“Milei es él, la hermana y las redes sociales” dijo Macri hace algunos meses. Es lo único inteligente que dijo en su vida, es verdad. Este gobierno es el gobierno de los Milei. La incidencia en la toma de decisiones del presidente está mediada e influenciada por Karina. Es el punto débil del presidente, el poco sostén emocional que le queda ante los hechos turbulentos que se avecinan en los próximos meses.
“Enciende los candiles que los brujos piensan en volver a nublarnos el camino.
Estamos en la tierra de todos, en la vida.
Sobre el pasado y sobre el futuro,
ruina sobre ruina…”
Seru Girán
Karina Milei, El Jefe ha dicho “yo soy los oídos de Javier, él habla y yo sé lo que quiere. Nadie lo conoce como yo”. Asumiendo la Secretaría General de la Presidencia, El Jefe de este gobierno que está destruyendo al Pueblo y la Patria, es la que se encuentra construyendo el partido político oficialista en las distintas provincias. Ahora bien, el estilo de armado político que está planteando Karina Milei tiene que ver con un estilo elitista y radial del poder como bien se pudo ver en el último acto en CABA o incluso en las primera 5 filas del acto en el Luna Park del último mes. Caras que ya conocemos y vuelven a mostrarse en público en apoyo a un gobierno de exclusión y destrucción.
Karina y Javier tienen un vínculo particular, es evidente. Muchos de los dirigentes que militaron la impresionante campaña electoral que llevó a un psicótico a la Casa Rosada, desde el primer día de gobierno advierten del círculo cerrado que El Jefe plantea hacia adentro del armado político del gabinete. El caso paradigmático es el de Petovello, productora del periodista de Luis Majúl, que sin experiencia de ningún tipo, le dieron la responsabilidad de 5 ministerios muy importantes haciendo agua por todos lados. ¿Por qué tanta lealtad a una pésima gestión de una ministra que no presenta ningún logro concreto y real para el gobierno? Karina Milei premia la lealtad, no la gestión. Premia el alcahuetismo, no resultados.
Pero la lealtad que se premia dentro del gobierno no es política, para nada. Es una lealtad que deviene de una personalidad psicótica producto de una familia caracterizada por el maltrato. Que Javier Milei haya sido un hijo golpeado, basureado psicológicamente por su madre, una persona sin amigos estrechos y con una única persona que siempre lo acompañó (El Jefe), hacen de la construcción política de su círculo una cuestión meramente personal. La lealtad al presidente, que construye, filtra y apuntala su hermana, es desde el sostén emocional. Javier Milei es una persona solitaria, un chapita. Esos que solemos ver en el barrio, con el que incluso mantenemos un buen vínculo y nos saludamos diariamente. El problema no es su condición psiquiátrica, sino que es Presidente de la Nación. Que está destruyendo la Patria y lastimando, como pocas veces se vio, al Pueblo. Pero esta responsabilidad también recae en Karina. En este gobierno de LOS Milei.
El gobierno estallará por los aires, no hay alternativa. O alejan a Karina de la toma de decisiones o inevitablemente la lógica de acumulación de poder que plantea eclosionará y no será la primera vez que le sucede a un gobierno. Estamos ante una experiencia política con una debilidad pocas veces vista. Debilidad política pero también emocional, psicológica y vincular. Un circulo cerrado, de Los Milei (a quien hay que sumarles a Santiago Caputo) que mientras golpean día a día al Pueblo, viajan por el mundo delirando fantasías de grandeza y épica. Una fantasía que se construye a partir de la falta de aceptación que tuvieron durante toda su infancia. Personas faltas de cariño y de humanidad que responden lastimando, subestimando y sobrando la realidad. Nuevamente, el problema no es su historia personal, sino que ese problema personal hoy intermedia en la toma de decisiones en el destino de toda la Argentina. Y a este gobierno que lastima y humilla tiene un punto débil que se está usando escasamente: si verdaderamente se quiere lastimar a Javier, aléjenlo políticamente de Karina. Puertas adentro de la Casa Rosada, Karina es la Secretaria de la Presidencia y no la hermana del Presidente. Y ese es el vínculo político a limar.
Por Juan Martín Azerrat
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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