Perón no ocurrió. Nosotros promovemos cursos para dirigentes, con el objetivo de lograr la renovación”.
Por Ximena Linares Calvo
Colectivo de Comunicación Popular Al Margen:
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