Superávit con incremento de deuda es déficit. Empieza el cuello de botella para el Gobierno Nacional. Una movilización histórica. Agilizar los espacios organizativos para evitar la anomia.
Imagínese usted, lector(a), que cobra $500.000 el 1 de mes. Usted que es un inquilino, le propone al dueño de la casa en la que vive que le pagará el alquiler el mes que viene. Luego, al recibir las facturas de luz, gas y agua, decide no pagar las facturas y también dejarlas para el mes que viene. Después de eso, a su auto le faltan 2 litros de aceite en el motor pero como todavía funciona, decide esperar al mes que viene a rellenarlo. Una vez que compró alimentos, llenó el tanque de nafta, se tomó alguna cerveza alguna noche, llega el 31 del mismo mes y ve que en su cuenta bancaria su saldo da $200.000.
Usted se sentirá muy contento y pensará que ha obtenido un extra que le permite ahorrar después de mucho tiempo. Felicitaciones, usted a obtenido un superávit fiscal. Usted ha gastado menos de lo que ha recaudado. Ahora podrá comprarse ese objeto que lo desvela hace meses. Pero, claro, hay un problema en esta lógica, ¿no? La economía es tan sencilla como cualquier problema común de la vida cotidiana. Luego vienen los economistas a poner etiquetas raras para ganarse la vida.
El superávit que el presidente anunció por Cadena Nacional el día lunes 22 de abril es el mismo superávit que usted generó al no pagar el alquiler, los servicios y el aceite que le falta al auto. La única diferencia que el Presidente no le pagó a las empresas distribuidoras de Energía ($133.191 millones), le sacó 40% de poder adquisitivo a los jubilados ($1.682.000 millones), le sacó el 70% del financiamiento a las Universidades y otras “grandes” decisiones dignas de la talla de su ideología anarco-capitalista. Milei, si tenés superávit el efecto inmediato es que tu deuda baja. Sin embargo, el Gobierno Nacional, en 3 meses, aumentó la deuda pública en U$S 31.000 (el mismo monto que Macri tardó aumentar en 1 año). Hace 70 años Perón enseñó: “He visto muchos malos volverse buenos, pero jamás vi un bruto volverse inteligente”.Según el diccionario, un bruto es un “necio, incapaz, vicioso, torpe, excesivamente desarreglado en sus costumbres, violento, rudo, carente de miramiento y civilidad”.
El 24 de enero dijimos que este modelo macroeconómico va directo a la depresión económica y, por eso, a la anomia. El segundo gobierno de CFK fue peor que su primer mandato. El gobierno de Macri fue peor que el segundo de CFK. El gobierno de Fernández fue peor que el de Macri. Y Milei corona esta Década Perdida con un pésimo gobierno peor que el de Fernández. Se cierra el ciclo de una forma catastrófica para la macroeconomía argentina con una situación crítica. Este bruto, empieza su retirada. A él no le interesa tener éxito, sino ser el jefe de la secta que integra. Milei se terminó, hoy, mañana o pasado mañana. La macroeconomía no repuntará porque no existe ni existirá en el medio plazo el ahorro y, por ende, la inversión. No hay ninguna posibilidad que este experimento de brutos tenga éxito. El debate, entonces, es qué viene después.
La histórica Marcha Federal Universitaria del martes 23 de abril cambia la etapa. Desde el retorno de la democracia que no se veía la enorme cantidad de personas movilizadas que todos vimos. Nunca hay que olvidar que la unidad de los estudiantes y del movimiento obrero organizado generó el Cordobazo. Hoy son otros tiempos, pero la fuerza política de estos dos actores movilizados y articulados tienen la potencia de cambiar la etapa. Esta histórica movilización no nace de la nada, sino de pequeñas e ininterrumpidos esfuerzos de organizar todo espacio laboral, social, político y estudiantil posible. Es la muestra de que cotidianamente estamos avanzando en consolidar espacios organizativos que hacen frente al avance de este Gobierno de brutos. Las grandes victorias se construyen a partir de las victorias parciales. El lunes empezó el cuello de botella del Gobierno Nacional solo queda seguir organizando, movilizando y generando unidad. Nos meremos una realidad superadora.
Por Juan Martín Azerrat
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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