En estos días encontramos diputados de la comunidad evangélica en el congreso, pastores que bendicen actos oficiales convocados por funcionarios libertarios, instituciones que ofician de intermediarios entre el Ministerio de Capital Humano y comedores y merenderos. ¿Cuáles son las relaciones entre las iglesias evangélicas y el gobierno?
Al Margen conversó con Marcos Carbonelli -especialista en religión y política- sobre las proyecciones de este nuevo actor en el escenario público. No es la primera vez que la diputada libertaria Lorena Villaverde convoca al pastor Marcos Bielma -dirigente del sindicato de la fruta- para acompañar actos oficiales. El pastor bendijo al titular de Anses en Roca y la inauguración de la nueva oficina de PAMI en Cipolletti, según la nota del diario Río Negro del 26 de julio del 2024.
– ¿Corresponde que un líder espiritual esté en un acto público?
-Relaciones entre la religión y la política preexisten a este gobierno. Hay una religión que tiene un contacto naturalizado con el Estado y eso es parte de una cultura política argentina. Cada 25 de Mayo se celebra un tedeum donde se escucha al obispo de la ciudad de Buenos Aires dar un discurso con un alto contenido político. Tenemos naturalizado que existan capellanías en las Fuerzas de Seguridad, que se otorguen fondos a los colegios católicos. A esa lógica consolidada entre actores católicos y actores políticos de diferentes partidos se suma un actor nuevo, el evangélico.
El catolicismo y el evangelismo tienen vocación de ocupar el espacio público, de ir más allá del culto, de la capilla. A diferencia del mundo católico, sí intentaron en sintonía con lo que ocurría en otros países de América Latina, sobre todo en el caso de Brasil, armar partidos políticos evangélicos. Esto en Argentina no fue una estrategia exitosa. En el 2019 Cynthia Hotton y Gómez Centurión obtuvieron 1,5% de los votos. Es cierto que en Neuquén, en Córdoba por ejemplo, hay figuras evangélicas que tienen iglesias muy grandes y que pareciera que a nivel local sí gravitarían electoralmente, esto es una hipótesis, pero a nivel nacional sabemos que no.
Hay distintas formas de hacer política. Los evangélicos tienen una presencia muy activa en la vida de los barrios más vulnerables: merenderos, comunidades terapéuticas en relación a las adicciones, atención a la violencia de género. Esas actividades sociales, precisamente por su eficacia simbólica y su legitimidad en el territorio, comenzaron a ser vistas como algo importante para la dinámica de la política. Más que electorabilidad, lo que aporta esta religión es gobernabilidad y es a partir de esa gobernabilidad que se empiezan a trazar interacciones entre pastores y líderes locales. Quizás lo que haya sucedido es que ya estén trabajando en una serie de políticas sociales y el hecho de invitar al pastor a que bendiga ese espacio tiene que ver con esa continuidad lógica de los vínculos que se empiezan a construir a nivel local. Ahora pareciera ser lo evangélico un lenguaje capaz de impregnar la política o ser usado por la política.
-Se esperaba un vínculo más estrecho entre el gobierno de Milei y el mundo evangélico, siguiendo la experiencia de Bolsonaro en Brasil. La conversión del presidente al judaísmo puso esto en cuestión, de todos modos encontramos que no solo comparten temas de agenda sino que hay varios funcionarios y ciertas instituciones evangélicas como ACIERA entrelazadas con el gobierno.
-El gobierno en plena campaña de estigmatización contra los movimientos sociales resolvió tercerizar la asistencia social a través de las iglesias. La relación con la iglesia católica está tensa por todo lo que el presidente dijo sobre el Papa. De todas formas, no se puso en contra de la educación privada católica ni de los subsidios a la Iglesia. Creo que Milei no está pensando en recostarse en el mundo religioso para tener legitimidad, salvo el mundo judío, pero a mí me parece que ahí se juega otra cosa. Milei se apropia de cierta tradición judaica un poco para vestir y revestir de simbología su gobierno y sobre todo para insuflar su dimensión más mesiánica.
En el tema del conservadurismo moral pareciera que hay una afinidad entre cierto modelo libertario. Pero te doy un contraejemplo: el año pasado se oficializó la primera Universidad Evangélica de la Argentina y el año anterior se celebraron los 40 años de ACIERA en el CFK durante el gobierno de Alberto Fernández. Es decir, este espacio es tan grande y heterogéneo que podemos encontrar pastores peronistas, libertarios, radicales.
Lo que llama la atención es el ensanchamiento de esa lógica, la aparición de un actor nuevo -que no es tan nuevo- y en nuestro país también gravita el imaginario en torno a Bolsonaro. Pero Argentina se caracterizó por tener identidades políticas muy longevas -el peronismo tiene casi 80 años- con mucha penetración social hasta este momento y esa dinámica impedía que factores exógenos se involucraran en la forma de organizar el campo político. En Brasil, digamos, no hay un peronismo. El PT tiene 30 años y eso permite que otros actores permeen electoralmente. Además de que tiene un sistema más personalista en el momento de la boleta, se vota distinto. A esto se agrega que las iglesias evangélicas crecieron más de lo que crecieron en Argentina. Se calcula que en el 2030 el 50% de los creyentes van a ser evangélicos, van a cambiar la histórica división demográfica a nivel de creencia.
-Las últimas encuestas evidenciaron un crecimiento de las iglesias evangélicas pentecostales del 9 al 16 por ciento. ¿A qué se debe este crecimiento y cuáles son los rasgos del movimiento pentecostal?
-En Argentina los católicos representan un 66 por ciento, pero la primera minoría son los indiferentes (ateos, agnósticos, no creyentes) con un 18 por ciento y luego están los evangélicos con un 16. El judaísmo es una comunidad muy pequeña – menos del 1 por ciento- y está centralizado en Buenos Aires.
Las iglesias evangélicas están creciendo en primer lugar, aunque parezca paradójico, porque hay democracia. Las dictaduras en América Latina fueron bastante católicocentricas y bastante hostiles con otras religiones, entonces la democracia es la condición del cambio religioso. En segundo lugar, estas iglesias son las pentecostales porque consiguen sintonizar de una manera efectiva con las matrices de creencias de los sectores populares, en especial con una idea del milagro como algo no extraordinario, sino como algo inserto en la cotidianidad de las personas. Eso ya estaba presente en la forma de creer de los sectores populares y lo que hizo la iglesia fue dialogar con esa matriz. En tercer lugar, el mundo evangélico es un mundo más horizontal, no hay un papado, y esto le da mucha capacidad de adaptación a la idiosincrasia del lugar donde están, al mismo tiempo hay una idea de que el pastor puede ser un vecino alguien nacido y criado en esa cultura y eso lo acerca a ese universo creyente. También se puede explicar este avance en relación a la crisis del catolicismo que justamente perdió la brújula para interpelar a los sectores populares. A nivel general, se sabe que a mayor nivel de instrucción, menor es el mundo religioso.
El mundo pentecostal ofrece una restauración espiritual sumada a una restauración material. Cuando una persona se convierte al evangelismo gana una chance de poder resetear su vida y arrancar de cero. Esto en el mundo católico no es tan sencillo. El tema de la culpa y del pecado está mejor elaborado a nivel teológico pareciera en el mundo pentecostal que en el mundo católico. Por ejemplo, un hombre que consumía sustancias, perdió el empleo y se separó de su mujer puede decir “Yo antes me drogaba porque estaba poseído por un demonio. Ahora me convertí y soy un hombre nuevo”. Hay un verdadero trabajo con la culpa y la subjetividad que es realmente liberador para las personas. Enseguida la comunidad le busca un empleo porque también hay un fuerte trabajo de anclaje social. Además las mujeres pueden ser pastoras, otro rasgo que también los distingue porque en el mundo católico son mucho menos las opciones de una mujer para tener algún tipo de responsabilidad o de presencia., claramente el mundo católico es mucho más patriarcal. Todo esto explica la eficacia del mundo pentecostal.
Si bien hay cierta afinidad entre la agenda libertaria y la evangélica, Milei no parece estar muy interesado en esta cosmovisión. Habrá que ver en las próximas elecciones si otros partidos políticos buscan capilaridad en el territorio tejiendo alianzas con este movimiento que crece sin pausa.
Por Verónica Battaglia
Foto portada: Ramiro Sáenz
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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