No tienen sindicato, no tienen poder de fuego con su voto, no tienen la fuerza de choque que a veces da la juventud, muchos no tienen salud, no tienen remedios, ni casa. Qué solos están los viejos y las viejas en Bariloche y en toda la Argentina

En algún momento de la historia del país la jubilación era anhelada por los trabajadores, pues 30 años de aportes alcanzaban para encarar una etapa de la vida con mayor libertad y sin demasiados sobresaltos económicos. Pero desde hace larguísimas décadas -con unos pocos períodos de excepción- eso ya no sucede y los adultos mayores son sistemáticamente abandonados.
Un estudio que la consultora Focus Market publicó en 2023 concluye que en dicho año la jubilación mínima era más baja que 25 años atrás y que si se la comparaba con otros países de Latinoamérica (en dólares y sin bono) estaba en el lugar número 10, sólo por encima de Venezuela. Nada ha mejorado desde dicha publicación. Por el contrario, entre cambios de fórmulas para calcular aumentos y recortes en la cobertura de medicamentos y prestaciones los jubilados siguen perdiendo por goleada.

El club Chacarita tiene un socio vitalicio, Carlos, que participa de las marchas que cada miércoles los jubilados organizan en el Congreso de la Nación. Después de que los viejos padecieran reiteradas represiones ordenadas por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, un grupo de hinchas resolvió acompañarlo y hacerle el aguante al ferviente funebrero.
La iniciativa futbolera prendió como una mecha y se sumaron decenas de clubes para acompañar. También dejó en evidencia la falta de respaldo de sectores que “naturalmente” deberían estar al lado de los jubilados, como la Confederación General del Trabajo (CGT).
“Todos seremos jubilados algún día. Eso de la Patria es el otro parecería diluirse en este escenario que ha planteado el gobierno de derecha de ‘sálvese quien pueda’. En Bariloche, todos los miércoles a las 12, hay concentración de jubilados para hablar, protestar y planificar la lucha. Hay ocasiones que puedo o no concurrir. Pero siempre me ha llamado la atención, con desagrado y mucho temor, la poca movilización de la sociedad. Parece dormida. Brecht sostuvo ‘También vendrán por nosotros’. Creo en la lucha colectiva para salvarnos entre todos y no el pellejo de cada uno”, expresó Amanda Rossi en diálogo con Al Margen. Es jubilada docente, hace pocos años accedió por primera vez a una casa propia y es voluntaria alfabetizando a adultos que no saben leer ni escribir.

Lamentablemente, el pasado miércoles los viejos y los hinchas fueron reprimidos brutalmente y el día terminó con heridos graves y casi 100 detenidos. Voces del pasado volvieron a resonar como si la historia se repitiera. La del Diego, en 1992, gritando: “A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. La de Norma Plá, conocida como la abanderada de los jubilados, en 1994, diciendo a un lloroso Domingo Cavallo “no se emocione, tenga la fuerza para defender a su padre“. La de Pappo … Nadie se atreva a tocar a mi vieja … tema que fue compuesto por Sebastián Borenzstein y Eduardo Frigerio para el programa de Tato Bores.

Los jubilados y las jubiladas en Bariloche no están bien
En Bariloche se estima que hay unos 40.000 hombres y mujeres jubilados. Adriana Cattino, que integra El Abuelazo, un grupo autoconvocado de personas mayores que busca defender sus derechos describió la situación actual: “Hubo medidas de este gobierno que golpearon muy fuerte: quitaron la posibilidad que teníamos de no pagar el IVA en la compra de alimentos, quitaron medicamentos gratis y redujeron la cobertura de varios, también las prestaciones, y cambiaron la fórmula para calcular aumentos. Cada vez que te lo calculan por inflación, no conviene”.
Y agregó: “También sacaron los créditos que otorgaba la ANSES, que eran con muchas cuotas y poco interés. Era una opción para el jubilado que se le rompía un electrodoméstico o algo así”. Adriana trabajó durante más de 20 años en el Hospital Zonal como bioquímica.
La situación del PAMI en Bariloche también es difícil porque una de sus dos sedes, donde 12 empleados atienden a unas 9000 personas mayores, tiene una orden de desalojo para el próximo 30 de abril: “El lugar donde funciona la agencia del Alto, en la calle Brown, se alquila desde 2010. Desde la gestión anterior el dueño reclama que se actualicen los valores, pero no se logró nada. Informamos la situación en detalle a la actual gestión actual, pero tampoco se resolvió. Entonces, el propietario inició un juicio por desalojo y le resultó favorable”, explicó Fabián Tumino, médico auditor del organismo.
La posibilidad de fusionar las dos agencias -en la del centro hay 15 empleados y otros 9000 jubilados- significaría mayor costo y tiempo de traslado y largas esperas para las personas mayores en una ciudad que ya empezó a tener mañanas bien frías.

El miércoles 26 de febrero los jubilados se reunieron con el intendente Walter Cortés con la idea de pedirle que colaborara para conseguir un espacio para la agencia de Pami pero al funcionario no le gustó que le gritaran y se retiró ofuscado y abriéndose paso entre las mujeres de una forma violenta. Cuando una de ellas le explicó que le pedían ayuda porque “usted es responsable del Ejido municipal”, Cortés respondió: “Yo soy responsable por un sector de la gente que me votó”.
Tumino detalló que “hace un año que no se entregan elementos de fisiatría y hay muchas demoras para lentes y audífonos. En todo lo que es laboratorio se está cobrando y luego se reintegra, pero muchos jubilados no tienen el dinero en el momento. También se nos negó un vuelo sanitario y nos respondieron que el paciente deberá permanecer donde esté internado, aunque el lugar no tenga la complejidad necesaria, o trasladarse en ambulancia, cuando muchos viejos no están en condiciones”. Estas situaciones se ven reflejadas en la presentación de entre 10 y 15 oficios y recursos de amparo por día en los últimos meses.
Susana Romaniuk, jubilada docente, integra el Centro Estrella Federal de personas mayores, que el próximo mes cumplirá un año. Realizan actividades culturales en un espacio que les presta la Junta Vecinal de Bahía Serena y allí también se organizan para defender sus derechos. “Además de los temas vinculados con PAMI e IPROSS estamos solicitando que no corten los servicios a los jubilados de la mínima. Hay que hacerlo porque muchas personas ni siquiera pueden ir al Centro Cívico a hacer un reclamo …por salud o por cuestiones económicas”.
En este sentido, Cattino afirmó que uno de los actuales objetivos del Abuelazo es “que los jubilados sepan que existe una ley provincial que impide que a las personas en situación de vulnerabilidad les corten los servicios. Es la ley 4395”. La normativa, que fue prorrogada hasta el próximo 31 de diciembre próximo, establece la suspensión de “los cortes de servicios públicos domiciliarios de gas natural y energía eléctrica, a aquellos usuarios cuya situación de desempleo o condición socioeconómica, impida el cumplimiento de sus obligaciones en término”. Los detalles pueden consultarse en la web www.defensadelconsumidor.rionegro.gov.ar.
Tanto el Abuelazo como los centros activos de personas mayores son fundamentales porque si bien la Convención Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores establece pautas para “promover, proteger y asegurar el pleno goce y ejercicio de los derechos de la persona mayor” -en la Argentina, esta convención está incorporada por la Ley N° 27.360- no existe un organismo que los represente o que pueda facilitar sus trámites e inquietudes.
Romaniuk contó que “existe el Consejo Consultivo de Personas Mayores de la Municipalidad, que está presidido por el Ejecutivo y cuya vice presidencia está a cargo de Gloria Moreno, presidenta de nuestro centro. Pero no es vinculante y su presupuesto es magro”. En el Centro Estrella Federal se han organizado talleres para que los mayores aprendan a adquirir herramientas digitales y para que puedan prevenir accidentes domésticos. También han realizado charlas sobre moratorias previsionales, otro tema de gran impacto para la tercera edad.
Juan Manuel Mandagarán, que dirigió durante cuatro años la agencia local de la ANSES y fue despedido por la actual gestión junto con otros cuatro trabajadores de Bariloche y uno de Jacobacci, consideró que “es muy importante la moratoria que está por vencer, porque te permite ‘comprar’ años de aportes para jubilarte. En las anteriores, muchos no alcanzaban a ponerse al día y no lograban jubilarse”.
El exfuncionario explicó que en Bariloche las moratorias han permitido principalmente la jubilación de mujeres que trabajaban en comercios o casas de familias sin la totalidad de los aportes. En el caso de los hombres, “muchos trabajadores precarizados, de la construcción y de zonas rurales”.

La complicada historia de las jubilaciones
En la década del ’90, durante la convertibilidad, las jubilaciones permanecieron congeladas. La caída del 1 a 1 hizo que las personas mayores perdieran un 20% de poder adquisitivo para el primer semestre de 2002. Desde ese año y hasta 2009 hubo 14 aumentos por decreto y la apertura de una masiva moratoria, en 2004. En marzo de 2009 se concretó el primer aumento por la ley de movilidad jubilatoria.
Entre 2009 y 2015, en casi todo el período, el poder adquisitivo de los jubilados aumentó un 31,4%, según el análisis de diferentes consultoras sobre la base de datos oficiales. En marzo y septiembre de 2013 se registraron los mejores niveles. En el mismo lapso, en 2010, el gobierno nacional vetó con un decreto la ley sancionada por el Congreso que establecía una jubilación mínima equivalente al 82% del salario mínimo, vital y móvil de los trabajadores activos.
Entre diciembre de 2015 y 2019, la jubilación mínima nunca pudo ganar un punto en poder adquisitivo. A fines de 2017, se volvió a modificar en el Congreso la movilidad jubilatoria. Los viejos terminaron perdiendo un 24,8% del poder adquisitivo.
Los años siguientes, hasta diciembre de 2023, los mayores tuvieron meses en que su poder adquisitivo subía y otros en los que bajaba. Además, hubo bonos que se pagaron 24 veces. El balance terminó en negativo, con una pérdida del poder adquisitivo del 6,6%. Javier Milei arrancó fuerte: una tremenda devaluación que a los jubilados les hizo desaparecer tres meses de aumentos y financiar el superávit fiscal que busca la actual gestión a cualquier precio.

Mas atrás en el tiempo
Todo parece retroceder y la posibilidad de jubilarse en el futuro parece ser de unos pocos. En un trabajo de Patricia Flier, del Centro de Investigaciones Socio Históricas (CISH) de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, sobre el desarrollo de la seguridad social en Argentina, se relata que “durante el siglo XIX sólo los militares, los altos escalafones de la administración pública y los maestros habían recibido el beneficio de jubilaciones y pensiones”.
Y se agrega: “A principios del siglo XX las sociedades mutuales y sindicatos prestaban asistencia a sus miembros en caso de invalidez y enfermedades y contribuían a sostener a las familias de los trabajadores fallecidos”.
En 1919, el diputado radical y tucumano Alberto Aybar Augier presentó el primer proyecto para la creación de pensiones para los habitantes de su provincia mayores de 70 años, que sufrieran invalidez absoluta o que fueran indigentes independientemente de su edad.
Tras el golpe de Estado perpetrado contra el presidente Hipólito Yrigoyen, el 6 de septiembre de 1930, Aybar Augier se convirtió en uno de los primeros presos políticos y torturados el país. Fue detenido primero en Devoto y luego confinado en Puerto San Julián, donde fue atormentado con picana eléctrica.
Décadas después, distintos gremios ya habían generado sus cajas jubilatorias. Cuando Juan Domingo Perón llegó a la presidencia quiso ordenar esa heterogeneidad creando el Instituto de Previsión Social pero tuvo una ardua lucha durante años con los sindicatos, porque no querían entregar el dominio de dichas cajas.
Por Ximena Calvo Linares
Equipo de Comunicación Popular Al Margen
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