Comienzan a moverse las piezas del tablero electoral camino a 2025. Patria Grande Río Negro eligió a la ex presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica Adriana Serquis como candidata a diputada nacional para un frente opositor a La Libertad Avanza y Juntos Somos Río Negro. En esta nota con Al Margen en Ideas Circulares opina además sobre del Plan Nuclear Argentino anunciado por el presidente Milei.
-Vimos en redes sociales que te lanzaste como precandidata a diputada nacional por Patria Grande, el espacio que lidera a nivel nacional Juan Grabois.
-Así es, después de un tiempo de pensar la propuesta que me hizo el grupo de Patria Grande Río Negro, entendí que somos muchos y muchas los que queremos un modelo diferente de país. Venía colaborando en el análisis del sector científico tecnológico, de los recursos que tenemos y de lo que podemos a proponer, cuando llegó la propuesta de lograr que Patria Grande tuviera su personería en Río Negro y candidato o candidata propia. La verdad es que me costó un poco aceptarla, porque yo no vengo del área política, en el sentido de pensar en cargos políticos. Nunca me interesaron, nunca fui peleando ni trabajando en ese sentido. Sí en el trabajo de base y en el trabajo de entender qué es lo que necesitan nuestros compañeros, compañeras, la gente del pueblo argentino que día a día la va remando, la va luchando. Me parece que en la economía popular desde hace muchos años hay muchas propuestas muy interesantes y muy necesarias para lograr mayor justicia social. Desde mi conocimiento técnico traté de generar proyectos de extensión universitaria que tuvieran que ver con ayudar a una huerta comunitaria, a promover convenios con la Asociación de Recicladores de Bariloche, por ejemplo. Creo que Rio Negro es una de las provincias con mayores posibilidades de lograr que sus recursos puedan estar puestos al servicio de esos cambios, que yo considero tienen que estar basados en el desarrollo del conocimiento. Tenemos unas capacidades increíbles, no sólo en las cuestiones de los bienes naturales como los recursos hídricos o del agro, producir gas natural, hidrógeno, reactores nucleares, sino también en la capacitación de la gente. Habiendo visto cómo en otros países quienes tenemos perfiles técnicos tenemos la posibilidad de aportar, me pareció que era una buena idea formar equipos de trabajo y analizar los problemas reales que atraviesa la gente. Haber trabajado en un organismo nacional me permitió ver la necesaria federalización real que necesita nuestro país; qué es lo que le pasa a quienes no habitan el conurbano bonaerense o la ciudad de Buenos Aires, cómo integrar eso, cómo impulsar propuestas federales reales. Animarse tiene que ver con saber que existen equipos, que hay gente joven y gente de todas las edades dispuesta a trabajar en conjunto. Por todas las funciones que he tenido hasta ahora, siempre me ha parecido que las cosas que se logran no son individualidades, méritos personales, sino que tienen que ver con un trabajo colectivo.
-Conocemos tu mirada sobre el país a través de tu trabajo, pero ¿qué mirada tenés sobre la sobre la gestión provincial?
-La gestión provincial desde hace muchos años se está adaptando. Siempre digo que Juntos Somos Río Negro es color verde porque tiene la mezcla de amarillo y azul que le convenga en el momento que sea. Esto de mimetizarse con lo que los gobiernos nacionales propongan, tratando de adaptarse, dejando de lado los verdaderos intereses de la provincia, no sé… ahora tendrán que agregarse un poco de violeta. Lamento que la Provincia se haya sumado al RIGI de una manera tan directa, habilitando la extracción de recursos sin agregado de conocimiento y sin verdadero compromiso del cuidado y de la sostenibilidad sino simplemente como una cuestión extractiva. Me preocupa la postura que la Provincia tiene frente a los trabajadores provinciales, la salud y educación, que necesitan un apoyo real, proyectos reales y participación ciudadana. No tengo comentarios demasiado optimistas.
-Veo además que estás trabajando en la articulación de un frente opositor.
-Claramente, me parece que se necesita un frente opositor y alguien que cuide los propios recursos en lugares tan valiosos como el INVAP, y aprovechar todo su acervo científico tecnológico provincial, que es un montón, junto a la Universidad de Río Negro, la de Cuyo a través del Instituto Balseiro, la Universidad del Comahue. Me parece que si el desarrollo productivo tiene que ver con la extracción directa de recursos naturales, estamos complicados de cara a un verdadero crecimiento en el futuro. Yo la verdad es que no veo un camino de crecimiento real, pero a pesar de todo creo que podemos cambiar las cosas.
El plan Milei
Adriana Serquis tiene 57 años, nació en Buenos Aires, vive en Bariloche, es física e investigadora del Conicet, fue premiada en el exterior por su labor científica. Al llamarla nos atiende desde París. Se encuentra de visita extraoficial. Cuenta que en estos días visitó un laboratorio y a un amigo científico que emigró de la Argentina en los 90. Y no volvió. Dice que Francia es uno de los países con mayor producción nuclear del mundo. Tiene más de 50 reactores, vende energía a Italia y, en este tiempo, aventaja enormemente al resto de Europa. Porque la escasez de gas natural, consecuencia de la guerra Rusia-Ucrania, obligó a muchos países a quemar carbón en contra de los objetivos acordados para aminorar el cambio climático. La energía nuclear -explica Serquis- vive entonces un reverdecimiento.
Días atrás, en cadena nacional, el Presidente Milei anunció la creación de más reactores nucleares para generar energía a disposición del desarrollo de la inteligencia artificial.
– ¿Qué te pareció el anuncio de crear un plan nuclear argentino?
-Las que somos del sector no entendemos de qué se trata, como muchos de los anuncios que se hacen. ¿Un plan nuclear, como si nunca hubiera existido uno, desconociendo, como dijo Cristina (Fernández), que en el año 50 el presidente Perón lanzó uno? Todo el desconocimiento que transmite el presidente en sus declaraciones, ¿no? Creo que sería bueno apoyarse y poder utilizar las ventajas que ya tenemos: gente formada en la materia, gente que prontamente estaremos perdiendo y será muy difícil volver a recuperar.
-Lo llamativo fue el anuncio de inversiones en un año de desinversión, motivo por el que renunciaste a principio de año a la presidencia de la CoNEA.
-En realidad mi renuncia se fundamentó en cómo fue la campaña y qué fue lo que él prometió. Ya el 10 de diciembre tenía presentada la renuncia. Cuando uno mira los números públicos, no hay manera de ocultar en todo el sector científico tecnológico una disminución enorme del presupuesto. No se está cumpliendo ni la ley de financiamiento aprobada tres años atrás, que implica un aumento en el presupuesto destinado a ciencia y tecnología. Obviamente a nosotros nos afecta en los grandes proyectos, a donde está destinado el 70% del presupuesto, porque el resto es para pagar salarios. Quiere decir que la baja del 40% del presupuesto real, implicó sacarse de encima personal. En otros casos no hubo necesidad: me contaban que dentro del proyecto Carem (el más ambicioso reactor nuclear construido en el mundo) renunciaron 60 personas en lo que va del año, de un total aproximado de 280. Lo grave de esto, es la pérdida de gente, es la no apuesta a mejorar los salarios del sector, de todos los salarios estatales, a quitarle importancia al rol que cumple el Estado. En sus últimas declaraciones, Milei dijo que INVAP es una empresa privada, cuando es estatal. Alabó al Instituto Balseiro, que es parte de la Comisión Nacional de Energía Atómica, que es estatal. Porque como en muchos lugares del mundo, como Francia, es el Estado nacional el que apuesta y apoya los grandes proyectos de desarrollo tecnológico, en particular en un área estratégica como el área nuclear, que no tiene que ver sólo con la generación de energía, sino con la generación de conocimiento, conocimiento estratégico, pacífico, para el área de medicina nuclear, el área de alimentos, el área de descontaminación. Hay un montón de áreas que pueden ser beneficiadas por el conocimiento que se genera desde el sector nuclear.
– ¿Cuál es el estado del Carem, el principal reactor que construye la Argentina?
-No fue del todo detenido, pero hay una brutal disminución en su interés, con la excusa de que hay que evaluarlo técnicamente, cosa que no sacaron a la luz. Esto quiere decir que no encontraron el poco avance que esperaban encontrar, porque realmente hay formados equipos y técnicos. Es grave que no se tenga en cuenta lo que ya hicimos y que digan “bueno, sí, vamos a ir por reactores modulares pequeños” y no saber qué son, no saber qué tenemos hecho y no saber que, si quieren empezar con proyectos nuevos, van a tardar 10 ó 15 años más. El Carem está realmente muy adelantado respecto a otros proyectos mundiales.
-Días atrás circuló que uno de los efectos del desfinanciamiento de la CoNEA fue el hackeo a su web y una información no verificada sobre el robo de información del proyecto de Carem. ¿Qué hay de cierto?
-La información oficial con la que contamos internamente en la institución no habla de ningún tipo de pérdida de información. Es muy difícil evaluarlo. Me comentaron que hubo un hackeo similar en Sacré, París, en el Conicet y en el INTA hace un par de años. Algunos especialistas en informática dicen que es imposible garantizar que no hubo pérdida o robo de información. Hay computadoras del sector del Carem que están siendo revisadas. Todavía no tenemos acceso a muchos de los sistemas. Antes de salir de vacaciones yo no había podido acceder a mi correo electrónico. Desde el año pasado el sector de informática nos venía pidiendo desesperadamente presupuesto para renovar la infraestructura de hardware de la institución. Nosotros habíamos destinado presupuesto del 2024 para eso. Entiendo que ese presupuesto no se otorgó. Yo diría que esto es consecuencia de no haber podido contar con lo que el área de informática requiere. Tampoco hay solicitado presupuesto para esta área para el año que viene. Evidentemente quienes han tenido que tomar decisiones prioritarias, ahora ven las consecuencias. No puedo negar ni afirmar el robo de información, porque hasta ahora no tengo precisiones. Me preocupa que las actuales autoridades no hicieran ningún tipo de declaración. Todo el personal de la CoNEA tiene su información biométrica en las bases de datos de la institución. ¿Eso quedó protegido? Hay especialistas en informática que ponen en duda que no haya habido ningún tipo de filtración de información.
Por Pablo Bassi
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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