La segunda edición del Festival Patagonia Escénica no cuenta con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro. Ante la política de apagón cultural del nuevo gobierno, los trabajadores de la cultura tejen alianzas para que estos encuentros sigan sucediendo. Al Margen conversó con Lihué Vizcaíno, integrante de la Compañía de teatro Baco, organizadora del evento.
La primera edición del festival contó con el apoyo del Instituto Nacional del teatro, la secretaria de Cultura de Río Negro y la Municipalidad de Bariloche. Esta segunda edición, en clave intercultural, se lleva a cabo en Bariloche entre el 19 y 25 de febrero y se sostiene con el esfuerzo de gremios, organizaciones y emprendedores locales comprometidos con el desarrollo de la cultura de nuestra región.
– ¿Cómo surgió el proyecto del festival?
-Comenzó con la celebración del cumpleaños de Baco, una compañía de teatro independiente y autogestiva que busca una estética e identidad propia en el marco de la Patagonia. Pensamos un festival que pudiera encontrarnos con la comunidad y que trajera propuestas de obras de la zona y del país para que en ese transcurso nos abriéramos a nuevas preguntas, pensamientos, sensaciones que son las cosas que pasan cuando se hacen estos encuentros. El teatro refleja las cuestiones coyunturales de una sociedad y la persona que va a haber una función se encuentra con esos debates.
Esta edición se pregunta sobre la interculturalidad. Muchas personas del rubro creen que tenemos que darle espacio a esos sectores que no siempre lo tienen. Yo creo que no le tengo que dar el espacio a nadie, creo que tengo que convivir con esas miradas porque soy parte de una comunidad intercultural. Somos varias culturas haciendo teatro, haciendo arte y necesitamos reflejarlo en la escena.
La premisa del primer festival tenía que ver con que volvíamos de la pandemia. Por un momento se pusieron en duda los vínculos comunitarios, no se sabía qué iba a pasar después de la pandemia. El Teatro tiene la particularidad de lo ritual y lo ritual tiene la hermosa particularidad de lo colectivo, si eso se rompía: ¿cómo iba a ser el teatro del futuro? Y si el teatro dejaba de existir: ¿adónde íbamos a vernos reflejades, a preguntarnos sobre nuestra existencia, a vivir nuestras contradicciones como comunidad?
-. ¿Qué estrategias tuvieron que poner en marcha para la producción del segundo festival?
-Esta vez no contamos con apoyo de instituciones oficiales que suelen acompañar las producciones teatrales. Tanto en el primer festival como en el segundo, además de pedir fuentes de financiamiento al estado, salimos a golpear las puertas de las pequeñas empresas, pequeños emprendedores, agrupaciones para que nos acompañaran. Quiero destacar que en esta edición nos apoyaron tres gremios: Adurn, Asociación de Docentes de la Universidad Nacional de Río Negro, Soyem, Sindicato de obreros y empleados municipales de Bariloche y Unter, el gremio docente. La clase trabajadora, tan dañada como el sector de la cultura, es la que decidió acompañarnos. En esta coyuntura donde se intenta reivindicar el individualismo, es muy necesario y esperanzador que los sectores de la clase trabajadora nos acompañemos en los proyectos y en la lucha amorosa y colectiva.
– ¿Cuál es la propuesta escénica de este año?
-El festival tiene una instancia de presentación de obras y otra instancia formativa con seminarios y conversatorios, Se presentan tres obras locales y tres invitadas de Buenos Aires, Esquel y Bolsón. “Travesía en la maquinaria, al rescate de las ideas” es un espectáculo infantil para toda la familia. También hay dos seminarios abiertos a la comunidad: uno de danza clown a cargo de la actriz y clown Julia Muzio y otro, de entrenamiento vocal por integrantes de la compañía Baco. Además de dos conversatorios: “El teatro y los grupos” y “La interculturalidad en las artes escénicas en la Patagonia”.
En estos tiempos es clave hacerse eco de las luchas de los distintos sectores de la sociedad así como también unirse para defender el rol del estado como garante de nuestros derechos.
Por Verónica Battaglia
Foto portada: Nieve Papa Tello
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen