Celebramos los 20 años de Al Margen con una invitada de lujo: Ivana Szerman. Una periodista comprometida, nada obsecuente y con mucho humor que fundó su propio canal de streaming y una nueva forma de hacer un noticiero en vivo.
Ivana dejó el programa Tres estrellas, ranqueado en lo más alto del campeonato del streaming, para armar su equipo y jugar con sus propias reglas. Así muchos espectadores migraron al canal de Mate para estar al día con la actualidad y ser parte de una comunidad que sabe que el humor es necesario en estos tiempos que corren.
Los peronistas la definen como trotska y los trotskistas como peroncha. Ella se resiste a las categorías dicotómicas, pero si la apuran podría describirse como “anarco-kernerista-abortera”. Ivana se formó en el aire de la radio como productora y conductora en radio nacional rock, Blue y Metro. En la ola masiva de despidos del gobierno de Macri se quedó sin trabajo, pero al poco tiempo se reencontró con un viejo amigo de su vida standupera, Federico Simonetti, quien la convocó para conducir el noticiero De tardecita en el canal País de Boludos. Ahí descubrió el streaming y “la adrenalina de estar haciendo algo que está sucediendo en ese momento entre el público y nosotras”, dice Ivana. Fue uno de los primeros programas de noticias en clave de humor, cuando el vivo no era algo muy popular. No es que la vieron antes, sino que fue una forma de resolver las dificultades técnicas que tenían en ese momento.
Este año terminó con el pluriempleo -conductora de Ser Millennials Hoy y streamer en Gelatina-, armó su equipo de periodistas soñado con Violeta Weber, Santiago Martínez Cartier, Facundo Díaz y Agustina Colombo entre otros y se las jugó entera por su proyecto. Mate es un medio autogestivo, “un canal para que las noticias no nos dañen tanto”. Tiene una dinámica de trabajo acorde a la post pandemia: cada redactor hace su trabajo en la casa y se encuentran en el drive donde se suman chistes y remates y así se imprime el guión que Ivana lleva al vivo de lunes a jueves a las 18 horas.
– ¿Cuáles son los ejes vertebrales de Mate? ¿Con qué temas se proponen disputar agenda?
-El eje más grande es la política nacional. También está muy presente la perspectiva geopolítica de la actualidad, quizás más que en otros medios, gracias al trabajo de Viole Weber, especialista en política internacional. Nos ocupamos de poner el foco en las lógicas del colonialismo, los problemas para la democracia, la preponderancia de las tecnológicas sobre los estados, los temas de violencia institucional y las cuestiones de género. No tienen el mismo lugar en la agenda que la política nacional, pero cuando vemos que pasa algo al respecto, le dedicamos los minutos para compartir alguna reflexión. Nos interesa ser consecuentes y sólidos en estos temas. Más allá de que uno cambia con el tiempo y repiensa cosas. Intentamos no ser dogmáticos. Obviamente que cuando preparo el sumario miro lo que hay en portada en todos los diarios, me importa hablar de la noticia del día, me importa hablar de lo que están hablando todos porque también querés que te miren y porque también me importa decir lo que yo pienso sobre esa noticia. Lo bueno de tener nuestro medio y poder tomar nuestras decisiones, aunque nos equivoquemos a veces, es que si una noticia nos preocupa y queremos hablar de eso, aunque no sea mainstream, aunque no sea de lo que se habla hoy, lo podemos hacer.
Por otro lado, no creo que Mate tenga el tamaño para instalar temas, de hecho se va mucho esfuerzo en no entrar en operetas o intereses de otros. Ahora entiendo que el progresismo pasó a una circunstancia defensiva por las cuestiones que hacen un poco a la política y otro poco a la retórica que está funcionando y que se volvió hegemónica en este tiempo. Entonces es intentar escuchar, revisar lo que hay que revisar, pensar estrategias incluso para poder comunicar mejor en esta nueva lógica, sin abandonar las cosas en las que creemos, que jamás fueron para nosotros una moda o una oleada, esas cosas tienen que ver precisamente con las desigualdades.
– ¿Cuál es el perfil de Mate?
-Nosotras tratamos de pensar los temas que abordamos sin olvidarnos de los recortes de clase, de género, de raza. Si bien no somos personas racializadas, tratamos de no decir una burrada racista en lo posible, tratamos de ser coherentes con nuestra perspectiva. No siempre nos sale. Por supuesto que tenemos nuestros propios sesgos, que estamos formados en una cultura y también en una clase, en una ciudad que es Buenos Aires. Sabemos que somos gente muy privilegiada y no vamos a sobreactuar una opresión que no tenemos, entonces en ese equilibrio entre no sobreactuar pero a la vez tener ese recorte consciente, intentamos pensar las cosas desde ese sur al que pertenecemos, desde la clase trabajadora a la que pertenecemos, aun con nuestros privilegios sabemos que somos trabajadores, no nos consideramos muy alienados en este tema. Si bien Mate no tiene un formato de humor, yo necesito también reírme un poco de las cosas que pasan. El contexto es trágico, pero también da material para la risa.
– ¿Cómo describirías al público de Mate? ¿Te animás a armar categorías como por ejemplo: los libertrolls, los fans de la conductora, el núcleo duro?
-Me doy cuenta un poco por la gente que me encuentro en la calle -mi estudio de campo está limitado a Buenos Aires- diría en términos Materos que el público de Mate son unas pibas bárbaras, obviamente que excede el género puede ser una piba bárbara siendo un tipo. Encontramos algún grado de identificación entre nosotras y nuestro público. No es un medio que se caracterice por gente que viene a bardear. Hay algunas personas que piensan distinto a nosotras y vienen a discutir y no por eso son trolls. Por ejemplo Libertarian en un momento venía y nos discutía cosas, pero no era un troll, venía y expresaba lo que pensaba y no me parece mal. Hay ciertos temas que me interesa saber qué piensan los oyentes y me detengo para leerlos en el chat. Con el público Matero tenemos palabras, gestos, códigos en común -como los amigos- y esto te hace sentir parte.
-Tres ideas o conceptos que te definen, en las que tenés fe (puede ser de a ratos)
-El humor es algo que se me da fácil y la adversidad con risa no calan tan hondo. Pienso también en la conciencia de clase y en la idea del absurdo. Vivimos en un mundo absurdo: saber que todos los que amás se van a morir y levantarse igual todos los días, da un poco de risa.
– ¿Qué te tienta hacer en Bariloche?
-Estoy muy entusiasmada. No voy a Bariloche desde el viaje de egresados. Ahí bajé el pronóstico en el teléfono. entro y miro a cada rato. Quiero verlo todo. Tengo ganas de ir a la montaña, sorprendentemente tengo unos guantes y una campera de nieve sin haber ido nunca. Y quiero probar los chocolates.
Antes de terminar, le pregunto a quién le hace ilusión cruzarse en la silla del cerro Catedral. “A Francis Mallman -responde-. Él anda por ahí y siempre está listo para hacer un fuego y cocinar algo rico”. Eran las 14:30 de la tarde y al parecer estaba picando el hambre.
Los esperamos el sábado 14 a las 19 horas en el centro cultural Casa Macacha para seguir conversando con Ivana Szerman sin pantallas de por medio.
Por Verónica Battaglia
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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